La Real agranda su herida

De pronto apareci¨® De Pedro en el costado izquierdo, dos d¨ªas despu¨¦s de que el club le dijera que no le renovar¨¢ su contrato y de que el t¨¦cnico Raynald Denoueix asumiera toda la decisi¨®n, por considerarla exclusivamente deportiva.De pronto Kovacevic apareci¨® en el banquillo, vista su sequ¨ªa goleadora y, de pronto Gabilondo, el titular de la banda izquierda, en la grada. Demasiadas emociones para la Real, que ser¨ªan todas razonables si por el medio no surgieran situaciones conflictivas.

Nada extra?o es que Kovacevic se vaya al banquillo, a la vista de su confusi¨®n en el ¨¢rea, y que le sustituya un chico como De Paula, que siempre ha sido un buen recurso para la Real. Nada extra?o que juegue De Pedro, por su volumen de asistencias en la Liga, y que en un momento dado sustituya a Gabilondo, un joven que a¨²n est¨¢ haci¨¦ndose un lugar en la ¨¦lite. Pero a todo ello, una noticia conflictiva como la de De Pedro le a?ade a las razonables decisiones de Denoueix un grado de asombro.

Tanto que la Real se asombr¨® ante el Albacete y no encontr¨® el norte, es decir la porter¨ªa hasta el tramo final, el de la heroica que se le supone a todo equipo que va perdiendo. El equipo manchego es at¨ªpico: habita en el fondo de la clasificaci¨®n, lo que hace presuponer que su f¨²tbol es tosco, primario, entregado. Pues no, el colectivo que dirige Carlos Ferrando mantiene un gusto por el bal¨®n, a veces incluso excesivo, que en nada se asemeja a lo que se presupone a un equipo en apuros. As¨ª, tejiendo la tela de ara?a en el medio campo, jug¨® como el Ly¨®n, al primer toque, y fue apoder¨¢ndose del partido sin que lo pareciera.

Era un m¨¦rito defensivo del Albacete, que acortaba el terreno y presionaba con una fe indesmayable. Y as¨ª, entre alternativas varias, lleg¨® el gol de Redondo en un doble remate con intervenci¨®n magistral de por medio de Alberto, sustituto del operado Westerveld. Hasta el tramo final, el de la agon¨ªa, no apareci¨® la Real... y Almunia, que, lejos de congelarse, dio una lecci¨®n de pu?os para abortar un cabezazo de De Paula, marcando los tiempos, a saque de falta de Xabi Alonso, y otro de Lee Chung Soo en el punto de penalti, lleno de reflejos. Bien es verdad que entre uno y otro, Redondo tuvo la ocasi¨®n de agrandar la victoria en una jugada similar a la del gol. Pero fue la Real la que agrand¨® su herida y acab¨® con Aranzabal y Xabi Alonso con las narices rotas. El lateral tuvo incluso que ser operado de urgencia anoche.