Una riada causada por las fuertes lluvias anega 36 viviendas en Fuente el Saz

"No es por nada, alcalde, pero me parece que el r¨ªo se ha llevado por delante el puente", coment¨® el agente local despu¨¦s de pasarse toda la madrugada de ayer en vela, rescatando gente por las ventanas e intentando desviar las aguas para que no afectasen a m¨¢s viviendas. El r¨ªo es el Jarama, "que hoy parece el Amazonas" tras las fuertes lluvias, y el alcalde, Luis Manuel Rodr¨ªguez del Pino (PSOE), regidor de Fuente el Saz (5.500 vecinos). Por tercera vez desde el oto?o, una inundaci¨®n arrasa parte del pueblo. En esta ocasi¨®n, la riada ha afectado a 36 viviendas. Muchas a¨²n est¨¢n anegadas.

La parte del pueblo que m¨¢s sufri¨® los efectos del agua se denomina Vereda de Santa Catalina: son chal¨¦s independientes, rodeados de una parcela con jard¨ªn, ocupados, en su gran mayor¨ªa, por personas que los habitan los fines de semana. Ayer jueves, sin embargo, Emiliano Vizca¨ªno, de 68 a?os, viaj¨® desde Madrid, donde vive y, calzado con unas botas de agua de pescador, mostraba a quien pasaba por ah¨ª el estropicio en el que se ha convertido su garaje, con medio metro de agua y de barro.

A eso de las dos de la ma?ana del jueves, despu¨¦s de varias horas de aguacero, el alcalde recibi¨® una llamada de emergencia y acudi¨® a la parte del pueblo que, dada la orograf¨ªa de la zona, act¨²a como embudo de las aguas de casi toda la comarca. A menos de 500 metros del Jarama, ocho camiones de bomberos y un buen n¨²mero de polic¨ªas (llegados de las localidades cercanas: Algete, Alcobendas, San Sebasti¨¢n de los Reyes) luchaban por contener una marea que acab¨® atrapando a ocho personas que tuvieron que ser rescatadas por la polic¨ªa, bloqueando una carretera, la M-117, inundando m¨¢s de 12 calles, anegando ocho garajes, inutilizando ocho veh¨ªculos y llev¨¢ndose por delante el puente principal del r¨ªo. Entre los ocho veh¨ªculos se cuenta uno de bomberos y el todoterreno de los polic¨ªas locales, "que en un momento cr¨ªtico de la noche empez¨® a flotar en el agua, de modo que los polic¨ªas que entonces lo ocupaban tuvieron que salir por la ventana", relata el agente de Fuente el Saz.

Todav¨ªa ayer, a las seis de la tarde, eran evidentes las muestras del desastre: parcelas de labranza completamente anegadas de agua, como inmensas lagunas, salpicaban el terreno convertido en un inmenso barrizal. Aqu¨ª y all¨¢, varias torrenteras arrastraban barro y piedras hacia el cercano Jarama. Hab¨ªa chal¨¦s en los que no era posible entrar a no ser que se contara con una canoa. En otra de las casas, en un cercado, tres ovejas con evidente aspecto de haber sufrido la riada, a juzgar por el barro y la suciedad que mostraban en su lomo, pastaban en la hierba mojada.

El alcalde recuerda que es la tercera vez que esa parte del pueblo se inunda desde el oto?o. En octubre se dirigi¨® al Ministerio de Fomento, a la Comunidad de Madrid, a la Delegaci¨®n del Gobierno y a la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil para que colaboren en adoptar una serie de medidas encaminadas a solucionar los efectos de las lluvias.

A juicio del regidor, que ocupa el cargo desde mayo, una de las causas de las riadas es que han desaparecido, en los ¨²ltimos a?os, los cauces naturales por los que discurr¨ªan las aguas en periodos de lluvias debido al crecimiento del pueblo. Muchos de estos chal¨¦s que estorban el natural discurrir del agua han sido levantados en terrenos r¨²sticos.

"Plan general"

"En el pr¨®ximo plan general se legalizar¨¢n estos chal¨¦s", a?ade Rodr¨ªguez del Pino, "porque no queda m¨¢s remedio, ya que llevan muchos a?os construidos. Pero es necesario que las instituciones nos ayuden a construir m¨¢s canalizaciones, a recuperar m¨¢s caminos por los que fluya el agua, y eso es algo que el municipio de Fuente el Saz no puede hace por s¨ª solo".

Y concluye: "Hasta ahora s¨®lo me ha respondido el Ministerio de Fomento. Ahora volver¨¦ a insistir, porque aqu¨ª, la polic¨ªa y yo nos pasamos el d¨ªa mirando al cielo, como si fu¨¦ramos labradores, pero rezando para que no llueva demasiado y no se nos inunde otra vez el pueblo".