El petr¨®leo iraqu¨ª permanece bajo tierra
Un a?o despu¨¦s de la guerra, el sector petrolero de Irak no ha recuperado su nivel de producci¨®n ni se ha abierto a los inversores
Casi un a?o despu¨¦s del fin de la guerra en Irak el pa¨ªs a¨²n no ha recuperado su capacidad de producci¨®n de crudo previa al conflicto y no ha logrado poner orden a su sector energ¨¦tico y captar inversiones. El sue?o del crudo iraqu¨ª barato no s¨®lo no se ha cumplido a¨²n, sino que en parte ha sido causa de inquietud del mercado y de que el precio del crudo cotizara a una media de 28,48 d¨®lares el a?o pasado, un nivel tan alto como el registrado en la crisis de los altos precios de 2000.
Las petroleras est¨¢n listas para invertir en Irak, pero en Bagdad no hay una autoridad competente para firmar los contratos de explotaci¨®n
Las cosas no han salido como Washington esperaba en Irak y la desilusi¨®n en el mercado petrolero se paga cara. Tanto, que el precio del barril de crudo brent en el mercado de Londres cotiz¨® a una media de 28,48 d¨®lares durante el a?o pasado, un precio tan alto como el que desat¨® la ira de los consumidores hace casi cuatro a?os. Si 2003 no fue tan cr¨ªtico para los consumidores, se debi¨® a la fortaleza del euro sobre el d¨®lar. El crudo se paga en d¨®lares y ¨¦ste se depreci¨® un 20% frente a la moneda europea, por lo que a los pa¨ªses consumidores de la zona euro les cost¨® menos adquirir el oro negro.
La baja producci¨®n iraqu¨ª, unida a los recortes de producci¨®n de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP), ha contribuido a agudizar el bajo nivel de existencias del mercado estadounidense, seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE). La cuesti¨®n de las reservas, las m¨¢s bajas en un cuarto de siglo, han sido un factor de permanente inquietud en el mercado. Cada vez que aparec¨ªa algo que alteraba o que pod¨ªa llegar a alterar el suministro de crudo (un atentado grave en Oriente Pr¨®ximo, una huelga en Nigeria), el precio del barril ascend¨ªa 50 centavos en el mercado de Londres y un d¨®lar en Nueva York, m¨¢s sensible a cualquier variaci¨®n.
El nerviosismo del mercado ha sido una preocupaci¨®n tambi¨¦n para los gobiernos de los pa¨ªses industrializados, pero no para sus compa?¨ªas petroleras. La estadounidense ExxonMobil, la mayor del mundo, adelant¨® la semana pasada que hab¨ªa ganado en torno a 21.500 millones de d¨®lares en 2003, el doble del a?o anterior, mientras que el beneficio de ChevronTexaco creci¨® un 92%. Como ExxonMobil y ChevronTexaco, todas las empresas del sector tienen previsto anunciar en los pr¨®ximos d¨ªas jugosas ganancias como consecuencia de la escalada del crudo. Gran parte de esta ganancia est¨¢ lista para ser invertida en Irak cuando las condiciones est¨¦n dadas. Y si eso fuese ma?ana, las empresas estar¨ªan listas para sacar tajada.
El retraso de la reactivaci¨®n del sector petrolero iraqu¨ª ha perjudicado al propio Irak, que no pudo contar plenamente con su principal fuente de ingresos, pero no tuvo impacto alguno en los resultados de las petroleras. Si bien no ha llegado la oportunidad que esperaban en el nuevo Irak tras la guerra, han ganado con los altos precios del crudo provocados por la inquietud que la situaci¨®n iraqu¨ª ha sembrado en el mercado petrolero. Irak seguir¨¢ siendo un factor clave de la evoluci¨®n de los precios del crudo en los pr¨®ximos meses, como lo fue durante todo 2003. El pa¨ªs recuper¨® parte de su capacidad de extracci¨®n previa al conflicto, pero a¨²n est¨¢ lejos de conseguir la meta fijada tras el fin de la guerra: 2,5 millones de barriles diarios para finales de 2003. En enero pasado, Irak extrajo 1,9 millones de barriles.
La falta de seguridad ha sido una causa de mucho peso en la lenta recuperaci¨®n del sector petrolero iraqu¨ª, pero no la raz¨®n fundamental. El petr¨®leo rara vez se halla en sitios f¨¢ciles, m¨¢s bien en lugares casi inaccesibles y peligrosos. La cuesti¨®n de la seguridad para una gran empresa petrolera nunca ha sido un problema insalvable, e Irak no es la excepci¨®n.
