El Consejo de Gobierno se reunir¨¢ ma?ana para intentar aprobar la Constituci¨®n
Los miembros chi¨ªes del Ejecutivo iraqu¨ª se entrevistan con el gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistani
La capital de Irak volvi¨® a trasladarse ayer a Nayaf. All¨ª, en la sede del Vaticano chi¨ª, buscaban inspiraci¨®n y gu¨ªa varios de los miembros del Consejo de Gobierno tras el desplante que el d¨ªa anterior impidi¨® la firma de la Constituci¨®n provisional. Todos los indicios apuntaban a que fue una objeci¨®n de su l¨ªder espiritual, Al¨ª Sistani, la que llev¨® a cinco de los chi¨ªes del Consejo a retractarse del acuerdo alcanzado el lunes pasado. Un comunicado de esa presidencia colegiada anunci¨® que "el Consejo volver¨¢ a reunirse el lunes 8 de marzo para cerrar el asunto y firmar la ley".
Sistani ha conseguido cambiar los planes de Washington en dos ocasiones
"Hemos decidido que el lunes sea el d¨ªa, pero no puedo dar ninguna garant¨ªa; s¨®lo Dios puede darlas", admit¨ªa Mohamed B¨¢her al Ulum, presidente de turno del Consejo y uno de los tres firmantes del comunicado. Al Ulum, que se encontraba entre los rebeldes que obligaron a posponer la ceremonia del viernes, trataba no obstante de minimizar el rifirrafe. "Este desacuerdo es algo natural y normal; con un di¨¢logo tranquilo debemos superar las diferencias", declaraba a las puertas de su domicilio de Nayaf, donde se hab¨ªan dado cita otros dos miembros chi¨ªes del Consejo, Muafak al Rubai y Abdelaziz al Hakim, y representantes de otros tres.
Los seis pol¨ªticos ten¨ªan la intenci¨®n de entrevistarse con el gran ayatol¨¢ Sistani para recabar su opini¨®n, seg¨²n adelant¨® Entifadh Qanbar, el portavoz de Ahmad Chalabi, otro de los discrepantes. Ayer s¨®lo pudieron verse con su hijo Mohamed Reza y otros asistentes. Sin embargo, algunos miembros del Consejo consideran que sus colegas acuden a Nayaf a recibir instrucciones.
El gran ayatol¨¢ no se ha pronunciado directamente (rara vez lo hace) sobre el texto de la Ley Administrativa para el Periodo Transitorio, pero sus representantes no han escatimado cr¨ªticas. "El texto no sirve a los intereses del pueblo iraqu¨ª, sino a los kurdos que disponen de la mayor¨ªa y est¨¢n bien organizados en sus provincias", declar¨® uno de ellos.
Se referir¨ªa a la cl¨¢usula que da derecho de veto a las minor¨ªas sobre la Constituci¨®n permanente. El apartado C del art¨ªculo 61 establece que "dos tercios de la poblaci¨®n de al menos tres provincias pueden objetar la aprobaci¨®n" de ese texto. Fue una salvaguarda introducida por los kurdos para garantizarse que la futura Carta Magna reconocer¨ªa el autogobierno que llevan ejerciendo desde hace una d¨¦cada en las provincias de Dohud, Arbil y Suleimaniya.
"Algunas de estas provincias tienen s¨®lo 400.000 o 500.000 habitantes. No se puede tolerar que esos pocos rechacen una Constituci¨®n para 25 millones", denunciaba ayer Hamid al Bayati, de la Asamblea Suprema para la Revoluci¨®n Isl¨¢mica en Irak, cuyo l¨ªder, Al Hakim, particip¨® en el desplante. Sus palabras parec¨ªan indicar que ese partido se hab¨ªa retractado de su acuerdo para dar garant¨ªas a los kurdos.
Adem¨¢s, despu¨¦s del duro encaje de bolillos que supuso alcanzar el consenso, los chi¨ªes exigen ahora que la presidencia durante el periodo transitorio recaiga sobre tres chi¨ªes, un sun¨ª y un kurdo de forma colegiada. El texto de la Constituci¨®n provisional preve¨ªa un presidente y dos vicepresidentes.
"Los iraqu¨ªes deber¨ªan tomar sus decisiones solos y no permitir que una manipulaci¨®n o una intervenci¨®n extranjera descarrile el proceso pol¨ªtico", declar¨® el ministro de Exteriores, Hoshyar Zebari, en El Cairo. Zebari, que pertenece a la minor¨ªa kurda (una quinta parte de la poblaci¨®n iraqu¨ª), se refer¨ªa sin duda a la nacionalidad iran¨ª de Sistani, al que muchos sun¨ªes consideran un agente de Ir¨¢n. El anciano cl¨¦rigo lleva en Irak desde principios de los a?os cincuenta y no s¨®lo es el l¨ªder religioso de los chi¨ªes iraqu¨ªes, sino de muchos de los 130 millones de chi¨ªes de todo el mundo.
Sistani, que carece de cargo pol¨ªtico alguno, sobrevivi¨® al r¨¦gimen de Sadam Husein absteni¨¦ndose de adoptar posiciones p¨²blicas, y desde la ocupaci¨®n siempre ha insistido en que sus declaraciones no entran en el campo pol¨ªtico, sino que pretenden servir a los intereses de los iraqu¨ªes. No obstante, su postura, apoyando impl¨ªcitamente la ocupaci¨®n, ha servido bien los interesases de Estados Unidos y el administrador civil norteamericano, Paul Bremer, le ha expresado su respeto en varias ocasiones, a pesar de su negativa a recibirle.
Aun as¨ª, desde su reclusi¨®n en la calle del Mensajero de Nayaf, Sistani ha conseguido variar los planes de Washington en dos ocasiones. Su insistencia en que la devoluci¨®n de la soberan¨ªa motiv¨® el acuerdo del 15 de noviembre que adelant¨® el traspaso de poder al 30 de junio pr¨®ximo. Luego su exigencia de elecciones directas ha llevado a descartar la designaci¨®n de una asamblea transitoria y a implicar a la ONU en la b¨²squeda de una soluci¨®n.
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