"Si Franco no logr¨® que tirara la toalla, Aznar tampoco lo conseguir¨¢"
Josep Llu¨ªs Carod Rovira, cabeza de lista de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por Barcelona, sigue en el ojo del hurac¨¢n por su entrevista con ETA a principios de a?o. Espera conservar buena parte del medio mill¨®n de votos que obtuvo en las auton¨®micas del a?o pasado.
Pregunta. ?Ha tenido la tentaci¨®n de tirar la toalla?
Respuesta. No, pero ha sido duro. Me he acordado de mi detenci¨®n en 1973, con los 113 de la Assemblea de Catalunya. Si Franco no logr¨® que tirara la toalla, tampoco lo conseguir¨¢ Aznar.
P. ?Se siente apestado?
R. El PP usa de forma brutalmente desproporcionada mi reuni¨®n con ETA: contra m¨ª como pol¨ªtico emergente; contra Esquerra como opci¨®n independentista pac¨ªfica; contra el Gobierno de izquierdas de Catalu?a y la posibilidad de un Gobierno de izquierdas en Espa?a; contra el PSOE.
"Tendemos la mano a la Espa?a progresista para superar el autismo del Gobierno de Aznar"
"Busco la desaparici¨®n del terrorismo en Catalu?a, en Espa?a y en Irak"
P. Usted lo facilit¨®, los efectos de su cita devastan. Si sigue en primera l¨ªnea, persistir¨¢n.
R. Los efectos devastadores han sido provocados por las armas de destrucci¨®n masiva de las conciencias, auspiciadas desde La Moncloa. El nivel democr¨¢tico de la mayor parte de los medios de comunicaci¨®n a escala estatal se ha revelado de baja intensidad. No persiguen como yo la desaparici¨®n definitiva del terrorismo en todas partes, en Catalu?a, en Espa?a, en el Pa¨ªs Vasco y en Irak, porque el derecho a la vida no tiene fronteras. Cuando miembros del Gobierno insultan, injurian, mienten y calumnian, es que no tienen argumentos pol¨ªticos. Por eso celebro que Rajoy env¨ªe un mensaje de sosiego.
P. ?De verdad ser¨¢ diputado?
R. Yo soy militante de un partido, y estoy al servicio de una causa pol¨ªtica, la causa de mi pa¨ªs y de la libertad. El partido y yo mismo decidiremos, tras el 14 de marzo, en funci¨®n de nuestros resultados y de c¨®mo quede el mapa, c¨®mo puedo servir mejor a esta causa pol¨ªtica.
P. Encabezar una lista es establecer un precontrato con el electorado. No ocupar el puesto para el que uno ha sido elegido es hacer trampa.
R. Si esto fuera as¨ª, nadie podr¨ªa votar ahora al se?or Duran Lleida, porque hace s¨®lo tres semanas que ejerce como diputado en el Parlamento de Catalu?a. No existe un ¨²nico lugar desde el cual yo pueda ser ¨²til.
P. Usted reconoce el error de la entrevista de Perpi?¨¢n, pero s¨®lo de formas, cuando en este asunto la forma es el fondo.
R. Para acabar con la violencia todas las formas, si no son violentas, son buenas. El error que yo he reconocido es institucional: como conseller en cap yo no deber¨ªa haber asistido a esa reuni¨®n. Ese error ya est¨¢ rectificado, ya no soy conseller en cap y ya no soy miembro del Gobierno. Cuando representantes de los Gobiernos de UCD, del PSOE y del PP se entrevistaban con ETA, formas aparte, ?era positivo? S¨ª. ETA dura m¨¢s que el franquismo, lleva 45 a?os de existencia. Eso demuestra que no ha conseguido sus objetivos por la v¨ªa del terrorismo. Y que tampoco por la v¨ªa de la fuerza leg¨ªtima de la acci¨®n policial de que disponen los Estados democr¨¢ticos, se ha conseguido ponerle fin. Debemos aprender de otros lugares. A finales del siglo XX hab¨ªa tres conflictos violentos de naturaleza pol¨ªtica en Europa: Irlanda del Norte, C¨®rcega y el caso de ETA en el Pa¨ªs Vasco. En los dos primeros los grupos violentos est¨¢n inactivos. Hubo contactos, negociaciones, acab¨® la violencia. Yo quer¨ªa que con ETA ocurra lo mismo.
