Los ni?os que duermen con sus padres pueden sufrir trastornos del sue?o y del desarrollo
Todos los ni?os han sentido en alguna ocasi¨®n la necesidad de dormir con sus progenitores. Y todos los padres han experimentado alguna vez el deseo de compartir la cama con sus hijos. Es un sentimiento universal y su pr¨¢ctica puede estar justificada espor¨¢dicamente, por ejemplo, cuando el peque?o se encuentra mal y quiere mimos o tiene miedo, o cuando el adulto, ausente la pareja por trabajo u otras razones, desea sentir cerca al ni?o. Sin embargo, los expertos recomiendan que esta pr¨¢ctica nunca se convierta en h¨¢bito por los efectos perniciosos que puede tener en el desarrollo infantil, al interferir en el aprendizaje de la autonom¨ªa y favorecer la aparici¨®n de trastornos del sue?o.
El beb¨¦ debe dormir en su habitaci¨®n a partir del cuarto o quinto mes de vida
En EE UU los pediatras Ferber y Lozoff han estudiado a fondo el llamado co-sleeping: cuando el ni?o duerme con alguien del entorno hogare?o (padres, hermanos, abuelos, ni?era). Investigaciones realizadas por estos autores en las d¨¦cadas de 1980 y 1990 revelan que dormir con los ni?os no les beneficia. Uno de estos trabajos norteamericanos demostraba que en el seno del 30% de las familias de raza blanca y del 70% de las de raza negra dorm¨ªan habitualmente los ni?os con los padres.
Otro estudio llevado a cabo en Suecia, publicado en 1982 en Acta Pedi¨¢trica Escandinava, pon¨ªa de manifiesto que entre el 35% y el 40% de los ni?os suecos de entre dos y seis a?os compart¨ªa la cama regularmente con otros miembros de la familia.
"Compartir la cama a veces est¨¢ condicionado por falta de espacio en el hogar. Pero la literatura m¨¦dica demuestra que las causas trascienden ese ¨¢mbito y que este fen¨®meno no s¨®lo se da en poblaciones con un estatus socioecon¨®mico medio y bajo, sino tambi¨¦n alto", admite la neurofisi¨®loga Rosa Peraita, responsable de la unidad del estudio del sue?o del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid.
Como indica Peraita, el sue?o es un periodo de gran actividad de la corteza cerebral y durante su transcurso se segregan hormonas como la del crecimiento, el cortisol o la melatonina. