Conviene que dure..., y durar¨¢
?Durar¨¢ el tripartito? A lo largo de las ¨²ltimas semanas me han hecho o he escuchado en muchas ocasiones esta pregunta. En unos casos, posiblemente como expresi¨®n de una esperanza; en otros, como reflejo de un temor. Mi impresi¨®n es que durar¨¢; pero ante todo, pienso que conviene que dure. Me explico.
La probabilidad de que la coalici¨®n de gobierno aguante cuatro a?os es hoy mayor que cuando se form¨®. Por varios motivos. El primero es que, como sucede con las parejas, una prueba como la que ha tenido que pasar el tripartito por el error y la infidelidad pol¨ªtica de Josep Llu¨ªs Carod Rovira, o te separa o te fortalece. Pero la segunda y principal raz¨®n de mi pron¨®stico se apoya en el hecho de que ese error ha permitido poner a cada uno en su sitio, y esto beneficiar¨¢ la estabilidad pol¨ªtica del Gobierno catal¨¢n.
Las elecciones auton¨®micas originaron un fen¨®meno de sobrevaloraci¨®n de ERC y de su dirigente. Como ocurre con las monedas y las empresas, cuyo valor o cotizaci¨®n es sobrevalorada en ocasiones por los mercados por encima de sus fundamentos reales, la cotizaci¨®n pol¨ªtica de Carod Rovira se dispar¨® por encima de su valor electoral, y ¨¦l aprovech¨® esa inflaci¨®n para condicionar y proyectar una imagen bic¨¦fala del nuevo Gobierno.
Probablemente esa percepci¨®n fue una de las razones que llev¨® a algunos a ver con recelo la presencia de ERC en un Gobierno con el PSC. En Catalu?a no hab¨ªa temor a un Gobierno de Maragall, tal como reflejaron, entre otras, las declaraciones del presidente de Fomento del Trabajo Nacional, Joan Rosell, antes y despu¨¦s de las elecciones. En este sentido, hay que reconocer la labor de los actuales dirigentes de la patronal para mantenerla al margen de las querellas pol¨ªticas. Pero s¨ª exist¨ªa el temor a que un Gobierno del PSC pudiese ser reh¨¦n de ERC, de ah¨ª las sugerencias que se hicieron para tratar de inclinar al PSC hacia CiU.
Pero, como sucede tambi¨¦n con los mercados de cambios o la Bolsa, tarde o temprano siempre aparece alg¨²n suceso que pincha los valores inflados. En el caso de Carod Rovira ha sido la entrevista con ETA. Las dos crisis que ha causado han puesto las cosas en su sitio. Por un lado, ha acabado con la imagen de bicefalia. Por otro, ha fortalecido el poder pol¨ªtico y la imagen p¨²blica del presidente Pasqual Maragall.
Los efectos comienzan a ser visibles. Los recelos dentro del mundo empresarial comienzan a diluirse y, por el contrario, son ahora los mismos empresarios los que piden al Gobierno de Aznar, al PP y a CiU que eviten la demonizaci¨®n del tripartito y de su presidente, que preserven la estabilidad pol¨ªtica y que permitan al Gobierno catal¨¢n dirigir todas sus energ¨ªas hacia la soluci¨®n de los problemas y retos urgentes que tiene la sociedad y la econom¨ªa catalana.
Por eso conviene que el tripartito dure. Catalu?a necesita una sacsejada profunda, y eso, hoy por hoy, s¨®lo puede venir de un Gobierno con ciertos elementos de disidencia. El cambio y la innovaci¨®n, tanto en las empresas como en las organizaciones sociales, viene de los disidentes. No necesitamos ni m¨¢s de lo mismo, ni s¨®lo sentido com¨²n. Lo que ahora necesitamos son personas y organizaciones que miren los viejos problemas y las nuevas necesidades con una mentalidad diferente, que sean capaces de romper con las rutinas e introducir una nueva din¨¢mica. Necesitamos, al menos durante unos a?os, disidencia, y el tripartito la tiene. Se advierte en la est¨¦tica, en la ¨¦tica y en la prodecencia social. Que son disidentes se nota f¨¢cilmente. Pongan a todo el mundo pol¨ªtico catal¨¢n en una misma sala y d¨ªganle a alguien que no conozca a los personajes que identifique a los del tripartito. No se equivocar¨¢. La est¨¦tica les delata. (Por cierto, no he sabido encontrar en el Gobierno, ni en un segundo nivel de responsabilidad, a catalanes inmigrantes).
Tenemos problemas y deficiencias serias que condicionan nuestro futuro. La productividad de la econom¨ªa es muy baja; la carencias en infraestructuras, no s¨®lo viarias, sino de telecomunicaciones, condicionan el futuro y dificultan la aparici¨®n de empresas de la cuarta revoluci¨®n industrial; las carencias educativas son enormes (cuesta olvidar aquello de: "Como nos sobraba dinero hemos decidido d¨¢rselo a los colegios privados de ¨¦lite"); los problemas medioambientales causados por un urbanismo y unas actividades productivas depredadoras comienzan a pasar factura; la falta y carest¨ªa de la vivienda condiciona la emancipaci¨®n de los j¨®venes y la formaci¨®n de nuevas familias estables; la inmigraci¨®n amenaza con deteriorar los servicios p¨²blicos b¨¢sicos (sanidad, educaci¨®n, seguridad) en las zonas donde se concentra. Esto, s¨®lo por citar unos ejemplos.
Necesitamos ir a la ra¨ªz de esos problemas. Por eso necesitamos radicales. Los disidentes acostumbran a fijarse m¨¢s en el futuro (a veces demasiado). Los conservadores acostumbran a interesarse m¨¢s por el presente, a conservar (por eso aplican los excedentes a bajar los impuestos y no a invertir en futuro). Hay que tener de todo, como en botica. Sin embargo, hoy necesitamos un poco m¨¢s de los primeros que de los segundos.
Pero la disidencia produce miedo. El temor al riesgo del cambio, de la innovaci¨®n. Hay que dar tiempo al tiempo, para que aprendan a gobernar y a moderar ciertas propuestas ut¨®picos. El nuevo conseller en cap acaba de afirmar que hay cosas que s¨®lo se aprenden con la pr¨¢ctica. Pasqual Maragal se?al¨® que tendr¨ªa que "ense?ar" a gobernar a ERC. Probablemente el cursillo ha sido m¨¢s acelerado de lo que hab¨ªa previsto. Pero parece que algo se ha aprendido. Convendr¨ªa que ahora no nos toquen demasiado el tripartito. Lo necesitamos.
Ant¨®n Costas es catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Consejer¨ªas auton¨®micas
- Crisis gobierno
- VII Legislatura Catalu?a
- Comunidades aut¨®nomas
- Generalitat Catalu?a
- Gobierno auton¨®mico
- Parlamentos auton¨®micos
- Catalu?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Conflictos pol¨ªticos
- Parlamento
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica