De Perpi?¨¢n a la segunda crisis del tripartito

Domingo, 4 de enero. Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, apura las ¨²ltimas horas de unas vacaciones en Turqu¨ªa tras la constituci¨®n del Gobierno tripartito. El conseller en cap, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, le sustituye esos d¨ªas como m¨¢xima autoridad de la Generalitat. Su responsabilidad institucional no altera sus planes. Carod sabe desde hace tiempo, desde antes incluso de su ¨¦xito en las elecciones catalanas (el 16 de noviembre de 2003), que tiene una cita a la que no faltar¨¢. ETA le ha citado en Perpi?¨¢n. Acompa?ado de Jaume Renyer, de su absoluta confianza, miembro del Consejo Consultivo de la Generalitat, y de dos personas m¨¢s cuya identidad no ha trascendido, el conseller en cap viaja al sur de Francia para reunirse con la c¨²pula terrorista.

El l¨ªder republicano concert¨® la cita con la banda antes de las elecciones auton¨®micas

?Puede trascender algo nuevo de aquella reuni¨®n? "Quiz¨¢s una foto", respondi¨® Carod

Tres semanas despu¨¦s, el d¨ªa 25, Abc publica la noticia. El tripartito sufre una sacudida y logra sortear la primera fase de la crisis con la salida de Carod del Gobierno. Pero la historia no est¨¢ acabada. ETA, con su comunicado de ayer, ha puesto al primer Gobierno de izquierdas en Catalu?a desde tiempos de la Rep¨²blica al borde de la quiebra.

Carod, la noche del 25, habla por tel¨¦fono con Maragall y Joan Saura, consejero de Relaciones Institucionales, para citarles a primera hora del lunes. No les informa de la noticia. Tambi¨¦n contacta con amigos -el soci¨®logo Salvador Card¨²s, el ex abad de Montserrat, Cassi¨¤ Just y el abogado August Gil Matamala- para que le acompa?en durante la declaraci¨®n del d¨ªa siguiente. Cuatro o cinco miembros de ERC est¨¢n al corriente del contacto con ETA.

Terriblemente serio, sin ¨¢pice de su iron¨ªa, Carod lee una declaraci¨®n p¨²blica: "Alguien ten¨ªa que hacer lo que yo hice (...) Hubiera sido muy irresponsable negarse a hablar con ETA pudiendo contribuir a la paz (...) No hubo ning¨²n acuerdo, ni pacto, ni menos a¨²n contraprestaci¨®n; hubiera sido imposible porque no habl¨¦ en nombre de ning¨²n Gobierno", dice. Carod no da detalles del encuentro. Ni siquiera identifica a Josu Ternera y a Mikel Albizu como sus interlocutores. M¨¢s tarde se sabr¨¢ que la reuni¨®n dur¨® seis horas, seguramente en una casa alquilada por ETA. La organizaci¨®n terrorista habr¨ªa elogiado en esta cita el camino tomado por Esquerra, ¨¢rbitro del Gobierno catal¨¢n, y habr¨ªa anunciado su disposici¨®n a declarar una tregua progresiva.

Carod, que llevaba tres a?os aguardando la cita, rechaza el planteamiento, intenta persuadir a los etarras de que dejen la violencia y se niega en redondo a firmar un documento en el que deber¨ªa aceptar cualquier v¨ªa para conseguir la "liberaci¨®n" de Euskadi. La reuni¨®n fracasa. "No sirvi¨® de nada", confesar¨ªa despu¨¦s Carod. ETA tambi¨¦n emiti¨® entonces un comunicado en el que aseguraba que no se hab¨ªa alcanzado ning¨²n acuerdo con ERC.

Carod escribi¨® a la vuelta de Perpi?¨¢n unas notas. Su partido entreg¨® a los periodistas un comunicado, titulado ERC por la libertad y la solidaridad entre los pueblos, en el que el partido expone su deseo de que la sociedad vasca, por v¨ªas exclusivamente pol¨ªticas, encuentre la paz. Y se pone a disposici¨®n de los agentes pol¨ªticos y sociales vascos para contribuir a ese escenario.

Pero la crisis ya hab¨ªa estallado. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, l¨ªder del PSOE, defensor a ultranza del Gobierno tripartito frente a los barones de su partido, deja inicialmente la resoluci¨®n del conflicto en manos de Maragall. El presidente catal¨¢n mantiene un tenso silencio y en la noche del lunes rechaza la dimisi¨®n de Carod, aunque le retira las relaciones exteriores. Zapatero no se conforma y, horas despu¨¦s, emite un comunicado m¨¢s duro en el que insta a Maragall a destituir a Carod. El PSOE y el PSC est¨¢n al borde de la ruptura. Justo lo mismo que le sucede al tripartito un d¨ªa despu¨¦s. Catalu?a est¨¢ horas sin gobierno. Maragall exige a Carod que acepte ser un consejero sin cartera o que salga del Ejecutivo. ERC se niega y amenaza con irse en bloque. Saura y Antoni Castells, consejero de Econom¨ªa, y varios consejeros de Esquerra tienen un papel determinante para resolver la crisis. Al final se alcanza una soluci¨®n que contenta a todos. La idea la sugiere Joan Puigcerc¨®s, diputado en el Congreso y dirigente de ERC. Carod se queda sin cartera pero ser¨¢ candidato a las elecciones generales como cabeza de cartel.

El PSOE se da por satisfecho inicialmente con la resoluci¨®n de la crisis y empieza a preguntarse por el origen de la filtraci¨®n del diario Abc al sostener que el Gobierno hab¨ªa utilizado al Centro Nacional de Inteligencia para erosionar al tripartito en lugar de actuar contra ETA. Carod se somete al final de esa semana a una tensa sesi¨®n en el Parlamento catal¨¢n en la que recibe unas agrias acusaciones de CiU -"?Qui¨¦n se ha cre¨ªdo que es usted, se?or Carod?", le espeta Josep Antoni Duran- y del PP. Maragall es m¨¢s magn¨¢nimo: condena el error pol¨ªtico de Carod, pero dice que prefiere su ingenuidad y buena fe al inmovilismo del PP en materia antiterrorista. Maragall le pide a Carod que por lealtad institucional informe al Gobierno el contenido de su reuni¨®n con ETA y le deja abierta su vuelta al Ejecutivo catal¨¢n.

Carod, que defiende que ha actuado seg¨²n su conciencia, dimite d¨ªas despu¨¦s y se toma unos d¨ªas de vacaciones en l'Alguer, en Cerde?a. No da explicaciones al Ejecutivo. Las elecciones se acercan y Maragall, por sorpresa, dice el domingo que ha perdido la confianza en el ex conseller en cap. Se reunieron el martes. La cinta de ETA ya est¨¢ en ETB. Quiz¨¢ ERC aguardaba un milagro, una tregua en toda Espa?a o el abandono de las armas. No fue as¨ª. "Es una carta bomba para Catalu?a", dijo Maragall. Y Carod la tild¨® de "inmoral" y "zafia". El tripartito pende de un hilo cada vez m¨¢s fino.

Entrevistado el mismo martes por I?aki Gabilondo en Hoy por hoy, de la Cadena SER, Carod dijo que en la reuni¨®n con ETA s¨®lo defendi¨® las posiciones de su partido. Preguntado en dos ocasiones si pod¨ªa trascender alg¨²n elemento nuevo de aquella entrevista, Carod aventur¨® que quiz¨¢ "una foto".