Crecimiento con poca base
La d¨¦bil y lenta recuperaci¨®n del mercado laboral cuestiona la fuerte progresi¨®n econ¨®mica de Estados Unidos
La debilidad del mercado laboral contradice la fuerte progresi¨®n del PIB y, junto a la erosi¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, cuestionan la calidad del repunte en EE UU y los fundamentos sobre los que se sustenta. Por eso los analistas se preguntan si el motor de la mayor potencia del mundo est¨¢ empezando a derrapar otra vez o si, por el contrario, ha entrado en una fase de crecimiento estable.
George W. Bush no podr¨¢ quitarse de encima la losa de los casi tres millones de puestos de trabajo destruidos bajo su mandato
Hasta ahora se dec¨ªa que la recesi¨®n comenz¨® a gestarse en Estados Unidos en marzo de 2001 y que se prolong¨® durante ocho meses, hasta noviembre de ese mismo a?o. Pero los economistas confirman ahora, tras revisar los datos oficiales, que la recesi¨®n arranc¨® al final de la Administraci¨®n de Clinton, en noviembre o diciembre de 2000, y no tras la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca, en enero de 2001. "El boom se produjo con Clinton, y ese boom gener¨® el colapso", explica Victor Zanowitz, miembro de la Oficina Nacional de Estudios Econ¨®micos.
Pero la losa que Bush no podr¨¢ quitarse de encima es la de los casi tres millones de empleos destruidos bajo su mandato. La erosi¨®n en el mercado laboral comenz¨® en marzo de 2001 y las cosas no parece que vayan a cambiar antes del verano. La Administraci¨®n de Bush confiaba en corregir la situaci¨®n a tiempo para las elecciones de noviembre, aprovechando el fuerte tir¨®n del crecimiento. Pero el mercado laboral est¨¢ estancado y la mejora del paro es virtual, porque la poblaci¨®n activa se redujo de forma dram¨¢tica en 309.000 personas en diciembre.
El Gobierno estadounidense ha conseguido que el ¨ªndice de desempleo se quede este a?o en el 5,6% y estima que el pr¨®ximo bajar¨¢ hasta el 5,4%. El paro se mantendr¨¢ por encima del 5% hasta 2009, seg¨²n los c¨¢lculos gubernamentales. La debilidad del mercado laboral contradice la fuerte progresi¨®n del PIB y, junto a la erosi¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, cuestionan la calidad del repunte en EE UU y los fundamentos sobre los que se sustenta. Por eso los analistas se preguntan si el motor de la mayor potencia del mundo est¨¢ empezando a "derrapar" otra vez o si, por el contrario, ha entrado en una fase de crecimiento estable.
El debate comenz¨® cuando el Departamento de Comercio cifr¨® en el 4% del PIB la tasa de crecimiento durante el cuarto trimestre de 2003. Para cualquier econom¨ªa ese dato ser¨ªa considerado como excelente, incluso para EE UU en una situaci¨®n normal. Pero esa cifra refleja un fuerte retroceso frente al 8,2% registrado tres meses antes y, adem¨¢s, se qued¨® un punto por debajo de las previsiones de los analistas.
La previsi¨®n es que la econom¨ªa de EE UU crezca durante el primer trimestre de este a?o entre un 4,4% y un 5% del PIB, en funci¨®n de la evoluci¨®n del consumo. La tasa media de crecimiento para 2004 se estima en el 3,9%, frente al 3,1% de 2003. La Casa Blanca es m¨¢s optimista, y en su proyecto de presupuesto eleva esa tasa hasta el 4,4% en 2004. Para los a?os sucesivos se prev¨¦ una subida del 3,6% del PIB en 2005, un 3,4% en 2006, un 3,3% en 2007 y un 3,2% en 2008.
Hasta hace unos meses, los recortes fiscales y los bajos tipos de inter¨¦s animaron a los consumidores a lanzarse a comprar bienes. La productividad y un uso m¨¢s flexible del empleo, entre tanto, se han hecho cargo de las demandas del crecimiento. Los pr¨®ximos meses ser¨¢n determinantes para saber cu¨¢l es el verdadero estado de forma de la econom¨ªa de EE UU. Los analistas dicen que podr¨ªan compartir estas estimaciones siempre que se mantenga alto el nivel de consumo, de donde se alimentan dos tercios de la actividad econ¨®mica del pa¨ªs.
