"Marte nos atrae porque relaciona nuestro pasado con nuestro futuro"
Uno de los trabajos m¨¢s apasionantes y divertidos que un ingeniero puede hacer es dedicarse a concebir c¨®mo ir a otros planetas para explorarlos, c¨®mo dise?ar naves espaciales y artilugios capaces de desenvolverse all¨ª. La tarea es tremendamente dif¨ªcil y no admite errores en los momentos cr¨ªticos, como la fase de descenso en otro mundo, porque en el espacio no hay una segunda oportunidad cuando algo falla. Mark Adler, ingeniero y f¨ªsico, jefe de la misi¨®n de los robots todoterreno que se hallan en suelo marciano, se encuentra atareado, sin un minuto que perder. Adler, en su despacho del Jet Propulsion Laboratory (JPL), en Pasadena, ha hecho un hueco esta semana en su intensa agenda cotidiana, pendiente del control de dos veh¨ªculos, de los planes de trabajo de cada uno de ellos y de los sobresaltos que surgen, para hablar en esta entrevista de la misi¨®n, de sus objetivos, de riesgos y dificultades, de la exploraci¨®n de Marte y la colaboraci¨®n con Europa, de robots y de astronautas y de la fascinaci¨®n de la humanidad por el planeta vecino.
"El objetivo de esta misi¨®n es averiguar si existi¨® agua l¨ªquida en Marte y si existe todav¨ªa. Parece que hubo mucha agua fluyendo en la superficie"
"Con estos dos 'rover' hacemos geolog¨ªa para ver si el entorno marciano hace 3.000 millones de a?os era apropiado para la formaci¨®n de vida"
Los dos lugares de los robots son muy diferentes. El 'Spirit' parece que est¨¢ en un terreno compacto; sin embargo, 'Opportunity' est¨¢ en una zona de arena
"Dentro de unos a?os enviaremos una misi¨®n para recoger rocas marcianas y analizarlas aqu¨ª, y llevar a cabo una investigaci¨®n mucho m¨¢s completa"
"Lo que a un robot le lleva semanas, un astronauta lo har¨ªa en una hora. La eficacia de un hombre en Marte, con los equipos adecuados, ser¨ªa superior"
Pregunta. ?Cu¨¢nto tiempo han tardado en preparar esta misi¨®n a Marte?
Respuesta. Arranc¨® en mayo de 2000; as¨ª que tuvimos tres a?os para dise?arla, desarrollarla, construir los equipos, probar todo y estar listos para el lanzamiento en julio del a?o pasado. Luego, durante el viaje de las naves hasta Marte, hemos tenido otros siete meses para seguir prepar¨¢ndonos para operar all¨ª.
P. ?Cu¨¢nta gente ha trabajado para preparar estos robots
y llevarlos a Marte?
R. Unas mil personas aqu¨ª, en JPL, han participado de una manera u otra, y aproximadamente un millar m¨¢s en las empresas contratistas, en todo EE UU, que han construido subsistemas como los airbag
[para amortiguar el impacto final de los m¨®dulos de descenso en la superficie de Marte], los paraca¨ªdas, las c¨¦lulas solares de los veh¨ªculos, diferentes equipos, componentes electr¨®nicos y otros dispositivos... Luego, todo lo hemos ensamblado aqu¨ª, en el JPL.
P. M¨¢s los cient¨ªficos.
R. S¨ª, claro. Muchos investigadores han participado desde el principio, otros se han incorporado para la fase de operaci¨®n en Marte porque necesitamos todo un equipo cient¨ªfico para poder ir viendo los resultados y decidir en cada momento el siguiente paso.
P. ?Qu¨¦ significan Spirit y Opportunity en la estrategia global de exploraci¨®n de Marte de la NASA, que se lanz¨® a mediados de la d¨¦cada pasada?
R. El objetivo concreto de esta misi¨®n es averiguar si existi¨® agua l¨ªquida en Marte en el pasado y si existe todav¨ªa de alguna forma. Por los datos que tenemos parece que hubo mucha agua fluyendo en la superficie. Ahora vemos en el relieve los rasgos de grandes cauces fluviales secos y hay compuestos minerales normalmente asociados al agua. Con estos dos robots
hacemos geolog¨ªa in situ para ver qu¨¦ pas¨® con el agua: si se evapor¨®, si se filtr¨® en el suelo...; se trata de ver si el entorno marciano, hace 3.000 millones de a?os, era apropiado para la formaci¨®n de vida.
