Gerard corona la clase de Ronaldinho
Un Bar?a muy s¨®lido gana con comodidad en Mestalla a un Valencia que jug¨® sin su energ¨ªa acostumbrada
La clase de Ronaldinho perfil¨® una victoria azulgrana en Mestalla que coron¨® Gerard en un cabezazo muy fino. Es el quinto triunfo consecutivo del Barcelona, que se ha embalado en la segunda vuelta. Su solidez la pag¨® el Valencia, que jug¨® sin la energ¨ªa que le caracteriza, como extenuado tras una semana de tantas protestas a los ¨¢rbitros.
Mientras Aimar lo contemplaba desde la barrera por una lesi¨®n, Ronaldinho regal¨® al espectador un plante muy torero al filo del descanso, en una esquina del ¨¢rea. Con el bal¨®n amansado en los pies, el crack brasile?o cit¨® a Rufete con la mirada para que le entrara. Se clavaron fijamente los ojos durante unos segundos, se par¨® el tiempo, fue un instante m¨¢gico, pero el interior derecho del Valencia no cay¨® en el enga?o: le aguant¨® sin entrarle y la jugada muri¨® sin consecuencias.
VALENCIA 0 BARCELONA 1
Valencia: Ca?izares; Curro Torres, Ayala, Pellegrino, Carboni; Rufete (Angulo, m.78), Albeda (Canobbio, m. 84), Baraja, Vicente; Mista; y Oliveira (Sissoko, m. 64).
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Oleguer, Puyol, M¨¢rquez (?scar L¨®pez, m.34), Van Bronckhorst; Xavi, Cocu, Motta (Gerard, m. 70); Luis Garc¨ªa, Saviola (Luis Enrique, m. 91) y Ronaldinho.
Gol: 0-1. M. 77. Gerard cabecea un saque de esquina botado por Xavi.
?rbitro: Rubinos P¨¦rez. Expuls¨® a Carboni por doble amonestaci¨®n (m.81) y amonest¨® a Pellegrino, Rufete y Ronaldinho.
Lleno en Mestalla: Unos 53.000 espectadores. M¨¢rquez tuvo que retirarse por una lesi¨®n en los isquiotibiales.
Pero fue aqu¨¦l el anuncio de lo que ser¨ªa la exhibici¨®n de Ronaldinho en la segunda parte, en la que, desde esa posici¨®n et¨¦rea entre l¨ªneas, quebr¨® una y otra vez la asfixiante presi¨®n valencianista.
La primera parte result¨® muy intensa. El Bar?a encontr¨® una autopista por el centro del coraz¨®n valencianista. Gracias a la t¨¦cnica de Xavi y de Ronaldinho, que de un toque despejaban el paisaje e inciaban la cabalgada hacia Ca?izares. El cuadro de Rijkaard actu¨® muy junto y con las l¨ªneas muy apretadas, como viene haciendo ¨²ltimamente.
Una media hora notable azulgrana, si acaso fracturada por la lesi¨®n de M¨¢rquez. Corri¨® el mexicano hacia su porter¨ªa y choc¨® bruscamente con su portero V¨ªctor Vald¨¦s, la pelota le cay¨® a Oliveira, pero el delantero brasile?o evidenci¨® sus limitaciones con la pierna izquierda y no se atrevi¨® a disparar, que era lo que conven¨ªa en esa acci¨®n. Mientras, M¨¢rquez se qued¨® prostrado, sali¨® aullando de dolor en la camilla y augurando una lesi¨®n importante. Adem¨¢s, rompi¨® la fortaleza que hab¨ªa exhibido su equipo hasta entonces. Le supli¨® el canterano ?scar L¨®pez y Oleguer -que estaba tapando muy bien a Vicente- pas¨® a la posici¨®n de central.
El Valencia comprendi¨® que era su momento. Hab¨ªa estado muy desinflado hasta entonces, perdiendo energ¨ªa entre muchas protestas, demasiadas, hasta que apareci¨® Baraja y quiso conectar con Vicente, el hombre que ha venido desequilibrando los partidos a favor del Valencia en las ¨²ltimas jornadas. Mucho m¨¢s, pod¨ªa preverse, con la inclusi¨®n como lateral derecho de ?scar L¨®pez, que mostr¨® el l¨®gico nerviosismo de su poca experiencia en un saque de banda: se le resbal¨® el bal¨®n de las manos y se pas¨® a s¨ª mismo.
Sin embargo, Vicente no era ayer el de las grandes ocasiones. O se resbalaba o eleg¨ªa mal el momento de centrar con excepci¨®n de un pase atr¨¢s a Baraja que ¨¦ste empal¨® con la izquierda. Pero se encontr¨® con la respuesta de Vald¨¦s. Por su parte, Pellegrino regres¨® al equipo despu¨¦s del colapso que sufri¨® el pasado 31 de enero ante el M¨¢laga en La Rosaleda por una crisis de ansiedad. Y no se le not¨® nada. Actu¨® con la intelegencia acostumbrada, por mucho que Saviola sea el tipo de delantero que m¨¢s le hace sufrir.
El Bar?a recuper¨® el aplomo tras el descanso. Capitaneado por Puyol, se defendi¨® con comodidad mientras el Valencia a?oraba m¨¢s que nunca a Aimar. No daba tres pases seguidos el conjunto de Ben¨ªtez, sin ninguna profundidad por las bandas. Especialmente por lo que respecta a Rufete, incapaz de superar a Van Bronckhorst ante la desesperaci¨®n de la hinchada, que le ha cogido inquina.
Oliveira fall¨® un disparo a pocos metros de Vald¨¦s y Ben¨ªtez lo castig¨® con la ducha. Entonces el t¨¦cnico madrile?o adopt¨® una decisi¨®n extra?a: introdujo para jugar arriba al joven Sissoko, reci¨¦n aterrizado de la Copa de ?frica, en la que lleg¨® con Mali a las semifinales.
Tuvo que regresar Gerard a Mestalla para sacar lo mejor de s¨ª mismo. Ese salto elegante junto al punto de penalti y el cabezazo picado a gol que acab¨® confirmando la superioridad barcelonista. Despu¨¦s Gerard no quiso celebrar el tanto, como muestra de agradecimiento al club que le dio tanto: un contrato fabuloso en el equipo de su vida. Un gesto que agradeci¨® la grada, que acept¨® la derrota con resignaci¨®n y admirada con la magia de Ronaldinho.
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