S¨ª a la libertad ideol¨®gica y de investigaci¨®n
El autor afirma que la negativa del PP a dar ayudas a la investigaci¨®n ya no es noticia, pero s¨ª que se cuestione el "pluralismo cient¨ªfico e ideol¨®gico" de 87 investigadores
El Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Juan Costa, a la saz¨®n cabeza de lista del PP por Castell¨®n, deneg¨® hace unas semanas, y as¨ª lo recogi¨® EL PA?S y la Ser el pasado 9 de febrero adem¨¢s de otros medios de comunicaci¨®n, una ayuda para un proyecto de investigaci¨®n que pretend¨ªa formalizar -porque de hecho ya funciona- una red tem¨¢tica sobre derechos humanos de ¨¢mbito estatal. La solicitud la hicimos 87 investigadores de 12 universidades espa?olas, entre ellas la Universitat de Val¨¨ncia a trav¨¦s del Grupo de Estudios sobre Ciudadan¨ªa, Inmigraci¨®n y Minor¨ªas que dirigen Javier de Lucas y Mar¨ªa Jos¨¦ A?¨®n y del que formo parte. Hasta aqu¨ª, naturalmente nada que decir, salvo la frustraci¨®n, compartida por muchos investigadores espa?oles en los ¨²ltimos a?os, por no conseguir un apoyo que consideramos merecido, justificado y sobre todo muy conveniente para la sociedad espa?ola; m¨¢s si la materia es especialmente importante, como es el caso. Podr¨ªa decirse incluso que a fuerza de repetirse, la negativas a ayudar a la investigaci¨®n universitaria por parte de los Gobiernos del PP ya no son noticia. La noticia se produce cuando se entra en los "argumentos" que utiliz¨® el Ministerio, a trav¨¦s de un grupo de "expertos independientes", para "justificar" su "no". Y recordar¨¦ s¨®lo una de esas (sin)razones, por su especial gravedad. El Ministerio y sus expertos dicen, se atreven a decir, que el proyecto no recoge el imprescindible "pluralismo cient¨ªfico e ideol¨®gico" (sic). Tremendo argumento viniendo de quien viene, te¨®ricos del pensamiento ¨²nico y nihilistas de la muerte de las ideolog¨ªas -por cierto, no les vendr¨ªa mal de entrada un curso de l¨®gica elemental en donde se ense?e a no afirmar una cosa y la contraria-. Es un argumento que para m¨¢s INRI dirigen nada menos que a 87 investigadores (muchos de ellos dedicados al estudio y la defensa de los derechos humanos desde hace m¨¢s de 30 a?os) de 12 universidades espa?olas, entre las que se encuentran, adem¨¢s de Val¨¨ncia, la Carlos III de Madrid, Sevilla, Zaragoza, Santander, Tarragona, Oviedo o Le¨®n, por s¨®lo citar algunas.
Es verdad que todos los investigadores firmantes tenemos profundas convicciones democr¨¢ticas; aqu¨ª acaba nuestra com¨²n ideolog¨ªa. Tambi¨¦n es cierto que estamos particularmente interesados por la investigaci¨®n en derechos humanos, y todo esto nos une sin duda. Al tiempo, naturalmente, no agotamos (?faltar¨ªa m¨¢s!) la representaci¨®n del pensamiento democr¨¢tico. Algunos de los nombres propios referidos en su respuesta por el Ministerio que a su juicio deber¨ªan estar tambi¨¦n en la red son buenos ejemplos; incluso, entre ellos hay buenos amigos que han colaborado en no pocos proyectos con muchos de nosotros. Pero mucho me temo que no son ¨¦stas las ausencias que preocupan al Ministerio y a sus asesores, aunque hagan un uso maniqueo de ellas, sino m¨¢s bien otras. ?Cu¨¢les entonces?.
?Est¨¢ pensando el Ministerio quiz¨¢ en los intelectuales de una guerra ilegal y profundamente injusta como la de Iraq?; ?si al menos hubieran tenido la grandeza de pedir perd¨®n por su ingenuidad o por su complicidad con una acci¨®n plagada de mentiras incompatibles con la democracia!. S¨®lo hicieron un esfuerzo para pedir una democracia sin ira(q) a trav¨¦s de un manifiesto desde esa Fundaci¨®n, la FAES, que presidir¨¢ Aznar a tiempo completo despu¨¦s del 14 de marzo. ?O se trata sin m¨¢s de los art¨ªfices de la LOU?. Quiz¨¢ s¨®lo son estos los que faltan. Claro que tambi¨¦n pueden ser los que vinculan la violencia de g¨¦nero con revoluciones sexuales, o los que ven en los abusos a menores "menudencias", o los que defienden la prohibici¨®n de la clonaci¨®n como anta?o lo hac¨ªan con el divorcio, tal vez porque pensaban que era obligatorio.
La gente del cine, con la magn¨ªfica Mercedes Sampietro a la cabeza, reivindicaban hace unas semanas, con toda la raz¨®n, libertad de expresi¨®n y respeto, que incluye naturalmente el apoyo, para las creaciones art¨ªsticas; los investigadores espa?oles tambi¨¦n lo hacemos: libertad de investigaci¨®n y libertad ideol¨®gica, s¨ª, sin hipotecas ni chantajes partidarios, con la ¨²nica gu¨ªa (la ¨²nica compatible con un pueblo adulto como dir¨ªa el Kant del que celebramos ahora el bicentenario de su muerte, a veces con mucha grandilocuencia y poca convicci¨®n) de la Raz¨®n, del trabajo y del compromiso firme con la democracia, el pluralismo y los derechos humanos. ?Andemos de una vez por todas sin muletas y acabemos con esa Espa?a inferior que ora y embiste, cuando se digna a usar la cabeza (Antonio Machado dixit).
?Nos van a ayudar a hacerlo?.
Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez-Uribes es profesor titular de Filosof¨ªa del Derecho y Miembro del Grupo de Estudios sobre Ciudadan¨ªa, Inmigraci¨®n y Minor¨ªas de la Universitat de Val¨¨ncia.
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