El Gobierno en Internet, "en construcci¨®n"

La Administraci¨®n espa?ola en l¨ªnea est¨¢, parafraseando el aviso de las webs inacabadas, "en construcci¨®n". Se mejora en los tr¨¢mites, pero apenas se corrigen los d¨¦ficits de informaci¨®n y del uso propagand¨ªstico de los sitios ministeriales. La informaci¨®n al ciudadano que ofrecen los sitios de los ministerios en Internet es desigual. Hay abundancia de datos, pero la mayor¨ªa se acerca a la actualidad con el ¨²nico punto de vista de la propia administraci¨®n. La transparencia en Internet del Gobierno no es mayor que en otros canales.

Mientras Moncloa o Exteriores, a trav¨¦s de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica, cuelgan un elaborado resumen propio de prensa diario, la mayor¨ªa de ministerios s¨®lo comunican sus propios mensajes. En una ocasi¨®n, Educaci¨®n incluy¨® una referencia informativa ajena. Fue durante el tr¨¢mite de la Ley de Calidad de la Educaci¨®n: public¨® una entrevista con la ministra de una publicaci¨®n colegial. En Econom¨ªa, desde su portada, se puede ir a una kilom¨¦trica loa de 79 p¨¢ginas a la pol¨ªtica del departamento. Defensa hace, de vez en cuando, una selecci¨®n arbitraria de las noticias que le afectan y remiten a los diarios digitales que trataron la noticia, por lo que la b¨²squeda resulta laboriosa. Este ministerio, con dificultades en el reclutamiento, no informa del n¨²mero de soldados profesionales que tienen contrato con las Fuerzas Armadas. La web informa de la Plantilla (te¨®rica) para el 2002.

"Muchos datos est¨¢n, pero se ofrecen de manera incomprensible al ciudadano"

En Econom¨ªa, un enlace de portada a la presidencia de la UE remite todav¨ªa a Italia

Algunos organismos publican las estad¨ªsticas de las quejas ciudadanas

La falta de transparencia informativa no consiste s¨®lo en suministrar parcialmente datos o en esconderlos detr¨¢s de m¨²ltiples clics sino en ofrecerlos de manera que al ciudadano le resulten indescifrables. Daniel Luz, de la Escola de Cultura de Pau, hizo un estudio de la exportaci¨®n de armamentos por parte de Espa?a a pa¨ªses subsaharianos con los que la UE tiene prohibido este tipo de comercio. En la pol¨¦mica abierta tras publicarse el informe, el Gobierno aleg¨® que se trataba de munici¨®n deportiva. "La fuente inicial en Internet fueron los datos del Instituto de Comercio Exterior. Una vez publicado nuestro informe, estos datos dejaron de ser accesibles. Adem¨¢s, como no explican la metodolog¨ªa con que elaboran sus estad¨ªsticas es dif¨ªcil descifrarlas. Nosotros tuvimos que trabajar con consultas de aduanas y aranceles y conociendo la codificaci¨®n que suele utilizarse para reconocer que un determinado cap¨ªtulo se refiere a un determinado armamento. Pero este trabajo no se le puede pedir a un ciudadano. Aunque consulte los datos no podr¨¢ obtener una informaci¨®n comprensible".

Al no estar unificados los sistemas de navegaci¨®n, el acceso a la informaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil en unas webs que en otras y el navegante debe estudiar nuevas rutinas cada vez que va de un ministerio a otro.

Educaci¨®n, por ejemplo, contiene mucha informaci¨®n b¨¢sica de servicio al ciudadano, como el listado de centros educativos y universidades o las convocatorias de oposiciones, actualizadas con razonable periodicidad. El principal problema es que la organizaci¨®n de esa documentaci¨®n hace dif¨ªcil averiguar d¨®nde encontrarla. Es preciso tener una idea clara de qu¨¦ organismo se ocupa de cada tema.

El esfuerzo informativo acostumbra a ser selectivo. Fomento, un caso, mantiene una exhaustiva ¨¢rea de estad¨ªsticas donde se halla desde la evoluci¨®n del precio por metro cuadrado de las vivienda en Espa?a a las toneladas transportadas en una regi¨®n. Tambi¨¦n ofrece informaci¨®n al d¨ªa del estado de las carreteras, aunque no ha actualizado los cambios de nomenclatura. Sin embargo, sobre las pol¨¦micas deficiencias en el AVE en Zaragoza se limita a sus comunicados.

