"La televisi¨®n obliga a ser m¨¢s imaginativo"

Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Deusto, abandera el equipo cient¨ªfico que ha confeccionado la serie de TVE Memoria de Espa?a, una ambiciosa producci¨®n que avanza cronol¨®gicamente desde la prehistoria hasta la implantaci¨®n del euro. Confiesa que ha sido "un trabajo arduo y sumamente enriquecedor", compartido con sus colegas Jaime Alvar, Salvador Claramunt y Ricardo Garc¨ªa C¨¢rcel. Uno de cada cuatro espectadores (alrededor de 4,5 millones) ha seguido los dos primeros cap¨ªtulos de esta vasta y compleja retrospectiva hist¨®rica.

Pregunta. ?Est¨¢ satisfecho del resultado de la serie?

Respuesta. El principal objetivo de los historiadores y los realizadores era atraer al gran p¨²blico, hacer que la historia llegue a los ciudadanos y sea un instrumento de mejora de la sociedad. La ¨²nica forma de conseguirlo es que te vean. Pretend¨ªamos entretener, instruir y deleitar. Tambi¨¦n presentar un producto que acabe con la imagen de la historia como algo prolijo y desestructurado.

P. A tenor de los resultados de los dos primeros episodios parece que han conseguido los objetivos.

R. Los datos impresionan, y meterse en tantos hogares a?ade responsabilidad. El buen arranque de la serie ofrece expectativas de mejores resultados a medida que avance la narraci¨®n.

P. ?C¨®mo se mantiene el pulso narrativo?

R. Hemos hecho grandes s¨ªntesis. La narraci¨®n ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil a medida que la prehistoria se convierta en historia y el espectador tenga referencias m¨¢s pr¨®ximas.

P. ?Se puede concentrar la historia de Espa?a en 27 cap¨ªtulos?

R. De la misma manera que se concentra en un libro. Los historiadores debemos ejercitarnos en el dif¨ªcil arte de la s¨ªntesis. Lo importante no es contarlo todo, sino lo fundamental y establecer relaciones causa-efecto.

P. ?Hasta qu¨¦ punto constri?e el medio televisivo?

R. Hace que el historiador tenga que imaginar situaciones y abandonar ideas abstractas, que se plasman con mayor facilidad en un libro. La televisi¨®n obliga a ser m¨¢s imaginativo. La historia es la ciencia s?ocial m¨¢s antigua y prestigiosa. Hay que transmitirla y saber contarla en los soportes audiovisuales. El siglo XX es el siglo de la imagen, y habr¨¢ un momento en el que no se podr¨¢ contar la historia sin im¨¢genes.

P. ?Ha dispuesto de recursos suficientes?

R. TVE ha hecho un gran esfuerzo. Han participado grandes equipos de realizadores. Adem¨¢s, existe mucho material: pel¨ªculas y documentos que se pueden aprovechar para construir una narraci¨®n atractiva. Lo m¨¢s dif¨ªcil ha sido la historia contempor¨¢nea. De hecho, los siglos XIX y XX ocupar¨¢n nueve cap¨ªtulos.

P. ?Se podr¨ªa exportar Memoria de Espa?a a otros pa¨ªses?

R. Es exportable, y ser¨¢ exportada. El lenguaje audiovisual es universal, y los guiones son v¨¢lidos para cualquier ciudadano interesado por la historia.

P. ?C¨®mo encaja las cr¨ªticas vertidas por determinados partidos pol¨ªticos nacionalistas?

R. La historia es un material f¨¢cilmente manipulable. Entiendo las advertencias desde la buena voluntad de algunos partidos. Pero la serie responde a la pluralidad. Combina el rigor universitario con la vocaci¨®n de multitud. El verdadero problema es mantener los cinco millones de televidentes.

P. ?Qu¨¦ representa esta serie en un panorama audiovisual tan pobre como el actual?

R. Es el tipo de productos que habr¨ªa que exigirle a una televisi¨®n p¨²blica.