Justicia r¨¢pida, pero con m¨¢s medios

Sacar a la Justicia del mal end¨¦mico del atasco para dar un mejor servicio a los ciudadanos es uno de los objetivos que recogen los programas de los principales partidos cara a las pr¨®ximas elecciones generales y andaluzas del pr¨®ximo 14 de marzo. Sentados en la misma mesa, el juez decano de Granada, Antonio Mu?oz; el fiscal jefe del TSJA, Jes¨²s Garc¨ªa Calder¨®n, y el decano de los abogados de Granada, Jos¨¦ Mar¨ªa Rosales, aplauden la puesta en marcha de los juicios r¨¢pidos, pero se quejan de la insuficiencia de medios y reclaman mayores competencias para el TSJA.

Pregunta. ?Estamos peor que otros en lo que respecta a la lentitud de juzgados y tribunales?

Jes¨²s Garc¨ªa Calder¨®n (J.G.C.). La situaci¨®n en Andaluc¨ªa es parecida al resto de Espa?a. Existe un atasco que afecta sobre todo a lo Contencioso-Administrativo. Cualquier medida que tienda a solucionar esta situaci¨®n, como el plan creado recientemente por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), es bienvenida. El problema son los medios materiales y humanos. En lo penal, la lentitud se reduce gracias a los juicios r¨¢pidos.

ANTONIO MORENO "No hace falta cambiar la Constituci¨®n para dotar de m¨¢s funciones al TSJA"

J. G. CALDER?N "En Andaluc¨ªa, la inmigraci¨®n ilegal o el urbanismo necesitan criterios comunes"

ANTONIO MORENO "La descentralizaci¨®n ha tra¨ªdo medios. En 2001 se trabajaba con m¨¢quinas de escribir"

JOS? M. ROSALES "Muchas veces el abogado no tiene acceso al atestado en los juicios r¨¢pidos"

Antonio Moreno (A.M.). La lentitud es la cr¨ªtica fundamental hacia los jueces. Tiene que resolverse con nuevas reformas legales como los juicios r¨¢pidos. Soy muy esc¨¦ptico con los planes espec¨ªficos porque una vez que se resuelve el problema, no se hace nada para que el atasco no se vuelva a repetir. La ¨²nica soluci¨®n es m¨¢s juzgados, m¨¢s personal y m¨¢s medios materiales.

Jos¨¦ Manuel Rosales (J.M.R.). Una cosa es el atasco y otra la lentitud. El atasco se arregla con medios materiales y humanos. Las medidas de choque est¨¢n bien, pero no bastan. Hay que desjudicializar las cuestiones de poca monta recurriendo a la mediaci¨®n o el arbitraje. Hay carencias econ¨®micas, es cierto, pero hacen falta tambi¨¦n medidas legislativas.

J.G.C. De todas formas, ¨²ltimamente ha aparecido una tendencia a acortar plazos que supone un cambio de mentalidad y un reto para todos. En los procesos de menores o en los juicios r¨¢pidos, si el fiscal no redacta en plazo su acusaci¨®n, se archiva el caso.

Cuando se instauraron estos plazos, muchos auguraron que dar¨ªan problemas. Pero los juicios r¨¢pidos nos han demostrado que no los hay.

J.M.R. S¨ª, pero hay que tener en cuenta de que a veces los plazos no son suficientes. Hay que dar m¨¢s flexibilidad. Est¨¢ bien que se pongan plazos, pero tambi¨¦n que se establezcan mecanismos para prorrogarlos si es necesario. Los abogados siempre hemos tenido plazos. Los jueces en el 90% de las sentencias los incumplen por acumulaci¨®n de asuntos. Pero los plazos son para todos.

J.G.C. La carencia de medios justifica esos retrasos. Los jueces exigen cada vez m¨¢s rotundamente tener infraestructura suficiente. Un juzgado tiene que contar con todos los medios para que se le pueda exigir responsabilidad por incumplir los plazos.

A.M. El lunes pasado estuve de guardia y celebr¨¦ 42 juicios r¨¢pidos. La ley me dice que tengo que dictar sentencia en ese d¨ªa o como m¨¢ximo en tres. Si se quiere una m¨ªnima calidad en la sentencia ese plazo no se puede cumplir. Para poder hacer un buen trabajo hacen falta menos casos y m¨¢s medios.

P. H¨¢ganme un balance de la actuaci¨®n de la Junta desde que recibi¨® las competencias de justicia en 1997.

A.M. Toda descentralizaci¨®n es ¨²til porque los problemas se resuelven m¨¢s r¨¢pidamente. Para los medios materiales ha sido esencial el traspaso. Hace s¨®lo dos a?os en los juzgados de Granada se trabajaba todav¨ªa con m¨¢quinas de escribir.

J.G.C. La transferencia ha sido especialmente positiva en Andaluc¨ªa por las dimensiones de la comunidad y el n¨²mero de habitantes. Con la consejer¨ªa las relaciones son excelentes. Hay carencias importantes en inform¨¢tica y espacios, pero creo que, con el tiempo, podremos resolverlas.

