Suspicacias ante el trato a Deusto y Mondrag¨®n

El establecimiento de un sistema universitario vasco y la posibilidad de financiar a las instituciones privadas -Universidad de Deusto y Universidad de Mondrag¨®n- mediente la f¨®rmula de contratos-programa, es decir, subvenci¨®n por objetivos, aparecen recogidos en el proyecto de ley que se votar¨¢ ma?ana en el Parlamento. Ambos aspectos generan recelo, cuando no abierto rechazo, entre algunos de los candidatos a suceder a Manuel Montero al frente de la UPV.

Francisco Do?ate enfatiza que la referencia "fundamental" para el Gobierno vasco en la educaci¨®n superior "tiene que ser la UPV". Marisol Esteban coincide con esta apreciaci¨®n y lamenta que en la nueva norma no aparece "una clara apuesta por la universidad p¨²blica". "Se equiparan a los centros privados con la UPV, pero esa equiparaci¨®n se produce s¨®lo en los derechos, no en las obligaciones", apunta.

Ander Gurrutxaga echa en falta una mayor claridad en las condiciones generales de los contratos-programa de los que se pueden beneficiar los centros privados. "Deber¨ªan clarificarse m¨¢s, porque pueden surgir problemas en la evaluaci¨®n y en la definici¨®n del tipo de financiaci¨®n en estos casos", pronostica.

Javier Muniozguren prefiere destacar las consecuencias positivas en la ampliaci¨®n de los contratos-programa a los centros privados. "La competencia es buena. Es cierto que no es c¨®modo, pero beneficia la calidad y la mejora tanto de la investigaci¨®n como de la docencia", afirma.

De manera similar se expresa Juan Ignacio P¨¦rez. "Lo que me preocupa es que llegue a la UPV la financiaci¨®n y los recursos adecuados, no que se puedan conceder contratos-programa a centros privados. Lo que nos debe importar es que nosotros funcionemos".