El Parlamento vasco inicia los tr¨¢mites para recurrir la Ley de Extranjer¨ªa

El Parlamento vasco inici¨® ayer los tr¨¢mites para recurrir la Ley de Extranjer¨ªa ante el Tribunal Constitucional. La Junta de Portavoces de la C¨¢mara de Vitoria decidi¨® modificar el orden del d¨ªa del pleno de ma?ana para incluir la proposici¨®n presentada con car¨¢cter urgente por el Gobierno tripartito, PNV, EA e IU-EB. Los partidos del Gobierno vasco consideran que la ley supone "un nuevo retroceso intolerable en los derechos y libertades" de los inmigrantes, y opinan que vulnera su derecho a la intimidad. Esta iniciativa sigue los cauces previstos por la Constituci¨®n, que legitima a los parlamentos y a los ejecutivos de las comunidades para presentar recursos de inconstitucionalidad.

Los sindicatos UGT y CC OO solicitaron ayer a su vez al Defensor del Pueblo que recurra la Ley de Extranjer¨ªa por percibir "visos de inconstitucionalidad" en los art¨ªculos 3 y 66 de la norma, reformada en noviembre de 2003 con los votos en el Congreso de PP y PSOE, y en vigor desde el pasado 21 de diciembre.

A juicio de los sindicatos, estos art¨ªculos "vulneran el derecho a la intimidad

[garantizado por el art¨ªculo 18.4 de la Constituci¨®n], a la igualdad [art¨ªculo 13]

y el contenido esencial de los Derechos fundamentales" de los inmigrantes. Denuncian que la obligaci¨®n de las compa?¨ªas de transporte de proporcionar al Ministerio del Interior los datos de los viajeros no comunitarios (art¨ªculo 66 de la Ley de Extranjer¨ªa) infringe la Ley de Protecci¨®n de Datos. Tambi¨¦n dudan de la constitucionalidad del precepto que permite el acceso de la polic¨ªa al padr¨®n sin consentimiento previo de los afectados (art¨ªculo 3). Los sindicatos temen que los inmigrantes sin papeles no se empadronen, por lo que perder¨ªan el derecho a recibir los servicios b¨¢sicos, como la sanidad.

En marzo de 2001, Enrique M¨²gica se neg¨® a recurrir la anterior reforma. Almudena Fontecha, responsable de Migraciones de UGT, asegur¨® que esta vez "no puede mirar hacia otro lado" ya que la oposici¨®n a esta norma es un "imperativo ¨¦tico".