"Dijimos que pod¨ªa haber armas, no que las hubiera"

El ex inspector jefe de la ONU en Irak, el sueco Hans Blix, de 74 a?os, asegur¨® ayer en una entrevista en el programa Hoy por hoy de la cadena SER que las inspecciones estaban funcionando, que hubiera sido deseable disponer de m¨¢s tiempo para terminarlas y que la mayor¨ªa del Consejo de Seguridad no aprob¨® la guerra. A la pregunta de si fallaron los servicios de espionaje de EE UU y Reino Unido o hubo manipulaci¨®n por parte de sus Gobiernos, respondi¨®: "Creo que las dos cosas".

El diplom¨¢tico sueco considera que la resoluci¨®n 1.441, adoptada por unanimidad el 8 de noviembre de 2002, no era una aprobaci¨®n de la guerra, tal y como defiende Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. "Eso es lo que dec¨ªan Estados Unidos y el Reino Unido; los franceses no compart¨ªan ese punto de vista y la mayor¨ªa del Consejo de Seguridad, tampoco". Blix record¨® que EE UU, Reino Unido y Espa?a redactaron un nuevo borrador, que recog¨ªa ese automatismo pero que nunca fue sometido a votaci¨®n "porque sab¨ªan que no iban a obtener la mayor¨ªa". Blix cree que exist¨ªa esa mayor¨ªa pero "en contra de autorizar la guerra".

Blix afirm¨® en la entrevista que las inspecciones dirigidas por ¨¦l estaban funcionando, sobre todo desde finales de enero, (cuando "los iraqu¨ªes se volvieron hiperactivos"),y que "hubiera sido deseable disponer de m¨¢s tiempo". "En ning¨²n caso", a?adi¨®, "estaban en un callej¨®n sin salida". El diplom¨¢tico record¨® que antes de la guerra, sus inspectores hab¨ªan demostrado "que una buena parte de las pruebas presentadas por EE UU y Reino Unido no eran ciertas", como en el caso del uranio enriquecido de N¨ªger ("El Baradei hab¨ªa demostrado que era una falsificaci¨®n"). Calific¨® de "gran

show" la intervenci¨®n del secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, ante el Consejo donde mostr¨® supuestas pruebas de camiones de descontaminaci¨®n contra armas qu¨ªmicas. "?l estaba equivocado y nosotros ten¨ªamos raz¨®n; eran camiones para agua, probablemente, pero no para descontaminaci¨®n". De los datos suministrados por el espionaje norteamericano sobre lugares sospechosos, Blix asegur¨® que investigaron todos los casos y no hallaron nada. "Ellos deber¨ªan haber sabido que las pruebas eran err¨®neas".

Sobre el jefe de los inspectores de EE UU, David Kay, enviado a Irak tras la guerra para encontrar las armas de destrucci¨®n masiva, dice: "Nadie estaba m¨¢s equivocado que el propio David Kay, porque ¨¦l estaba convencido a principios de ese a?o de que los camiones eran laboratorios m¨®viles para la fabricaci¨®n de armas qu¨ªmicas o biol¨®gicas. Y dijo que no necesitaba ver m¨¢s pruebas; estaba convencido".

Blix cree que fallaron los servicios de espionaje de esos pa¨ªses y hubo manipulaci¨®n de los Gobiernos. "Es verdad que los Gobiernos tienen que simplificar con el fin de explicarle las cosas a la gente, pero el paso de la simplificaci¨®n a la propaganda o a la exageraci¨®n es muy importante cuando de lo que se trata es de la guerra o la paz".

Blix niega que la ONU confirmara la existencia de armas de destrucci¨®n masiva, tal y como sostiene ahora Aznar. "EE UU y Reino Unido dec¨ªan que hab¨ªa armas. Nosotros dec¨ªamos: 'Puede que las haya, pero no es seguro". Sobre los v¨ªnculos del r¨¦gimen de Sadam Husein con la red de Al Qaeda, Blix dijo: "No hab¨ªa nada en nuestro informe sobre v¨ªnculos con el terrorismo. No era nuestro trabajo, s¨®lo nos ocup¨¢bamos de las armas de destrucci¨®n masiva".