Una tarde para olvidar
Aunque hubo toros para triunfar, s¨®lo hubo detalles de los matadores y, m¨¢s bien, fue una tarde para olvidar.
Como el fiero primero de Manolo Mej¨ªa calamocheaba, su muleteo no tuvo reposo y fue atropellado. A su bravo segundo lo capote¨® con quietud. Aunque abus¨® varias veces del pico, tore¨® con temple y mand¨® al fijo oponente. En un pase fue prendido violentamente y recibi¨® un fuerte golpe en el muslo izquierdo y en la ingle derecha.
Con su noble primero, Mario del Olmo traste¨® con gusto por el derecho pero no supo estructurar la faena. Camin¨¢ndole, meti¨® a la sarga a su pujante segundo y cuando esper¨¢bamos una faena se le acab¨® la decisi¨®n y la entrega.
Con el manso y soso de su confirmaci¨®n, Christian Ortega demostr¨® voluntad pero no logr¨® ligar sus naturales por lo suelto del bicho. Con su fiero segundo se luci¨® con el capote y con las banderillas, al colocar el primer par en todo lo alto, y el tercero, al viol¨ªn. Con la pa?osa se le vio que a¨²n est¨¢ muy verde.
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