Le Pen culpa a Chirac del veto a su candidatura en las regionales

Jean-Marie Le Pen, l¨ªder del ultraderechista Frente Nacional, pretende celebrar su ¨²ltimo combate electoral en la regi¨®n Provenza-Alpes-Costa Azul, que aspira a presidir tras las elecciones de marzo. Sin embargo, no ha podido demostrar que resida en ese territorio y le falta el documento acreditativo del pago de impuestos, necesario para formalizar la candidatura. Le Pen atribuye a "lo m¨¢s alto" las ¨®rdenes para torpedearle y se?ala al "palacio del El¨ªseo" -donde reside el presidente, Jacques Chirac-.

Le Pen, que manifiestamente vive en Saint Cloud (suroeste de Par¨ªs), sostiene que ¨¦l es el verdadero titular del alquiler de la sede de su partido en Niza. Pero la "tasa sobre la vivienda" de ese local -un impuesto obligatorio para todo arrendatario- figura a nombre del partido y no de su l¨ªder, por lo que la Administraci¨®n fiscal se ha negado a certificarle el pago del impuesto. Un tribunal ha rechazado el recurso de Le Pen por "atentado a las libertades fundamentales".

La actuaci¨®n de Le Pen recuerda el victimismo desencadenado en v¨ªsperas de las presidenciales de 2002, cuando aseguraba que sus adversarios hab¨ªan dado ¨®rdenes a los cargos electos para que no firmaran la presentaci¨®n de su candidatura. Las 500 firmas necesarias aparecieron en el ¨²ltimo momento y Le Pen pudo concurrir a las elecciones en que bati¨® al socialista Lionel Jospin en la primera vuelta y se midi¨® con el propio Chirac en la segunda. Muchos suponen que el ultraderechista se ha guardado alguna carta para legalizar la nueva candidatura a ¨²ltima hora. Mientras tanto ocupa los medios con el relato de sus cuitas frente al "sistema".

"Pasar por un m¨¢rtir"

"Le Pen quiere pasar otra vez por un m¨¢rtir", advierte Marie-George Buffet, secretaria nacional del Partido Comunista. El socialista Michel Vauzelle, presidente saliente de la regi¨®n Provenza-Alpes-Costa Azul, que aspira a ser reelegido, subraya que toda esta "peripecia" permite a Le Pen "aparecer todos los d¨ªas en los peri¨®dicos". Le Pen cifra sus esperanzas en enfrentarse a ¨¦ste en la segunda vuelta, pese a que la lista de la UMP aparece en cabeza de los sondeos para la primera, con el 31%, frente al 28% de la coalici¨®n de socialistas, comunistas y ecologistas, y el 22% del propio Le Pen. Todo depende ahora del prefecto (delegado del Gobierno), que el pr¨®ximo d¨ªa 27 ha de dar por v¨¢lidas las candidaturas.

La polvareda ha hecho que pase casi inadvertida la noticia de que el fiscal pidi¨® el viernes pasado una condena de dos meses de c¨¢rcel para Le Pen (sin obligaci¨®n de cumplimiento) y un a?o de inhabilitaci¨®n para cargos electivos, por "incitaci¨®n al odio racial", a causa de unas declaraciones publicadas por Le Monde en abril de 2003, en las que dec¨ªa que los musulmanes mandar¨¢n en Francia el d¨ªa en que sean 25 millones y no 5 millones (como ahora), momento en que los franceses tendr¨¢n que caminar humillados y bajando los ojos. Le Pen ha reaccionado a esta petici¨®n de la fiscal¨ªa con ataques a las "oficinas de la extrema izquierda" y a los "colaboracionistas" de las ligas de derechos humanos y asociaciones antirracistas.