Rajoy escurre el bulto

Los andaluces tuvieron anoche la oportunidad de ver debatir en Canal Sur a su presidente, el socialista Manuel Chaves, que aspira a la reelecci¨®n en los comicios del 14-M, con sus tres principales opositores, incluida la candidata del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez. En noviembre, cinco aspirantes a la presidencia de la Generalitat de Catalu?a lo hicieron tambi¨¦n ante las c¨¢maras de TV-3 y TVE. Los candidatos debaten en Andaluc¨ªa y Catalu?a, al igual que en EE UU, Francia o Alemania. Pero no en las elecciones para el Gobierno de Espa?a.

Partiendo como favorito, una idea que refuerza el sondeo electoral difundido ayer por el CIS, Rajoy se ha negado sistem¨¢ticamente a aceptar las m¨²ltiples propuestas de debate que le ha planteado Zapatero. Sus argumentos son peregrinos, como la necesidad de que acudieran tambi¨¦n Carod Rovira y Labordeta o la docena de partidos con representaci¨®n parlamentaria. Son excusas que no logran disimular su voluntad de escurrir el bulto frente a Zapatero, el ¨²nico candidato que le disputa La Moncloa. Tambi¨¦n Chaves sale con una ventaja mucho mayor sobre Te¨®fila Mart¨ªnez en las encuestas y ha accedido a mantener un debate.

Zapatero, por su parte, se ha declarado dispuesto a una pluralidad de formatos, incluido uno que le enfrentara a ¨¦l con Rajoy y Rodrigo Rato al mismo tiempo. Es obvio que, partiendo en segunda posici¨®n, el socialista tiene m¨¢s que ganar con el debate que Rajoy. Pero no es ¨¦ste el fondo de la cuesti¨®n. En EE UU, el vicepresidente y candidato dem¨®crata a la Casa Blanca, Al Gore, celebr¨® en 2000 tres debates televisivos con el republicano George W. Bush. Y en 1993 Felipe Gonz¨¢lez, que estaba en el poder, se midi¨® con el aspirante Aznar en dos encuentros, uno en Antena 3 y otro en Tele 5. En un mundo en el que la televisi¨®n es la fuente principal de informaci¨®n de los ciudadanos, ¨¦stos tienen el derecho a ver c¨®mo se desenvuelven all¨ª los principales candidatos a gobernarles. A ver c¨®mo se expresan, exponen sus argumentos, rebaten los del contrario o salen de un mal paso, elementos todos ellos importantes a la hora de decidir su actitud ante las urnas. Pero sobre todo, a comprobar que saben responder en la confrontaci¨®n democr¨¢tica y no ¨²nicamente actuar en la propaganda electoral.

La regeneraci¨®n democr¨¢tica de la que tanto hablaba el PP cuando estaba en la oposici¨®n pasa tambi¨¦n por dar a los ciudadanos la mayor y mejor informaci¨®n sobre la personalidad, las ideas y las propuestas de los que desean gobernar. Son los ciudadanos los titulares del derecho constitucional a participar en los asuntos p¨²blicos. La comodidad o el miedo de uno de los candidatos, el que se cree ganador, son elementos a tomar en cuenta a la hora de votar. Sea quien sea el futuro inquilino de La Moncloa, no es bueno que sea alguien que ha hurtado el cuerpo a un debate p¨²blico y abierto.