P. Pero los Gobiernos de UCD, el PSOE y el PP estaban legitimados para dialogar, ten¨ªan la competencia para conducir la lucha antiterrorista.
R. Con ETA ha hablado todo el mundo, no s¨®lo Gobiernos, tambi¨¦n todos los partidos vascos, pol¨ªticos franceses e italianos. El diputado socialista Javier Rojo dijo en las Juntas Generales de ?lava: "Es obligaci¨®n de todo gobernante hablar con ETA". Ahora bien, yo no lo hice como gobernante.
P. Debi¨® concertarse con el Gobierno.
R. No conozco a nadie que haya tenido una reuni¨®n con una organizaci¨®n terrorista que luego haya ido dando explicaciones a diestro y siniestro.
P. Hasta los Gobiernos del PSOE y del PP lo hicieron cuando Argel y cuando Z¨²rich.
R. Pero es que yo no formo parte del Gobierno del Estado. Hablo de mis referentes, otros partidos democr¨¢ticos del Pa¨ªs Vasco. Cuando han tenido contactos han mantenido rigor y discreci¨®n para que alg¨²n d¨ªa su grano de arena contribuya a dar el fruto, el fin del terrorismo.
P. El PNV le critic¨®.
R. No exactamente. Hay muchas declaraciones, p¨²blicas y privadas.
P. Abri¨® su campa?a como un plebiscito sobre su actuaci¨®n. Sacude indebidamente al elector.
R. Nadie de Esquerra pronunci¨® la palabra plebiscito. En todo caso, esa interpretaci¨®n se ha reconducido. Hay quien desea que yo desaparezca de la escena. Lo que deba hacer ERC lo decidir¨¢ ERC. Basta del cinismo de quienes usan esta crisis para conseguir lo que no consiguieron y temen no conseguir en las urnas.
P. Tambi¨¦n Esquerra est¨¢ utilizando este asunto, y la lucha antiterrorista, en clave electoral.
R. ERC ha sido agredida y debe defenderse. ?C¨®mo? Sosteniendo nuestras propias convicciones, que no han cambiado. El terrorismo es ajeno a los valores de la sociedad catalana. Yo estoy orgulloso de haber contribuido a que en Catalu?a no haya terrorismo, de las primeras conversaciones que culminaron con la desactivaci¨®n de Terra Lliure. Pero cuando a uno se le criminaliza no s¨®lo por los aspectos formales, sino por el fondo, debe someter ese fondo a los ciudadanos. El terrorismo no acabar¨¢ s¨®lo con acci¨®n policial y judicial. En alguna fase ser¨¢ necesaria tambi¨¦n una intervenci¨®n de la palabra. Cuanto antes, mejor.
P. Cuando lo de Terra Lliure, usted se concert¨® con los Gobiernos catal¨¢n y espa?ol.
R. Eso fue despu¨¦s de las dos primeras conversaciones, en una segunda fase.
P. Al no informar en forma al Gobierno, como le pidi¨® el presidente Maragall, corri¨® el riesgo de hacer veros¨ªmil el comunicado de ETA sugiriendo que negoci¨® una paz por separado.
R. Es alucinante que alguien d¨¦ cr¨¦dito a un comunicado de ETA, nunca hab¨ªa sucedido.
P. En un art¨ªculo de Avui en 1991 y en su reuni¨®n con Otegi defend¨ªa una tregua s¨®lo para Catalu?a, y ahora dice que no. Explique su evoluci¨®n en esto.
R. No estoy dispuesto a ser el ¨²nico que deba dar explicaciones. ?Cu¨¢ndo dar¨¢ explicaciones el PP por no haber condenado la dictadura franquista? No est¨¢ legitimado para pedir explicaciones a los dem¨¢s. Ha llegado el ¨²ltimo a la democracia y quiere darnos lecciones a los que siempre luchamos por la democracia, tambi¨¦n durante la dictadura. El ¨²ltimo que llegue, que se ponga a la cola. Aznar ni es ni ha sido nunca palad¨ªn de la democracia.
P. Zaplana dijo que el Gobierno catal¨¢n tiene cuatro socios, pues ERC trae al cuarto, ETA.
R. ?l debe de tener experiencia en esto, porque si utiliz¨¢ramos sus mismos argumentos, recordar¨ªamos que se reuni¨® con las FARC colombianas y dir¨ªamos que el Gobierno de Espa?a tiene dos socios, el PP y las FARC. No caeremos a ese nivel.