Pero esa f¨®rmula ya no vale, seg¨²n el economista jefe del banco de inversiones Wells Fargo, Sung Won, porque los estadounidenses son m¨¢s celosos ahora con el dinero. "La econom¨ªa estadounidense tiene dos motores", explica, " si las empresas no est¨¢n dispuestas a contratar a nuevos empleados, el consumo se mantendr¨¢ bajo". La Reserva Federal se?ala adem¨¢s que mientras la econom¨ªa siga sin generar empleo, las tasas de inflaci¨®n se mantendr¨¢n muy bajas.
La autoridad monetaria vincula, de hecho, la futura subida de los tipos en EE UU a la evoluci¨®n de los precios y a una mejora real del mercado laboral. Por eso, los analistas del banco de inversiones UBS no creen que se produzca un cambio de pol¨ªtica antes de mediados de a?o. En este sentido, se?alan que la Reserva Federal se est¨¢ preparando para dar un golpe de tim¨®n en agosto con un primer incremento de un cuarto de punto (1,25%) y medio m¨¢s a final de a?o (1,75%). Los mercados est¨¢n muy nerviosos ante esta eventualidad, a pesar de que desde la Reserva se clame paciencia.
Munici¨®n electoral
Desde las filas dem¨®cratas ya se est¨¢n utilizando estos datos como munici¨®n electoral para cargar contra la gesti¨®n de Bush. "Un crecimiento de esta envergadura deber¨ªa ir acompa?ado por una r¨¢pida creaci¨®n de empleo", afirma el representante en el Comit¨¦ Econ¨®mico del Congreso, Pete Stark. De hecho, el PIB creci¨® durante el ¨²ltimo semestre del a?o un 6,1% y en ese periodo se crearon poco m¨¢s de 250.000 empleos. La firma Challenger, Gray & Christmas indica que ese ritmo de creaci¨®n de empleo es el que deber¨ªa verse cada mes si de verdad se apuesta por recuperar al mercado laboral de la crisis en un a?o.
Hay otro indicador que despierta las dudas sobre la fortaleza de la econom¨ªa estadounidense y que preocupa al banco central de EE UU ante un posible golpe de tim¨®n en su pol¨ªtica: la dram¨¢tica degradaci¨®n de las finanzas p¨²blicas. El d¨¦ficit presupuestario alcanzar¨¢ este a?o los 521.000 millones de d¨®lares, frente al super¨¢vit de 127.000 millones que hered¨® de Bill Clinton. Bush asegura que gracias a los ingresos fiscales que generar¨¢ la recuperaci¨®n econ¨®mica y una mayor disciplina de gasto, los n¨²meros rojos podr¨¢n reducirse a la mitad en cinco a?os.
Pero los analistas se muestran muy esc¨¦pticos con este objetivo mientras la Casa Blanca opte por un presupuesto de guerra en el que se potencia el gasto en seguridad y defensa. El presidente del Cato Institute, William Niskanen, asegura que lo que dice Bush "no es cre¨ªble". Es m¨¢s, en el plan presupuestario se constata incluso que en la hip¨®tesis m¨¢s optimista de crecimiento, el d¨¦ficit seguir¨¢ siendo muy alto. Y desde el banco de inversiones UBS a?aden que, como consecuencia, el valor de d¨®lar seguir¨¢ d¨¦bil.
El problema est¨¢ precisamente en que no se habr¨¢ resuelto el mal para 2009. ?se ser¨¢ el a?o en el que llegar¨¢ la gran ola de jubilaciones del babyboom. "Es como un puro que est¨¢ a punto de explotar", afirma Robert Bixby, de Concord Coalition. "La visi¨®n es muy estrecha y se est¨¢n ignorando los costes en a?os posteriores", explica. No ser¨¢, en todo caso, un problema para Bush si gana otra vez en las urnas. Pero desde los dem¨®cratas tampoco hacen propuesta para corregir el tiro.
![Colin Powell, George W. Bush y Donald Rumsfeld, anuncian las l¨ªneas presupuestarias.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DOH275NPDSETZSCPS7SFTLNGFI.jpg?auth=300f85f514df660ad46680c37901d3adfca2ba1bf52f8caa5a0207de17e46de7&width=414)
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