Bien hecho, con reparos
Shakespeare de nuevo. Es uno de los autores al que las artes de la representaci¨®n acuden con mayor frecuencia. El Romeo y Julieta que ahora nos ofrecen Rodr¨ªguez -la coreograf¨ªa es suya- y Rojas es grato de ver y tiene la gran virtud de no enrevesar el relato hasta hacerlo cr¨ªptico. Se entiende todo y se entiende bien, con el valor a?adido de que la danza que le sirve de soporte es directa, efectiva y cumple a la perfecci¨®n el objetivo de transmisi¨®n que se le supone.
Hay pasajes hermosos -alguno en exceso obvio, quiz¨¢- de los que son int¨¦rpretes los bailarines del Nuevo Ballet Espa?ol, todos disciplinados y convincentes. Rodr¨ªguez y Rojas, muy metidos en los personajes, hacen un Mercurio y un Romeo sensibles y atractivos, bien bailados y que desde el primer momento cuentan con las simpat¨ªas de la audiencia. Lo mismo que Julieta, personificada por Mayte Bajo, quien dota al personaje de ternura, inocencia y encanto, de una casi et¨¦rea corporeidad.
Romeo y Julieta
Nuevo Ballet Espa?ol de ?ngel Rojas y Carlos Rodr¨ªguez, con Mayte Bajo y Chevi Muraday. Guitarristas: Gaspar Rodr¨ªguez y Antonio Rey. Cante y baile: Mara Rey. Piano: Pablo Su¨¢rez. Y otros m¨²sicos. Teatro Villamarta, Jerez, 7 de marzo.
La actuaci¨®n de Chevi Muraday, bailar¨ªn de contempor¨¢neo que incorpora al fraile casamentero, tiene una brillante intervenci¨®n que por momentos tememos pueda "devorar" al resto del espect¨¢culo. Pero su concepci¨®n del personaje y su modo de producirse me parecen totalmente fuera de contexto. La presencia al final de un ni?ito para dar su patadita por buler¨ªas es otro ejemplo de falta de respeto al arte.
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