P. Maragall propone renovar el Pacto Antiterrorista. Ustedes dijeron estar dispuestos a estudiarlo, ?en qu¨¦ condiciones?
R. El combate democr¨¢tico contra la violencia y el terrorismo debe ser un combate conjunto de todos los partidos democr¨¢ticos. Algo debe ocurrir cuando resulta que ning¨²n partido catal¨¢n, ni gallego ni vasco, ha suscrito el pacto actual. Ocurre que todos compartimos el objetivo del antiterrorismo, pero este pacto no es el instrumento adecuado. Su pre¨¢mbulo condena a los nacionalistas. En este pacto nosotros no tenemos cabida, porque nos excluye. Otra cosa ser¨ªa otro pacto en el que participase la totalidad de grupos democr¨¢ticos del Estado, donde no se condene la libre opci¨®n de cada uno y que incorpore la idea para acabar con el terrorismo, al lado de la acci¨®n judicial y policial, en alg¨²n momento deber¨¢ aparecer el uso de la palabra.
P. ?Qu¨¦ propone sobre fiscalidad?
R. Una fiscalidad justa para las personas y para los pueblos: la actual no lo es. Individualmente beneficia m¨¢s a quienes m¨¢s tienen. Y colectivamente, en el caso catal¨¢n hay un desequilibrio que limita la calidad de la sanidad, olvida que el 18,5% de nuestras familias son pobres... el Gobierno catal¨¢n necesita que una parte m¨¢s importante del esfuerzo fiscal de los catalanes se gestione desde Catalu?a para hacer frente a estas realidades.
P. Concrete sobre el IRPF y las plusval¨ªas.
R. Las f¨®rmulas deben responder a la idea de que quien tiene m¨¢s paga m¨¢s, y quien tenga menos recursos debe pagar menos.
P. ?Y sobre el acceso a la vivienda?
R. Lo primero es hacer confluir las iniciativas de todas las administraciones para rehabilitar vivienda y facilitar el acceso al alquiler a los j¨®venes, mediante un uso rotatorio (lo dejar¨ªan a medida que aumentasen sus ingresos) o agrupando a la gente mayor en pisos grandes de dif¨ªcil mantenimiento individual. Hay propuestas sociales en el programa de gobierno de Catalu?a que podr¨ªan ser del m¨¢ximo inter¨¦s para el resto.
P. ?Y sobre inmigraci¨®n?.
R. Catalu?a representa el 16% de la poblaci¨®n, pero acoge a una cuarta parte de la inmigraci¨®n del Estado. Catalu?a debe tener margen de decisi¨®n y recursos para gestionar los flujos. Para ello, necesitamos competencias. Y a nivel general, hay que afrontar el reto social que supone la inmigraci¨®n desde la laicidad, desde la idea de compartir, todos, deberes y derechos.
P. Su propuesta para Espa?a.
R. Debemos superar la Espa?a de los t¨®picos y los clich¨¦s. Los t¨®picos desde el resto sobre Catalu?a y los de Catalu?a sobre el resto. Catalu?a est¨¢ dispuesta a compartir todos los progresos y mejoras. Tendemos la mano a la Espa?a democr¨¢tica y progresista que quiere establecer la nueva cultura del di¨¢logo y superar el aislamiento y el autismo del Gobierno de Aznar, que no habla con nadie m¨¢s que con Bush.
CARN? DE IDENTIDAD
Josep Llu¨ªs Carod Rovira, tarragon¨¦s de la cosecha de 1952, so?¨® en ser periodista, acab¨® de fil¨®logo y se meti¨® muy joven en la rebeld¨ªa antifranquista, subsecci¨®n izquierdista/independentista. Recal¨® al fin en la a?eja Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), a cuya secretar¨ªa general se encumbr¨® en 1996 tras haber reconducido a los terroristas de Terra Lliure, junto con ?ngel Colom, hacia las playas pacifistas. Desde entonces, ERC s¨®lo crece. Es uno de los arquitectos del Gobierno de izquierdas catalanistas en la Generalitat. Su cita con ETA, el 4 de enero, a¨²n levanta pol¨¦mica. Lector empedernido, tiene en la mesilla de noche Les mentides del PP (varios autores, editorial Angle). Su ¨²ltima pel¨ªcula, La pelota vasca, de Julio Medem. "No es iron¨ªa", asegura.
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