P. ?Esto se inscribe en un plan m¨¢s amplio que se va cumpliendo?
R. Con diferentes misiones, con distintos instrumentos cient¨ªficos, con equipos en ¨®rbita tambi¨¦n, vamos logrando m¨¢s y m¨¢s informaci¨®n de las caracter¨ªsticas de Marte. La idea es enviar dentro de unos a?os una misi¨®n para recoger muestras all¨ª, unas rocas marcianas, y traerlas a la Tierra. Esto permitir¨ªa hacer aqu¨ª an¨¢lisis con todo un arsenal de equipos de laboratorio y llevar adelante una investigaci¨®n mucho m¨¢s completa.
P. Si el plan inicial de la NASA de viajes a Marte con robots est¨¢ calculado para 10 a?os, y comenz¨® con las misiones Mars Pathfinder y Mars Global Surveyor, en 1997, estos dos veh¨ªculos suponen el ecuador del programa.
R. S¨ª, realmente es un plan de 10 a?os; pero no lo vemos como algo que tenga un final, sino como un programa que debe continuar hasta 2010 o 2020... tal vez 2030, para ir comprendiendo c¨®mo era Marte en el pasado y si pudo evolucionar la vida all¨ª. Esto puede llevar mucho tiempo.
P. Unos expertos piensan que es muy probable que all¨ª surgiera alguna forma de vida, e incluso que haya podido sobrevivir; para otros no es imposible, pero s¨ª muy poco probable, y m¨¢s a¨²n encontrar pruebas. ?Es usted de los optimistas o de los pesimistas?
R. Supongo que estoy entre los optimistas; pero lo que yo piense no cuenta, lo que cuenta es la realidad, los datos, lo que descubramos. La verdad es que hasta ahora cada misi¨®n a Marte ha cambiado completamente lo que se pensaba antes. La idea que se ten¨ªa de ese planeta vari¨® radicalmente a ra¨ªz de las primeras naves que se enviaron; luego volvi¨® a cambiar con las Viking [dos m¨®dulos de descenso fijos de la NASA que funcionaron durante varios meses en el suelo marciano en los a?os setenta]. Mars Global Surveyor ha vuelto a cambiar las cosas. Espero que tambi¨¦n nuestra misi¨®n con los robots modifique de ra¨ªz la idea que se tiene de Marte. As¨ª que lo que pensemos ahora acerca de si hubo vida no es especialmente ¨²til y adem¨¢s seguramente nuestra idea est¨¦ equivocada. Lo ¨²nico que nos planteamos ahora es que probablemente hubo mucha agua en Marte en el pasado y que la Tierra pudo ser parecida cuando surgi¨® aqu¨ª la vida.
P. ?Al desarrollar esta misi¨®n, han explotado la experiencia de Mars Pathfinder y su peque?o y famoso veh¨ªculo
Sojourner, del a?o 1997?
R. Totalmente. Nos planteamos precisamente capitalizar el ¨¦xito del descenso en Marte de Pathfinder, con la nueva estrategia de ca¨ªda en la superficie con paraca¨ªdas, retrocohetes y airbag al final. Es una parte muy importante de la misi¨®n, y, como parcialmente estaba ya hecha, hemos podido hacer el desarrollo en tan poco tiempo, en tres a?os, cuando lo normal habr¨ªa sido cuatro o cinco. Tambi¨¦n parte de los instrumentos cient¨ªficos de los robots, el m¨¢stil, la c¨¢mara, el brazo rob¨®tico con los equipos de an¨¢lisis cient¨ªficos, los heredamos de otra misi¨®n que estaba prevista para 2001 y que no se realiz¨®. Nuestro cometido era integrar todo eso en los nuevos veh¨ªculos, mucho m¨¢s grandes que el Sojourner.
P. Pero esta misi¨®n tiene un car¨¢cter m¨¢s cient¨ªfico; al fin y al cabo, Pathfinder fue m¨¢s bien una misi¨®n de ingenier¨ªa para ensayar tecnolog¨ªas novedosas de exploraci¨®n planetaria.
R. S¨ª, es cierto, Pathfinder hizo cosas interesantes de ciencia, pero su objetivo primordial era ensayar tecnolog¨ªas y demostr¨® que se pod¨ªa ir al suelo de Marte de forma econ¨®mica y que se pod¨ªa operar con un veh¨ªculo todoterreno
all¨ª. Fue toda una experiencia, y la hemos utilizado a fondo. Mucha gente del equipo de los rover actuales viene de Pathfinder.
P. ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil Marte? M¨¢s de la mitad de las m¨¢s de 30 misiones que se han intentado han fallado.
R. La exploraci¨®n planetaria es dura. En el descenso, por ejemplo, el problema es que todo tiene que funcionar perfectamente, a la primera, nunca tienes una segunda oportunidad, y s¨®lo una cosa que falle, que no est¨¦ bien probada, que descuides, hace fracasar la misi¨®n. Nosotros hemos hecho una enorme cantidad de pruebas y ensayos, hemos dedicado mucho tiempo a comprobar todo.
P. ?Qu¨¦ aprendieron de las dos misiones de 1999 que fracasaron: Mars Climate Observer y Mars Polar Lander?
R. Una de las cosas m¨¢s importantes que aprendimos es que si una misi¨®n falla, si hay problemas en el descenso, ahora queremos estar seguros de tener todos los datos para poder comprender exactamente qu¨¦ ha pasado. [Las dos misiones de 1999 no llevaban sistema de transmisi¨®n de datos durante la llegada a Marte y nunca se supo exactamente qu¨¦ pas¨® con ellas]. Para Spirit y Opportunity montamos dos sistemas diferentes de comunicaci¨®n: uno directamente desde los robots a la Tierra a trav¨¦s de las grandes antenas de la Red de Espacio Profundo, con el que hemos podido seguir toda la secuencia de descenso en el suelo marciano, y otro a trav¨¦s de la Mars Global Surveyor que sigue en ¨®rbita all¨ª. As¨ª asegur¨¢bamos que si algo hubiese fallado habr¨ªamos sabido exactamente qu¨¦.
P. Eso ha sucedido con el m¨®dulo brit¨¢nico Beagle, que se perdi¨® al caer en Marte el pasado 25 de diciembre y nadie sabe qu¨¦ pudo pasarle. ?Cual es su opini¨®n sobre el Beagle?
R. No tengo ni idea, no he tenido una relaci¨®n directa con la gente de Beagle como para saber c¨®mo se dise?o y c¨®mo se prob¨® y comprob¨® todo. Seguro que est¨¢n intentando averiguar qu¨¦ pas¨®, pero no tienen datos del descenso, as¨ª que me parece muy dif¨ªcil que lleguen a saberlo con exactitud.
P. Y la misi¨®n Mars Express, de la Agencia Europea del Espacio, ?qu¨¦ le parece?
R. Es fant¨¢stica. Hemos visto ya im¨¢genes incre¨ªbles de la c¨¢mara est¨¦reo de alta resoluci¨®n y espero que haya muchas m¨¢s. Mars Express va a dar informaci¨®n estupenda, y adem¨¢s es complementaria con nuestra misi¨®n. Hemos hecho ya experimentos conjuntos: Mars Express observando el lugar donde est¨¢ el Spirit y ¨¦ste mirando al cielo al mismo tiempo que pasa la nave europea. Esto nos proporciona datos desde la ¨®rbita sobre el sitio donde estamos, y los datos del robot sirven a Mars Express porque proporcionan informaci¨®n sobre c¨®mo es el sitio concreto y as¨ª puede relacionarlo con el resto del planeta que est¨¢ viendo. Tenemos mucha colaboraci¨®n.
P. As¨ª que ustedes dan la bienvenida a los europeos en Marte.
R. ?Por supuesto! Cuantos m¨¢s instrumentos enviemos a Marte, m¨¢s capacidad y m¨¢s informaci¨®n tendremos. Compartimos todos los datos cient¨ªficos.
P. ?Han solucionado ya completamente los problemas del ordenador del Spirit, que mantuvo a todo el mundo en vilo hasta la semana pasada?
R. S¨ª, era un problema con el sistema de archivos de la memoria flash, que estaba provocando un exceso de uso de la memoria RAM y el veh¨ªculo se paraliz¨®. Comprendimos el problema y lo solucionamos cambiando todo el modo de trabajo del ordenador. Ahora funciona perfectamente.
P. ?Era un problema de dise?o del software?
R. B¨¢sicamente, s¨ª. No nos dimos cuenta de que los recursos del ordenador que pod¨ªamos utilizar eran limitados. Hab¨ªamos hecho todos los ensayos en fases de hasta 10 d¨ªas de funcionamiento y el problema del Spirit surgi¨® a los 18 d¨ªas. La verdad es que ten¨ªamos un tiempo limitado de pruebas y nunca nos surgi¨® ese problema.
P. ?Hay alg¨²n responsable concreto? ?Alguien va a tener serios problemas por esto?
R. Bueno... todos somos responsables. Lo importante es que hemos recuperado el veh¨ªculo;la gente que comprendi¨® el problema y lo ha solucionado lo ha hecho realmente muy bien.
P. ?Con Opportunity no se ha dado el fallo?
R. No, porque nos dio tiempo a evitarlo antes de que apareciera, antes de los 18 d¨ªas.
P. ?C¨®mo van ahora los dos robots?
R. Estupendamente. Esta semana, Oportunity est¨¢ examinando una roca dentro del cr¨¢ter donde cay¨® al llegar a Marte. Ha descubierto cosas interesantes, inesperadas, y va a dedicar unos d¨ªas a investigar. Spirit ha empezado a recorrer Marte y tiene un largo camino hasta un cr¨¢ter, tardar¨¢ unas cuantas semanas en llegar y se ir¨¢ parando para hacer an¨¢lisis.
P. Parece que se han tomado con mucha calma lo de sacar al Opportunity del cr¨¢ter donde cay¨®. ?Es una maniobra peligrosa?
R. No es que sea peligrosa, es que hay que valorar muy bien la situaci¨®n para tomar el mejor camino de salida, con la pendiente m¨¢s apropiada, con el mejor ¨¢ngulo. Lo que puede pasar es que no lo logre al primer intento. Estamos viendo c¨®mo atacar el ascenso de la mejor forma, sin arriesgar el veh¨ªculo. Puede patinar, porque est¨¢ en una zona arenosa, es como montar en bicicleta por una playa.
P. ?Se parece el suelo marciano al terrestre?
R. Bueno... los dos lugares de descenso de los dos veh¨ªculos son muy diferentes. En el cr¨¢ter Gusev, Spirit no tiene peligro de que las ruedas patinen porque parece un suelo compacto; sin embargo, Opportunity est¨¢ en una zona de arena.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s arriesgado de la misi¨®n?
R. Sin duda, el descenso sobre la superficie de Marte. S¨®lo tienes cinco minutos para que el m¨®dulo pase de una velocidad de 12.000 millas por hora a cero. Y en esos cinco minutos tiene que ir cumpli¨¦ndose un mont¨®n de procesos con exactitud. Sin embargo, nuestros dos descensos han ido estupendamente, los impactos fueron mucho m¨¢s suaves de lo que esper¨¢bamos, los m¨®dulos estaban dise?ados para aguantar m¨¢s.
P. ?Ha habido suerte?
R. Ha habido un poquito de suerte y much¨ªsimo trabajo duro.
P. Y una vez en el suelo marciano, ?cu¨¢l es el mayor riesgo al desplazarse por all¨ª?
R. Si no tuvi¨¦ramos mucho cuidado podr¨ªamos enviar ¨®rdenes a los veh¨ªculos que pudieran suponerles da?os. De todas formas, llevan un sistema de navegaci¨®n y c¨¢maras para evitar obst¨¢culos y protegerse.
P. Supongo que una roca la pueden ver estos robots con cierta facilidad y evitarla, pero ?c¨®mo pueden evitar caer en una zanja o en un agujero?
R. El robot sabe c¨®mo evitar rocas y zanjas: si no ve el suelo delante de ¨¦l es que puede haber una zanja y se detiene, aunque probablemente ser¨ªa m¨¢s peligroso que una roca.
P. ?Qui¨¦n decide la ruta de los robots: los cient¨ªficos que se?alan los objetivos a analizar o los ingenieros que los dirigen?
R. Los cient¨ªficos se?alan a d¨®nde quieren ir y los ingenieros deciden c¨®mo ir, qu¨¦ obst¨¢culos hay, cu¨¢l es el camino m¨¢s seguro, a qu¨¦ ritmo hay que desplazarse...
P. ?Qu¨¦ ventajas y qu¨¦ desventajas tendr¨ªa un viaje con astronautas para una misi¨®n as¨ª en comparaci¨®n con los robots?
