Los nuevos reos de Wall Street
A Martha Stewart, impulsora del 'capitalismo popular' entre las amas de casa, le venci¨® la ambici¨®n
No se ve¨ªa un juicio de tanto nivel en Estados Unidos desde el proceso contra el jugador de f¨²tbol americano O. J. Simpson por el asesinato de su mujer. La diferencia es que en el de Martha Stewart, la mujer m¨¢s popular entre las amas de casa estadounidenses, el jurado no tuvo la m¨¢s m¨ªnima compasi¨®n y el viernes la declar¨® culpable de obstrucci¨®n a la justicia, conspiraci¨®n y dos delitos de falso testimonio ante el FBI (polic¨ªa federal) y la SEC (comisi¨®n del mercado de valores). Por cada uno de ellos le pueden caer hasta cinco a?os de c¨¢rcel y una multa de un mill¨®n de d¨®lares, que tendr¨¢ que decidir la juez el 17 de junio.
Las iron¨ªas de la vida. El juicio de Martha Stewart arranc¨® en una fr¨ªa ma?ana del invierno neoyorquino con magdalenas. Las ofreci¨® la juez a los doce miembros del jurado, elegidos tras un complejo proceso de selecci¨®n, para que entraran en calor a las 5.30 horas de la ma?ana mientras les explicaba las reglas del juego. Seis semanas despu¨¦s ca¨ªa la primera pieza en el complejo puzzle de esc¨¢ndalos corporativos en Estados Unidos y se derrumbaba uno de los iconos del logro del sue?o americano.
Tras conocerse la condena, sus acciones cayeron de golpe un 26% y en un d¨ªa perdi¨® 183 millones de d¨®lares
Martha Stewart, a los 62 a?os, lo ten¨ªa todo: popularidad, poder, glamour, su propio imperio medi¨¢tico, r¨¦cord de ventas con sus libros de recetas de cocina y su propia gama de productos para el hogar que se vend¨ªan con su nombre en la cadena de distribuci¨®n K-Mart. Estaba pr¨¢cticamente en todos los hogares de EE UU. Por no hablar de sus amigos m¨¢s pr¨®ximos, como Hilary Clinton. Pero su picard¨ªa financiera le va a costar muy cara y todo por ganar unos miles de d¨®lares m¨¢s en bolsa vendiendo sus acciones en la compa?¨ªa InClone con informaci¨®n privilegiada.
Inmensa fortuna
Una miseria comparada con la inmensa fortuna que amas¨® gracias a su olfato emprendedor. Y hoy est¨¢ a punto de perderla del todo. El primer golpe se lo llev¨® el viernes en Wall Street nada m¨¢s conocerse la decisi¨®n del jurado, a unos metros de la sede de la bolsa neoyorquina en la Gran Manzana. Las acciones de su compa?¨ªa Martha Stewar Living Omnimedia cayeron de golpe un 26% y en un d¨ªa perdi¨® 183 millones de d¨®lares. La imagen de su creaci¨®n est¨¢ muy vinculada a la de su persona, lo que explica el descalabro.
Pero hay mucho m¨¢s detr¨¢s de este primer juicio por fraude de guante blanco. Dos a?os de esc¨¢ndalos financieros y de descalabros burs¨¢tiles han sido suficientes para que la justicia no deje pasar una, sobre todo ante la pasividad de la Administraci¨®n estadounidense. La sentencia contra Stewart y su confidente, el agente de bolsa Peter Bacanovic, demuestra adem¨¢s que ahora el Gobierno tambi¨¦n se toma muy en serio esto de proteger a los inversores.
El fiscal general de EE UU, John Ashcroft, lo dejaba muy claro el pasado mi¨¦rcoles despu¨¦s de lanzar un proceso criminal contra el ex jefe ejecutivo de WorldCom, Bernie Ebbers, por su conexi¨®n con el fraude contable que llev¨® a la mayor quiebra de la historia en este pa¨ªs. "Nuestra responsabilidad es la de asegurarnos de que nadie est¨¦ al margen de la ley gracias a su posici¨®n de poder o privilegios", advirti¨®. Se trata, dijo, de preservar la integridad del mercado financiero.
El momento en el que llega la resoluci¨®n de este caso de fraude financiero no puede ser m¨¢s oportuno, porque sienta un precedente de cara a los procesos por esc¨¢ndalos destapados en WorldCom y el gigante energ¨¦tico Enron, que comenzar¨¢n en las pr¨®ximas semanas. Los tres, junto al de Tyco, han convertido el coraz¨®n de Manhattan en un hervidero, con idas y venidas de grandes ejecutivos en limusinas negras con cristales tintados, siempre custodiados por una tropa de abogados y agentes federales de paisano.
Al margen del derrumbe de este icono, el mensaje que sale del juicio contra Stewart es demoledor para el Gobierno corporativo en EE UU porque es un claro llamamiento para que los ejecutivos rectifiquen y vayan hacia una gesti¨®n m¨¢s transparente de sus negocios. Esto explica que grandes corporaciones como Dell o Disney est¨¦n procediendo a dividir los puestos de presidente y de consejero delegado en dos personas.
Los abogados de los acusados, como el de Bernie Ebbers o el de Jeffrey Skilling -ejecutivo jefe de Enron-, dicen que "el ambiente est¨¢ envenenado" y dudan que frente a este escrutinio de la conducta de los ejecutivos "vayan a recibir un juicio justo". El clima podr¨ªa enrarecerse a¨²n m¨¢s si la cuesti¨®n del buen gobierno corporativo se convierte en uno de los elementos de confrontaci¨®n durante la campa?a electoral.
Quiz¨¢s lo ¨²nico que les queda a los abogados de Ebbers y Skilling sea tomar nota de los fallos cometidos en el proceso contra Stewart. Los miembros del jurado comentaron que el pecado de Martha fue no contarles directamente su versi¨®n de los hechos.
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