La encuesta
El Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) ha hecho p¨²blica una encuesta en la que otorga la mayor¨ªa absoluta al PSOE en el Parlamento de Andaluc¨ªa. No est¨¢ mal. El partido socialista debe estar contento. Lo normal es que la acci¨®n de gobierno mantenida desgaste luego y si en lugar de bajar sube, es para felicitarse. Lo que ya no es tan normal es que por los datos que se atribuyen al PP-A resulte que este partido pueda perder hasta cuatro diputados. Que la oposici¨®n, en lugar de subir, baje en Andaluc¨ªa. Si es as¨ª, y todas las encuestas van en este sentido, habr¨¢ que preguntarse por qu¨¦ el PP de la se?ora Mart¨ªnez va cuesta abajo.
Tal vez, pienso, que la contestaci¨®n a esta pregunta es tan sencilla como la siguiente: los votantes andaluces tienen la sensaci¨®n de que el PP no se ocupa de Andaluc¨ªa. Es m¨¢s, y peor, que se ocupa en sentido opuesto a los intereses de la Comunidad. No parece que tenga otra explicaci¨®n, sino la situaci¨®n de abandono y de oposici¨®n a Andaluc¨ªa por parte de quienes llevan la A en su PP. Da igual al horizonte que mires para confirmar que es as¨ª. Si miras hacia los eventuales del campo, te das cuenta de c¨®mo se les trat¨® de quitar un subsidio de supervivencia con el decretazo.
Si, en lugar de residenciarte en el campo andaluz, te desplazas hacia el de la Ciencia, observas c¨®mo se legisla para evitar que se investiguen las c¨¦lulas madre. Lo mismo sucedi¨® con el complemento a las pensiones no contributivas y lo mismo ocurre con una deuda hist¨®rica que el propio PP cifr¨® en 2.500 millones de euros. El ¨²ltimo fracaso se escribi¨® este jueves, en el que el PP dio un portazo y neg¨® el acuerdo al nuevo consejero de Econom¨ªa de Andaluc¨ªa.
Una situaci¨®n que viene contando con el aplauso caluroso o silencioso, seg¨²n convenga, de este PP andaluz.
Es normal, pues, que bajen en las encuestas. Cuando uno tiene las narices reventadas con tanto portazo no quieres que se te hinchen m¨¢s con quienes, a la m¨ªnima, te las quieren seguir reventando. Se cierra la puerta. Despu¨¦s de todo, a uno, y a m¨¢s de uno, no le gusta dormir con su enemigo en casa. Se llame Harrison Ford o se llame Mart¨ªnez.
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