NaranjasLola.com vende a 2.000 familias espa?olas por Internet
Batiste, con 84 a?os, recoge naranjas y su nieto, con 18, mantiene la p¨¢gina
"Hab¨ªa que hacer algo. Hoy, un kilo de naranjas tiene el mismo precio que hace 40 a?os. Antes, los productores eran los primeros que se compraban los seiscientos. Ahora, somos los pobres", dice Fernando Aparici. Cansado de malvender, en 1999 empez¨® a comercializar su fruta por Internet: 30 euros por una caja de 15 kilos, cuando el agricultor vende el kilo a 20 c¨¦ntimos. Cuatro a?os despu¨¦s, NaranjasLola.com sirve por la red a 2.000 familias espa?olas, recibe el 60% de los pedidos por correo electr¨®nico y tiene 500 visitas diarias en su p¨¢gina.
La empresa lleva el nombre de la mujer de Aparici, Lola Colomar, y en ella trabajan tres generaciones de la familia. Se consideran unos productores peque?os. Recogen unos 200.000 kilogramos de naranjas.
Aunque en la conversaci¨®n repite varias veces "soy un paleto", lo cierto es que Aparici ha desarrollado un eficaz m¨¦todo de mercadotecnia alrededor de la naranja. Despu¨¦s de recibir el pedido por Internet, Aparici llama por tel¨¦fono a los nuevos clientes y les explica las caracter¨ªsticas de sus naranjas. "Les digo que las tendr¨¢n al d¨ªa siguiente y que no hace falta que le paguen nada al transportista. Quiero que las prueben y si les gustan ya las pagar¨¢n".
Los gastos de transporte est¨¢n incluidos en el precio de la caja. "El pedido medio por familia es de un par de cajas. Nuestras naranjas, si se guardan en un sitio fresco, aguantan 20 o 25 d¨ªas. Hace cuatro a?os que mantenemos el mismo precio. Algunos clientes me dicen que suba el precio de las naranjas porque creen que si sigo vendiendo tanto no habr¨¢ naranjas para todos". Ya vende a 2.000 familias espa?olas y se empiezan a extender por Andorra y Portugal.
Federico Aparici lleva toda su vida cultivando naranjas, pero la inspiraci¨®n para su renovaci¨®n comercial le lleg¨® en 1999. Aquel a?o conoci¨® la historia de los Barrab¨¦s, una familia que desde su Benasque, un pueblo de 900 habitantes, vende art¨ªculos de monta?a para todo el mundo.
Le pidi¨® a su hijo Juan, que entonces ten¨ªa 15 a?os, que dise?ara una p¨¢gina web. A la vez, logr¨® reunir 8.000 direcciones de restaurantes espa?oles y les envi¨® una carta en la que les ofrec¨ªa sus naranjas. "Me contestaron 20. No sacamos ni para pagar los sobres. Lo mismo pas¨® con la p¨¢gina web el primer a?o. Llegu¨¦ a desconfiar de Internet y pens¨¦ en cerrar la p¨¢gina".
Aparici decidi¨® que si los restaurantes no contestaban a sus cartas, al menos responder¨ªan a sus llamadas telef¨®nicas. "Poco a poco, comenzamos a recibir pedidos. Ahora nos compran m¨¢s de 400 restaurantes. Lo mejor de lo mejor: Santi Santamar¨ªa, Adri¨¢, los hermanos Roca, Mart¨ªn Berasategui, la Casa Real...".
Aparici est¨¢ convencido de la calidad de sus naranjas. "A partir de septiembre, en la Comunidad Valenciana ya se recogen las de la variedad navelina. Las guardan en c¨¢maras y les dan color con carburos porque est¨¢n verdes. Nosotros comenzamos a venderlas en diciembre para que maduren en el ¨¢rbol. No empleamos productos qu¨ªmicos para darles color".
En la empresa trabaja toda la familia. Juan, con 18 a?os, sigue manteniendo la web; y Batiste, con 84 a?os, padre de Lola Colomar, sigue acudiendo al campo.
LOLA: www.naranjaslola.com
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