Un rev¨¦s para la dieta Atkins

Parece que el doctor Robert Atkins no puede descansar ni despu¨¦s de muerto. Se pas¨® la vida defendiendo su controvertida dieta de adelgazamiento a base de un alto consumo de prote¨ªnas y casi cero carbohidratos, para que al final de toda esa lucha se haya muerto gordo. El caso es que su r¨¦gimen se puso de moda en Estados Unidos precisamente despu¨¦s de que ¨¦l falleciera a causa de un resbal¨®n en la calle, y por eso la noticia de su obesidad ha provocado una crisis en la psique colectiva de este pa¨ªs de m¨¢s de 90 millones de gordos, que cre¨ªan haber encontrado en Atkins la receta milagrosa.

Atkins pesaba 113 kilogramos al morir en abril, pero eso s¨®lo se ha sabido esta semana, a ra¨ªz de que una organizaci¨®n m¨¦dica que promueve la alimentaci¨®n vegetariana filtrara la informaci¨®n. Los documentos del m¨¦dico forense que certific¨® su defunci¨®n revelan que el doctor Atkins, adem¨¢s de padecer de sobrepeso, estaba aquejado del coraz¨®n y era hipertenso. Es decir, su salud era el ejemplo contrario de su predicamento, seg¨²n el cual una dieta abundante en carnes, pescados y quesos no s¨®lo quita el hambre, sino que evita que los az¨²cares se conviertan en grasas y obstruyan las arterias.

La documentaci¨®n revela que, adem¨¢s del sobrepeso, Atkins padec¨ªa del coraz¨®n y era hipertenso

El revuelo medi¨¢tico de la gordura de Atkins ha puesto en la picota un negocio millonario, y la respuesta de su viuda y heredera de ese imperio no se ha hecho esperar. Ver¨®nica Atkins, visiblemente encolerizada, ha asegurado que es un golpe bajo de "manipuladores perversos de la verdad". La verdad, dice ella, es que la cardiomiopat¨ªa que le diagnosticaron hace tres a?os a su marido ten¨ªa un origen viral y no se deb¨ªa a la ingesta de grasas. Y el exceso de kilos lo atribuye a la retenci¨®n de l¨ªquidos que se produjo durante la semana que el famoso cardi¨®logo estuvo postrado en una cama de hospital. Atkins pesaba 85 kilos antes de entrar en coma.

Pero ya antes de su muerte hab¨ªa dudas sobre si estaba o no en forma. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, provoc¨® un esc¨¢ndalo cuando hace dos meses se refiri¨® a ¨¦l como "gordo". Luego le pidi¨® disculpas a la viuda, pero el rumor sigui¨® rodando, para delicia de sus numerosos rivales, indigestados por las p¨¦rdidas que les ha ocasionado el ¨¦xito de Atkins.

En la guerra de las dietas de adelgazamiento, Atkins Nutritionals ha conquistado a 25 millones de estadounidenses, de los 32 millones que siguen reg¨ªmenes de prote¨ªnas y limitan el consumo de carbohidratos a unas pocas frutas y verduras, desechando la pasta, el arroz y las patatas. Para Atkins Nutritionals ha representado unas ventas de 200 millones de d¨®lares el a?o pasado, s¨®lo en EE UU, que tienen previsto duplicar este a?o, explicaba ayer a este peri¨®dico Thomas Tendelson, portavoz de la empresa.

El ascenso de Atkins y otras dietas similares ha producido la ca¨ªda en ventas de las industrias de la pasta, la patata y los zumos, entre otras, que han tenido que lanzar campa?as de publicidad millonarias para contrarrestar las p¨¦rdidas. El consumo de patata ha bajado en EE UU un 4,7% en el ¨²ltimo a?o, y el de los zumos de naranja, un 5%. Ambos sectores han destinado cinco y dos millones de d¨®lares, respectivamente, a publicitar las bondades de sus productos.

La ola Atkins ha dado origen tambi¨¦n a un movimiento de reivindicaci¨®n de los carbohidratos, pero tambi¨¦n al surgimiento de la industria low carb (baja en carbohidratos). Incluso Burguer King anuncia la dieta low carb. Y Ketchup se afana en una f¨®rmula similar para su popular salsa de tomate. Igualmente ocurre con las cervezas y las pizzas.

Las asociaciones m¨¦dicas de Estados Unidos siguen divididas sobre los beneficios o perjuicios de la dieta Atkins, a falta de estudios concluyentes en un sentido u otro. Mientras tanto, en un pa¨ªs obsesionado por la imagen parece d¨ªficil que la revelaci¨®n del historial m¨¦dico de Atkins vaya a tener un impacto inmediato en los h¨¢bitos alimenticios.