Duelo de dinast¨ªas en Grecia

"Lev¨¢ntate, Andreas, para ver al hijo del cambio", gritan los miles de seguidores del PASOK en cada mitin que celebra Yorgos Papandreu, el primog¨¦nito del fundador del partido socialista griego muerto en 1996. Yorgakis (el peque?o Yorgos), como a¨²n le llaman los griegos mayores de 50 a?os, no tiene el carisma ni la oratoria con la que arrebataba a las masas su padre. Su estilo es m¨¢s calmado, m¨¢s fr¨ªo, cultiva incluso el encanto de cierta modestia anglosajona. El resto lo pone su apellido, que sigue despertando aut¨¦ntica devoci¨®n en buena parte de la sociedad griega.

Otro tanto le ocurre a su rival en las elecciones del domingo, el conservador Costas Karamanlis, el ¨²ltimo heredero de la otra familia de la aristocracia pol¨ªtica de este pa¨ªs. Sobrino del ex primer ministro y presidente del mismo nombre que condujo la transici¨®n a la democracia en Grecia tras la dictadura de los coroneles (1967-1974), el l¨ªder de Nueva Democracia tambi¨¦n se beneficia del prestigio de su apellido y del peso que a¨²n tiene la familia en Grecia, sobre todo entre su clase pol¨ªtica. Baste un dato. El periodista Vassilis Chiotis, que acaba de publicar el libro El mapa pol¨ªtico de la transici¨®n griega, asegura que "de los 1.191 diputados habidos en los ¨²ltimos 30 a?os, el 17% eran parientes". Y as¨ª seguir¨¢ siendo muy probablemente en el Parlamento que salga elegido el domingo.

"De los diputados de los ¨²ltimos 30 a?os, el 17% eran parientes", relata un periodista

Pero el duelo entre Papandreu y Karamanlis no s¨®lo es pol¨ªtico; es tambi¨¦n din¨¢stico. Sus familias han recorrido en zigzag el escenario de la pol¨ªtica griega desde hace medio siglo -el viejo Karamanlis fue primer ministro en 1955 y el abuelo del actual l¨ªder del PASOK en 1963- y representan de alguna manera las dos almas del pueblo griego.

Yorgos Papandreu naci¨® en junio de 1952 en EE UU durante el primer exilio de su padre y se form¨® all¨ª, en Suecia, Canad¨¢ y el Reino Unido. De hecho, tuvo pasaporte estadounidense hasta los 26 a?os. Este pasado y la s¨²bita aparici¨®n en el ¨²ltimo mes tras un largo retiro de su madre, la norteamericana Margaret Chant, le han valido algunas cr¨ªticas por parte de la derecha xen¨®foba. Cr¨ªticas a las que ¨¦l ha respondido con desd¨¦n afirmando que puedo haber elegido ser norteamericano, canadiense o sueco, y prefiri¨® ser griego.

Su entrada en pol¨ªtica lleg¨® como no pod¨ªa ser de otra manera de la mano de su padre, que le nombr¨® ministro de Educaci¨®n en 1993. De su gesti¨®n entonces se recuerdan las medidas que tom¨® contra la discriminaci¨®n de la minor¨ªa musulmana de Tracia (noreste del pa¨ªs). Posteriormente, con Costas Simitis de primer ministro, ocup¨® la cartera de Asuntos Europeos y, a partir de 1999, la de Exteriores, donde su logro m¨¢s visible ha sido el deshielo en las relaciones con Turqu¨ªa y una orientaci¨®n m¨¢s europe¨ªsta y atlantista de la pol¨ªtica exterior griega.

Empez¨® la campa?a electoral con un estilo clintoniano, prometiendo una "democracia participativa" que sumara a Grecia al carro de la modernidad e Internet, pero en la ¨²ltima semana ha desempolvado la vieja ret¨®rica populista de su padre. Quienes viajan con ¨¦l aseguran que no ha cambiado, que sigue siendo un hombre de consenso que detesta el dogmatismo, pero tambi¨¦n hay unanimidad en reconocer uno de sus puntos flacos: por ahora carece de una base de poder propia en el PASOK.

Costas Karamanlis, nacido en Atenas en 1956, tambi¨¦n tiene una formaci¨®n acad¨¦mica norteamericana. Fue elegido diputado por primera vez en 1989 por Sal¨®nica, su distrito de siempre, y nombrado jefe de Nueva Democracia en 1997. Desde entonces, ha ido gan¨¢ndose el control del partido, pelda?o a pelda?o, imponiendo su autoridad sobre sus rivales del partido, como la actual alcaldesa de Atenas, Dora Bakoyani, hija -otra vez la familia- del ex primer ministro conservador Costas Mitsotakis. Buen polemista y orador y con una magn¨ªfica memoria para las cifras, Karamanlis, que fue derrotado por s¨®lo 70.000 votos hace cuatro a?os por el PASOK, se juega en estas elecciones su futuro pol¨ªtico. De momento, sus partidarios corean en los m¨ªtines: "Ha llegado la hora del cambio, ha llegado la hora de Karamanlis".