Como ocurre en el resto de Europa, la digitalizaci¨®n de los tr¨¢mites est¨¢ m¨¢s desarrollada para el sector empresarial que para el ciudadano. Cap Gemini Ernest & Young puntu¨® con un 72% los servicios para empresas y con un 52% los destinados al particular. En Agricultura hay esfuerzos como un servicio cartogr¨¢fico de los cultivos espa?oles que, en el olivo, incluye los datos catastrales de las parcelas. Est¨¢ tutelada digitalmente la gesti¨®n de seguros agrarios y lo m¨¢s ¨²til para el ciudadano es la informaci¨®n semanal -tambi¨¦n en Econom¨ªa- sobre el precio en origen y destino de los alimentos, puesta en marcha tras la pol¨¦mica sobre los precios del tomate. La Agencia Tributaria est¨¢ en la vanguardia de los servicios y ha sido premiada internacionalmente. La Seguridad Social tambi¨¦n est¨¢ en la avanzadilla de la e-administraci¨®n. El resto, no llega a su altura.

La lujuria de datos enmascara muchas veces la falta de selecci¨®n ¨²til de los mismos para el ciudadano. Por ejemplo, la informaci¨®n en Trabajo sobre el Fondo Social Europeo. En la p¨¢gina se encuentra el presupuesto o los programas que gestiona, pero no hay informaci¨®n para quien quiera seguir uno de los cursos financiados. La falta de actualizaci¨®n provoca que en el INEM se ofrezca un puesto para el sector sanitario sueco... que se resolvi¨® en el 2002.

Un aspecto general de las webs gubernamentales es su lenta actualizaci¨®n. En la p¨¢gina de inicio de Trabajo llaman la atenci¨®n dos enlaces: a la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, que se celebr¨® en 2002, y a los cursos de teleformaci¨®n del Ministerio, cuya "fecha aproximada de inicio" es en 2003. A veces, la actualizaci¨®n es desigual dentro del propio sitio. Econom¨ªa ofrece datos al d¨ªa sobre el PIB espa?ol, pero estos mismos datos en la p¨¢gina dedicada a las inversiones extranjeras est¨¢n anticuados y la estad¨ªstica sobre turismo se congel¨® en el 2001. Tambi¨¦n en Econom¨ªa, el enlace de portada a la presidencia europea hace viajar a Italia cuando actualmente est¨¢ en manos irlandesas. En Defensa no es posible conocer el contingente actualmente desplegado en Irak. La informaci¨®n disponible corresponde a la Brigada Plus Ultra I, que fue relevada el pasado diciembre. En cambio dan noticias de las actividades de los soldados actualmente en el terreno. Una web que ha hecho un esfuerzo en seguir el vendaval legislativo es la de Justicia. Lo peor, el directorio judicial, que omite la identidad de los magistrados.

La gesti¨®n de las quejas ciudadanas tambi¨¦n va por barrios. En el portal del ciudadano se informa que si se desea que la queja figure en el Libro de Quejas y Sugerencias de la Administraci¨®n del Estado, debe presentarse personalmente o por correo postal, no se admite la queja telem¨¢tica. Algunos ministerios, excepcionalmente, como el de Sanidad, tienen abierto un buz¨®n espec¨ªfico de reclamaciones y se compromete a una respuesta en 30 d¨ªas. Ya resulta m¨¢s in¨¦dito conocer de qu¨¦ se quejan los ciudadanos. La web del Consejo del Poder Judicial lo hace. Publica las estad¨ªsticas anuales donde destaca que la principal reclamaci¨®n es por dilaci¨®n de los juicios. Seg¨²n datos de 2002, unas 1.800 reclamaciones se presentaron en persona. Las quejas a trav¨¦s del correo electr¨®nico no superaron las 200. El Defensor del Pueblo, dependiente de las Cortes, tambi¨¦n gestiona quejas telem¨¢ticas y hace un informe anual de las mismas.

El Internet gubernamental refleja la falta de un compromiso sobre los derechos informativos del ciudadano. En Estados Unidos existe y ahora lo lanza Gran Breta?a. Se trata de la FOIA (Freedom of Information Act), que entrar¨¢ plenamente en vigor en enero de 2005. Este compromiso por la libertad de informaci¨®n implica que "cualquier persona de cualquier nacionalidad puede requerir la consulta de informaci¨®n albergada en el Foreign Office o en cualquier cuerpo de la administraci¨®n". La normativa va acompa?ada de un protocolo que contempla desde los procedimientos de consulta y plazos a las negativas argumentadas a dar informaci¨®n reservada.

La espa?ola Carta de Servicios del Centro de Informaci¨®n Administrativa no es equiparable. Se orienta parcialmente a aspectos burocr¨¢ticos. En Espa?a es impensable, como sucede en Estados Unidos, que un ciudadano reclame el listado de llamadas de un funcionario desde un tel¨¦fono de la administraci¨®n. La web de Justicia norteamericana publica todos los enlaces departamentales para ejercer el derecho amparado por la FOIA.