J.M.R. Esas transferencias deber¨ªan aumentar. Hay que tener en cuenta que todav¨ªa, el Estado tiene mucho que decir. El traspaso de los medios materiales es bueno, porque las autonom¨ªas se han preocupado de dotar mejor a los juzgados. Pero queda mucho camino por recorrer, aunque haya buenas voluntades.

J.G.C. Ser¨ªa importante crear una consejer¨ªa exclusiva de Justicia [separada de Administraciones P¨²blicas]. El presupuesto propio para permitir una autogesti¨®n de juzgados y tribunales tambi¨¦n es importante. De eso vamos a tener que hablar a partir del 14 de marzo.

P. ?El siguiente paso debe ser el aumento de competencias para el TSJA?

J.M.R. Estoy de acuerdo con dotarlo de mayores funciones Se tiene que permitir que dicte sentencias en unificaci¨®n de doctrina sin dejar de estar conectado el Supremo.

A.M. Hay que tener en cuenta que el Estatuto define al TSJA como la ¨²ltima instancia judicial en Andaluc¨ªa. Pero su sala de Civil y Penal est¨¢ muy desaprovechada. Para darle m¨¢s competencias no es necesaria una reforma constitucional. Basta una simple modificaci¨®n legal. Supondr¨ªa un desatasco para el Tribunal Supremo que necesariamente tendr¨ªa que subsistir para unificar doctrina

J.G.C. Hay que tener en cuenta que el TSJA engloba a otras dos ciudades aut¨®nomas (Ceuta y Melilla) y tiene fronteras con el Magreb, Gibraltar y Portugal. Es muy importante la unificaci¨®n de doctrina en materias tan importantes como la inmigraci¨®n ilegal o los delitos urban¨ªsticos, que es dif¨ªcil obtener en el Supremo. La pol¨¦mica se afronta con excesivo simplismo. Espa?a ha sido condenada por tribunales internacionales por no tener segunda instancia en los juicios penales y la soluci¨®n es una apelaci¨®n ante los TSJ. Es inevitable darles m¨¢s importancia. Pero nadie se plantea que sean el ¨²ltimo paso.

J.M.R. Dar m¨¢s competencia a los TSJ redundar¨ªa en el bien de la comunidad. Es m¨¢s f¨¢cil resolver los problemas en tu propio Ayuntamiento que tener que relacionarse con un organismo de fuera.

P. Tras un a?o de aplicaci¨®n, ?puede hacerse balance de los juicios r¨¢pidos?

A.M. Est¨¢n funcionando razonablemente bien. Ayudan a reducir la delincuencia. Los atracos a establecimientos han bajado much¨ªsimo. Los robos y tirones se juzgan en 15 d¨ªas en el 90% de los casos. Pero hay que resolver algunos temas como la funci¨®n de la polic¨ªa judicial, porque para poder iniciar estos juicios es imprescindible el atestado policial. Ni el fiscal ni un particular pueden hacerlo. Los malos tratos tambi¨¦n necesitan un mejor tratamiento. Tenemos problemas con los maltratadores habituales que obligan a dilatar el proceso por la necesidad de acreditar su reincidencia y hacer estudios psicosociales a la v¨ªctima. Algo que se resolver¨ªa con m¨¢s medios.

J.G.C. Hace falta un centro donde haya desde un perito para establecer los da?os de un coche hasta un psic¨®logo que haga informes en 48 horas. Aun as¨ª, los juicios r¨¢pidos son positivos. Hay cuestiones delicadas como que se permita una defensa adecuada del acusado.

La indefensi¨®n es, sin duda, un riesgo en los juicios r¨¢pidos. Pero jueces y fiscales est¨¢n satisfechos y no hay quejas de los ciudadanos. Suponen un punto de inflexi¨®n. Estamos ante una buena oportunidad para modernizar la Justicia. Despu¨¦s de un a?o de su entrada en vigor hay que poner de manifiesto todas las necesidades y los problemas que ha supuesto su aplicaci¨®n.

J.M.R. La rapidez no puede re?irse con la calidad de la defensa. Estos juicios crean problemas de indefensi¨®n. Muchas veces el abogado no tiene acceso al atestado policial. Hay que garantizar todos los elementos necesarios para la defensa. Los jueces no pueden convertirse en m¨¢quinas para quitarse de en medio el mayor n¨²mero de asuntos. Muchas veces el abogado no tiene acceso al atestado policial. Adem¨¢s, dedicarse a estos juicios supone dejar de lado otros asuntos, sobre todo en juzgados peque?os. La ley de obliga a echar los restos en los juicios r¨¢pidos y lo dem¨¢s, sea civil o penal, queda olvidado. El legislativo ha corrido demasiado. Antes deb¨ªa haber previsto todos los medios necesarios. Jueces, fiscales y abogados nos hemos tenido que poner a la altura de las circunstancias.