R. La ventaja es muy clara: lo que a uno de estos veh¨ªculos todoterreno le lleva varias semanas, un astronauta lo har¨ªa en una hora. La diferencia de tiempo empleado es enorme; la eficacia de un astronauta en Marte, con los equipos adecuados, ser¨ªa muy superior. Una persona puede explorar el cr¨¢ter como en el que est¨¢ Opportunity en un d¨ªa y el robot va a necesitar un par de semanas. Con astronautas cient¨ªficos la productividad de la misi¨®n se multiplicar¨ªa por un factor cien; pero, claro, el coste de una misi¨®n tripulada tambi¨¦n se multiplicar¨ªa por un factor enorme.
P. ?Un robot puede hacer cosas m¨¢s arriesgadas? Al fin y al cabo se trata de una m¨¢quina y no esta en juego la vida de una persona.
R. Depende de cu¨¢nto riesgo quieras asumir con un robot. Y los astronautas... seguramente si les pregunta, estar¨ªan dispuestos a asumir m¨¢s riesgo de lo que creemos. Lo que hay que valorar es cu¨¢nto dinero se est¨¢ dispuesto a invertir en la exploraci¨®n de Marte y cu¨¢l ser¨ªa el retorno cient¨ªfico. Las misiones tripuladas necesitan equipos mucho mayores y un mont¨®n de sistemas para sobrevivir, as¨ª que la magnitud se multiplica en comparaci¨®n con las misiones rob¨®ticas.
P. ?Por qu¨¦ a tanta gente, cient¨ªficos y profesionales del espacio o meros aficionados, le fascina Marte?
R. Marte tuvo muchas similitudes con la Tierra en el pasado, as¨ª que hay una conexi¨®n, un lazo de relaci¨®n entre los dos planetas. Por otra parte, parece ser el ¨²nico lugar del sistema solar que el hombre podr¨ªa colonizar. Podemos desarrollar capacidades para vivir en Marte, aunque sea un reto, y si algo le sucediese a la Tierra, ese otro planeta permitir¨ªa a la humanidad sobrevivir. As¨ª que Marte nos atrae porque est¨¢ relacionado con nuestro pasado y con nuestro futuro, por eso lo tratamos como a ning¨²n otro planeta del sistema solar.
Ingeniero, f¨ªsico y cobaya de laboratorio
DESDE QUE el primero de los robots de la misi¨®n, Spirit, lleg¨® a la superficie de Marte el 4 de enero, Adler lleva un reloj en cada mu?eca. "Uno, con la hora de Marte; el otro, la de la Tierra", dice. "Ahora son las 5.50 horas en el cr¨¢ter Gusev [donde est¨¢ el Spirit] y las 17.50 horas en Meridiani Planitia
[donde est¨¢ el Opportunity]".
Junto al reloj con la hora terrestre lleva otro artilugio. "Mide mi ritmo de sue?o y de actividad y forma parte de una investigaci¨®n de la NASA para ver c¨®mo nos adaptamos a vivir con el horario marciano. Lo llevamos unas 30 personas de la misi¨®n, que somos como cobayas de laboratorio. La verdad es que yo duermo cuando los rover duermen y trabajo cuando est¨¢n despiertos".
Adler, ingeniero y f¨ªsico, de 44 a?os, lleva 12 en el Jet Propulsion Laboratory (JPL). De respuestas r¨¢pidas y precisas, s¨®lo vacila unos segundos antes de decir su edad y el tiempo que lleva en JPL, casi como si tuviera que traducir el a?o marciano (687 d¨ªas) y el d¨ªa marciano (24 horas y media) al calendario local.
El JPL parece ahora volcado en Marte. Pero no es esta la ¨²nica misi¨®n planetaria, ni mucho menos, que tiene el centro ni es la primera vez que env¨ªa artefactos a Marte.
Este laboratorio, dirigido por el Instituto de Tecnolog¨ªa de California (Caltech), es el mejor centro cient¨ªfico y de ingenier¨ªa del mundo especializado en exploraci¨®n planetaria con robots, es decir, con misiones sin astronautas. Aqu¨ª nacieron las misiones Pioneer y Voyager que recorrieron el sistema solar exterior y est¨¢n ahora saliendo del mismo. Venus, J¨²piter, cometas y Marte han sido destinos de sus naves en el pasado,y ahora est¨¢n pendientes de otras como la Cassini, que llega este a?o a Saturno, o la Stard
ust, que acaba de tomar muestras de un cometa y las trae a la Tierra.
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