Pedro Bloch, dramaturgo brasile?o, conocido como el 'mago de la voz'

Falleci¨® en plenos carnavales, el lunes, en su casa de Copacabana, rozando los noventa, que cumplir¨ªa en mayo, el dramaturgo brasile?o, jud¨ªo, de origen ucranio, Pedro Bloch. No era s¨®lo el dramaturgo m¨¢s famoso del pa¨ªs, sino el llamado "mago de la voz". Sin sus artes de afinar las voces de cantantes y actores probablemente ni la m¨²sica ni el teatro de Brasil hubiesen sido los mismos.

Bloch atendi¨® a sus clientes, todos estrellas del mundo de la vocalizaci¨®n, hasta d¨ªas antes de fallecer por insufiencia pulmonar tras haber contra¨ªdo una pulmon¨ªa.

A ¨¦l, Jo?o Gilberto le dedic¨® el famoso disco Jo?o Gilberto en M¨¦xico, y fue con una de sus 30 obras teatrales con la que el actor Rodolfo Meyer consigui¨® celebrar m¨¢s de cinco mil representaciones del mismo espect¨¢culo. De sus obras tetrales, la m¨¢s famosa fue As maos de Eurice, mon¨®logo que Mayer estren¨® en 1949 y que fue presentado en decenas de otros pa¨ªses del mundo.

Otra de sus obras m¨¢s conocidas fue Esta noite choveu prata, que Procopio Ferreira present¨® ya en 1957. Tambien Dona Xepa, que se convirti¨® en telenovela por obra de Gilberto Braga, tuvo gran ¨¦xito, sobre todo en el extranjero.

Bloch, que hab¨ªa nacido en una aldea de Ucrania en 1914, lleg¨® a Brasil en 1922 con ocho a?os. Vino con su primo Adolfo, que ser¨ªa el fundador de la revista Televisi¨®n Manchete. Pedro, cuyo nombre original era Pinkhas, fue el pionero de la fonoaudiolog¨ªa en Brasil y era disputado por los grandes nombres del teatro y de la m¨²sica para tratamiento y diagn¨®stico de problemas vocales. Y fue esta especialidad, en la que destac¨® como ninguno en su tiempo, lo que le llev¨® al teatro primero y despu¨¦s a la publicaci¨®n de numerosas obras de literatura infantil y juvenil. Algunas con t¨ªtulos bien period¨ªsticos, como Los ni?os tienen cada cosa! y Padre, ?me compras un amigo? Tuvo tambi¨¦n la idea genial de publicar en 1987 el primer Diccionario de humor infantil.

Bloch muri¨® sin dejar hijos y tras haber estado casado durante 56 a?os con su esposa, Miriam, quien decidi¨® que su marido fuera enterrado el martes, d¨ªa de Carnaval, en el cementerio israelita comunal de Caju, de R¨ªo de Janeiro, bajo una lluvia que no impidi¨® a los cariocas salir a la calle para bailar la ¨²ltima samba antes del mi¨¦rcoles de ceniza, y a los amigos de Bloch, entre ellos artistas y actores de teatro, de despedir a su viejo amigo y maestro.-