Prodigioso fest¨ªn de danza
Creada para una sorprendente, inesperada bailarina, la actriz Neve Campbell (no s¨®lo protagoniza el filme, sino que baila, es coautora del gui¨®n y hasta coproductora), The company es un cine ex¨®tico y extra?o. Algo que est¨¢ al tiempo m¨¢s aqu¨ª y m¨¢s all¨¢ de las convenciones de este fil¨®n peculiar que es el ballet cinematogr¨¢fico; que no es documento de nada, aunque no deje al tiempo de serlo; que testimonia el profundo respeto por una forma de arte minoritaria pero apasionante; y que no desde?a, antes al contrario, apoyarse en personajes (en este caso, de ficci¨®n) para dar mejor cuenta de lo que pretende.
The company habla de una bailarina y de su vida -de d¨ªa, en los ensayos; de noche, sirviendo copas en un bar-, de los trabajos, los esfuerzos, las reiteraciones, las infinitas y al tiempo m¨ªnimas variaciones que un movimiento del cuerpo tiene que adquirir para alcanzar la soltura que el core¨®grafo imagin¨® a priori; de lo que cuesta, en suma, montar un espect¨¢culo en vivo. Va de masajes y tiritas, de sudor y tensi¨®n, de m¨²sculos y estiramientos, de duchas y bulliciosas felicitaciones; de camarader¨ªa, de lesiones y de celos.
THE COMPANY
Direcci¨®n: Robert Altman. Int¨¦rpretes: Neve Campbell, Malcolm McDowell, James Franco, Barbara Robertson, Susie Cusack, Lar Lubovitch. G¨¦nero: musical, EE UU, 2003. Duraci¨®n: 112 minutos.
La maestr¨ªa de Robert Altman, cercano ya a los 80 a?os, consiste en rodar una historia m¨ªnima (Campbell y sus circunstancias) sin centrarse jam¨¢s en ella; de mostrar el trabajo de un competente bailar¨ªn trabajando con una compa?¨ªa (en este caso, el Joffrey Ballet de Chicago), pero al mismo tiempo, dando al espectador la ocasi¨®n de darse un impresionante fest¨ªn de danza, un goce para cualquier amante de la belleza a secas.
The company no se parece a ninguna otra pel¨ªcula sobre ballet, pero al tiempo parece contenerlas a todas. Que no abunda en lo mezquino, sino en lo positivo; y que a la postre se muestra como un ejercicio de brillante simplicidad, de suprema elegancia a la hora de captar lo que interesa, la danza y los bailarines..., algo s¨®lo al alcance de un director fiel a su impresionante y prodigioso sentido de la imagen.
Babelia
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