La exclusiva del dolor
Como aqu¨ª se puede ser antinacionalista y dirigir de paso nada menos que el Instituto Cervantes bajo el gobierno de Aznar, pues tambi¨¦n se puede demonizar cualquier nacionalismo ajeno al que uno profesa
Basta ya, s¨ª
La agresividad verbal y pac¨ªfica de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo y de ?Basta Ya! est¨¢ alcanzando esos niveles de intolerancia hacia quienes no est¨¢n con ellos susceptibles de albergar actitudes de kale borroka de baja intensidad en su entorno. Una cosa es denunciar a ETA por todos los medios y combatir la indiferencia de los que creen que esa lucha no va con ellos, y otra distinta es recurrir a la virulencia a la sovi¨¦tica denunciando p¨²blicamente la supuesta neutralidad del cineasta Julio Medem y su documental La pelota vasca. A prop¨®sito de la ceremonia de entrega de los premios de la Academia del Cine se ha intentado poner en la diana del rechazo social a Medem con una pegatina digna en todo de algunas pintadas de los que convierten en v¨ªctimas a los justamente asociados contra el terrorismo, con una determinaci¨®n agresiva que casi produce parecido espanto.
Tampoco es eso
M¨¢s all¨¢ del chusco episodio de la entrevista de Carod Rovira con dirigentes (en activo o jubilados) de ETA, llama la atenci¨®n el desd¨¦n que el l¨ªder de ERC comparte con Pascual Maragall sobre la caracteriolog¨ªa de los pol¨ªticos madrile?os, o del madrile?o gen¨¦rico. Se ignora si Maragall conserva intactas las pujantes alegr¨ªas que le convirtieron en el mejor alcalde de Barcelona. Pero tal vez Rodr¨ªguez Zapatero deber¨ªa hacerle ver que, a horas de ahora, Aznar y sus fieles m¨¢s directos, castellanos de origen o de adopci¨®n, han conseguido vertebrar como nunca antes desde la guerra civil a una derecha espa?olista que cuenta ya con dos mayor¨ªas absolutas en su haber y que parece dirigirse con tranquilidad hacia la tercera. No parece imprescindible tomarse a broma esa indudable capacidad de cohesi¨®n y de liderazgo. Aunque sea desde la europea y modernista Barcelona. Madrid tambi¨¦n existe.
La vida breve
Dec¨ªa Andr¨¦ Malraux que lo jodido de la muerte es que convierte la vida en destino. Todav¨ªa se han dicho tonter¨ªas mayores. El psicoanalista Jacques Lacan, de vida algo disoluta incluso entre div¨¢n y div¨¢n, dej¨® dicho que amar es dar lo que no se tiene a alguien que no lo quiere. Se ve que se refer¨ªa a la tierna infancia. La veracidad de la opini¨®n de apariencia generalizada respecto de que la vida es corta depende de quien la f¨®rmula. Quienes mueren a los ciento y pico a?os sin memoria ni deseos de sensato cumplimiento, tal vez crean que ya vale con esa broma. Que se sepa, ning¨²n adolescente cree que la vida es breve, ni siquiera los que desean liquidarla cuanto antes. As¨ª que se trata de una parodia de reflexi¨®n adulta, que tiene que ver con un peque?o rosario de instantes felices, y su nostalgia. Aunque tenga su verdad. Si a los 40 se es adulto, y a los 60, anciano, entonces es cierto que la vida dura apenas 20 a?os. Como mucho.
La alegr¨ªa de Moncloa
Esta gente es estupenda. Rodr¨ªguez Zapatero insiste de nuevo en que el Gobierno debe explicar con detalle a santo de qu¨¦ se meti¨® en la destrucci¨®n de Irak, y Javier Arenas, la ceja m¨¢s cinematogr¨¢fica del peperismo, le responde m¨¢s o menos que se lo pregunte a Carod Rovira o a Maragall, a ver si as¨ª se ponen de acuerdo en algo. Y, sin embargo, cada vez est¨¢ m¨¢s claro que Bush, Blair y Aznar, no s¨¦ yo si por ese orden, mintieron, ocultaron informaci¨®n o la deformaron a cuenta de una intervenci¨®n armada de consecuencias m¨¢s devastadoras que el mal que se trataba de evitar. Parece que los ciudadanos norteamericanos sienten aut¨¦nt?ica fobia hacia la mentira cuando se trata de sus gobernantes, por m¨¢s que sus grandes corporaciones financieras o industriales sean adictas a la contabilidad imaginativa. Aqu¨ª se miente tanto o m¨¢s, y encima los responsables se niegan a dar cuentas en el Parlamento.
El caso
Hinojosa
?Recuerdan aquel chiste, seguramente de los a?os del hambre, en que el invitante pide a los invitados que se distribuyan a derecha e izquierda seg¨²n vengan de parte del novio o de la novia, para a?adir que se larguen todos porque lo que se celebra es un bautizo? Pues algo parecido es lo que le ha ocurrido al actor Joaqu¨ªn Hinojosa con su breve paso por la direcci¨®n de Teatres de la Generalitat. Singularidades de car¨¢cter al margen, Hinojosa ven¨ªa de parte de la novia del arte valenciano, que a su vez viene de parte del novio (y ruego que, por favor, no me respondan ni uno ni otro con uno de sus apasionantes articulitos), sin darse cuenta de que se trataba, precisamente, de un bautizo al que no hab¨ªa sido invitado en forma. Vanidad infundamentada y lucha por ocupar espacios de poder han hecho el resto. Caso distinto es que actores se solidaricen con un actor del mont¨®n que, encima, los desprecia.
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