El principal escollo ha sido la falta de una autoridad reconocida en Bagdad. ?Qui¨¦n firma las adjudicaciones de los contratos de exploraci¨®n y producci¨®n petrolera? el Consejo Provisional de Gobierno iraqu¨ª o el administrador estadounidense, Paul Bremer, que a su vez puede vetar las decisiones del consejo. Por otra parte, fuentes del sector petrolero comentaban que las autoridades iraqu¨ªes no han sido capaces de momento de explicar c¨®mo distribuir¨¢n los 1.800 millones de d¨®lares que tienen previsto gastarse este a?o en la rehabilitaci¨®n del sector petrolero. No se sabe qu¨¦ cantidad se destinar¨¢ a la compra de equipo o repuestos, a la adquisici¨®n de carburantes del exterior debido a su escasez, o si hay otros planes.
?Qui¨¦n manda en Irak?
A lo largo de la cadena del negocio tampoco est¨¢n claras las competencias y responsabilidades de los que intervienen. De las tres grandes empresas que conforman la industria petrolera iraqu¨ª, la North Oil Company (NOC), la South Oil Company (SOC) y la State Oil Marketing Organization (SOMO), s¨®lo la ¨²ltima est¨¢ plenamente activa. En los pr¨®ximos d¨ªas vendr¨¢n a Espa?a representantes de SOMO para reunirse con Repsol YPF y Cepsa y cerrar nuevos contratos de suministro. Cepsa ya ha adquirido a SOMO unos 15 millones de barriles, de los que la mayor parte a¨²n no se han entregado, mientras que Repsol YPF ha comprado unos dos millones de barriles.
Los contratos de suministro han sido hasta ahora los m¨¢ximos contactos que han tenido las autoridades iraqu¨ªes con las petroleras extranjeras. Los ingresos por ventas petroleras, sin embargo, son insuficientes para recuperar un sector que requiere una inversi¨®n de 1.150 millones de d¨®lares s¨®lo para recuperar el nivel de producci¨®n anterior a la guerra. Adem¨¢s de contratos de suministro, los iraqu¨ªes barajan avanzar en acuerdos de prospecci¨®n y producci¨®n compartidos (PSA, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), en los llamados contratos buy-back (el inversor aporta equipos, tecnolog¨ªa, etc¨¦tera, y recibe barriles de crudo en pago), y en contratos de servicios. Esta estrategia est¨¢ muy lejos de la privatizaci¨®n del sector propuesta por los expertos occidentales y se acerca m¨¢s al modelo de sector petrolero que prima en los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo.
La mayor¨ªa de los 25 miembros del consejo provisional del Gobierno iraqu¨ª se han mostrado en favor de mantener el grueso de la actividad petrolera bajo control estatal. Esto, sin embargo, no significa que no vaya a haber concesiones en los yacimientos m¨¢s importantes de las zonas de Basora o Kirkuk. Es s¨®lo cuesti¨®n de que las cosas se ordenen un poco, desde el punto de vista administrativo, para que las petroleras extranjeras entren de lleno en el pa¨ªs.
En Irak es m¨¢s barato que en otros sitios de la regi¨®n poner en marcha un campo de producci¨®n de crudo por el car¨¢cter del subsuelo del pa¨ªs. Dadas las caracter¨ªsticas geol¨®gicas del pa¨ªs, se necesitan menos perforaciones que, digamos, en Ir¨¢n o Argelia. Esto supone un importante ahorro para las compa?¨ªas, por lo que ninguna dudar¨¢ en entrar en Irak en cuanto se abran las puertas a sus 120.000 millones de barriles de reservas probadas. No obstante, vista la situaci¨®n, no se prev¨¦ que la llegada masiva de inversores se produzca hasta dentro de dos o tres a?os.
Buena relaci¨®n con la OPEP
Irak, por tanto, no ser¨¢ un problema para la OPEP a corto plazo. Cuando acab¨® la guerra se pens¨® que Bagdad, bajo la tutela de Washington, iba a producir todo el crudo que los pa¨ªses importadores necesitaran, minando el poder de la OPEP para impulsar los precios cerrando la espita del crudo al menor signo de exceso de oferta. Sin embargo, si Bagdad adopta el modelo econ¨®mico predominante en Oriente Pr¨®ximo, depender¨¢ mucho de los ingresos por ventas petroleras. En este caso, y a menos que EE UU mantenga su ayuda financiera, Irak obtendr¨¢ m¨¢s recursos de su alianza con la OPEP.
El cartel se reunir¨¢ el pr¨®ximo martes en Argel para revisar su nivel de producci¨®n, hoy, en 24,5 millones de barriles diarios. La OPEP puede llegar a recortar su extracci¨®n para evitar un desplome de los precios de cara al verano. Irak no participa de estas medidas para impulsar los precios, pero, dado que su producci¨®n sigue siendo baja, ayuda indirectamente a la escalada de los precios o, dicho de otro modo, a que la OPEP logre su prop¨®sito.
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