Enfermos de mala fama
El falso estigma de la agresividad de los esquizofr¨¦nicos lleva a muchos empresarios a rechazarlos como empleados
A Alicia le dieron el viernes pasado una mala noticia. La empresa de alquiler de coches que la hab¨ªa entrevistado para ocupar un empleo como telefonista le anunci¨® que la rechazaban, porque por su enfermedad no la cre¨ªan capaz de soportar el estr¨¦s del puesto. La enfermedad que padece se llama esquizofrenia y afecta a uno de cada 100 adultos, sin importar sexo, cultura o estatus. Por desgracia, se hizo famosa en Espa?a cuando el a?o pasado una doctora de la cl¨ªnica de la Concepci¨®n de Madrid, aquejada del mal y que hab¨ªa abandonado el tratamiento, asesin¨® a tres personas, entre pacientes y enfermeras.
Alicia, un nombre ficticio tras el que se oculta una madrile?a de 37 a?os a la que hace 10 que se le diagnostic¨® el mal, sostiene que desde entonces los enfermos de esquizofrenia han sido "estigmatizados" y denuncia que es muy dif¨ªcil encontrar un empleo. No importa que hable ingl¨¦s perfectamente, que tenga experiencia o que haya trabajado antes con estr¨¦s, como cuando hac¨ªa el seguimiento de impagados de una empresa. "Cuando voy a una entrevista, me preguntan qu¨¦ enfermedad tengo. Yo digo 'tengo discapacidad mental', pero insisten y, cuando les digo que es esquizofrenia, entonces no me cogen", se lamenta.
Su percepci¨®n la comparte Carmen Rubio, madre de un enfermo y miembro de la Asociaci¨®n Despertar, de Toledo. "Es un hecho cierto. Cuando saben que son enfermos mentales, autom¨¢ticamente no los cogen. Lo de la doctora puede haberlo acentuado, pero es as¨ª desde siempre", acepta. "El empresario coge a otros, que cree que son m¨¢s rentables, porque piensa que los enfermos van a crear conflictos".
La raz¨®n es que la esquizofrenia es una enfermedad sobre la que pesan los prejuicios y el desconocimiento. Se la asocia con la agresividad, algo que es falso. "Apenas un 3% de los enfermos produce problemas legales con lesiones a terceros", afirma el psiquiatra Jos¨¦ Cabrera, consultor de la Federaci¨®n Mundial de Salud Mental. "Y cuando lo hace es endonuclear: sobre el padre, el hermano, la madre, pero no a la gente de fuera. De los cuatro o cinco casos agresivos que pueda haber al a?o, son siempre porque no ha tomado la medicaci¨®n, no tiene familia, o ambos a la vez. Es mentira que sean m¨¢s agresivos que el resto de la poblaci¨®n".
La enfermedad, seg¨²n el libro La esquizofrenia, de la incertidumbre a la esperanza que edita la Confederaci¨®n Espa?ola de Agrupaciones de Familiares y Enfermos Mentales y que toma la definici¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, se caracteriza porque los afectados, sin motivo aparente, comienzan a tener una conducta extra?a, como m¨ªnimo durante un mes seguido, en la que la percepci¨®n, el pensamiento y las emociones quedan distorsionados, de tal forma que creen que sus sentimientos, pensamientos y actos m¨¢s ¨ªntimos los comparten los dem¨¢s. Por eso, se sienten el centro de todo lo que ocurre, de una manera enfermiza.
El mal surge con un brote psic¨®tico, generalmente entre los 16 y los 25 a?os, y puede ir acompa?ado de s¨ªntomas positivos (delirios, agitaciones, alucinaciones...) y negativos (el paciente se aisla, se queda embotado, no experimenta sentimientos, est¨¢ desmotivado, etc¨¦tera). La graduaci¨®n de la enfermedad depende de que predominen unos u otros.
No existe a¨²n una explicaci¨®n a las causas de la enfermedad, aunque a veces se ha asociado al cambio de personalidad de la adolescencia, a estr¨¦s intensos y cambios de vida, a drogas... Tambi¨¦n por eso, s¨®lo un 75% de los enfermos est¨¢ diagnosticado, seg¨²n el doctor Cabrera. El resto pasa inadvertido "porque no comete ninguna cosa que choque con la sociedad", dice. "Es el vecino que no te mira cuando bajas las escaleras, el que es raro...".
Tampoco hay un tratamiento causal, sino que la medicaci¨®n que se ha desarrollado lo que hace es evitar los s¨ªntomas. Por eso, es una enfermedad cr¨®nica que requiere medicarse durante toda la vida. Aunque, como destaca Cabrera, cuando el enfermo cumple su tratamiento puede reinsertarse normalmente.
Pero la esquizofrenia no es igual en todas las personas, sino que discurre en forma de brotes que pueden repetirse en algunas personas. Se habla de la regla de los tercios: "Hay un tercio de los enfermos que son refractarios a las medicinas. Est¨¢n graves y pasan la vida de hospital en hospital", aclara Cabrera. Luego hay otra parte que se "inserta hasta el l¨ªmite" y, finalmente, otra que combina periodos en los que oscila entre la salud y la enfermedad.
Subraya que, para poder reinsertarse, el enfermo debe llevar una vida normalizada y, para ello, un trabajo es fundamental. "La ausencia de trabajo, aun tomando la medicaci¨®n, aumenta la vulnerabilidad", sostiene.
"Con los avances actuales en Medicina y unos apoyos psicosociales, pueden trabajar muy bien. Pero hay un elemento que lo impide, que es el hecho de que es injustamente discriminado", asegura Jos¨¦ Colis, codirector del Centro de Rehabilitaci¨®n Laboral Nueva Vida, que depende de la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales de Madrid y es pionero en la inserci¨®n laboral de los enfermos mentales cr¨®nicos, de los que la mayor¨ªa padecen esquizofrenia. "Nosotros hacemos pr¨¢cticas laborales con empresas. Ah¨ª se diluye el estigma, porque se conoce a la persona", cuenta.
"Lo realmente dif¨ªcil no es encontrar el trabajo, sino mantenerlo", apostilla Virginia Galilea, la otra codirectora. Por eso, su centro forma a los usuarios en habilidades sociales y laborales, adem¨¢s de ayudarles a buscar opciones de formaci¨®n. No hay que olvidar que muchos de los enfermos han pasado etapas largas metidos en casa o no tienen h¨¢bitos laborales, porque la enfermedad se da en una edad en la que la persona estaba prepar¨¢ndose.
El objetivo del centro es tratar de acercarlos a las situaciones habituales que vive un empleado. "A veces por mantener el trabajo aceptan determinadas situaciones", cuenta Galilea, quien recuerda c¨®mo una persona les reproch¨® que no le hab¨ªan ense?ado a escaquearse del trabajo. Sus compa?eros le hab¨ªan relegado a las tareas que nadie quer¨ªa y, abrumado, no sab¨ªa c¨®mo evitarlo.
Entre los m¨²ltiples trabajos que desarrolla el centro, han creado el denominado Proyecto Redes (www.proyectoredes.org), un empleo de transici¨®n para sus usuarios, donde trabajan como ayudantes de producci¨®n de p¨¢ginas web. Sus clientes son otras entidades con fines sociales.
Pero recursos como ¨¦ste son todav¨ªa muy escasos en Espa?a. Carmen Rubio recuerda que son las familias las que dan soporte al enfermo. "Queremos que est¨¦n tratados con la atenci¨®n que requiere su enfermedad, igual que al diab¨¦tico se le hace la di¨¢lisis". Y se pregunta: "Si la mayor¨ªa tienen pensiones de menos de 300 euros, ?cu¨¢l es su futuro sin un empleo?".
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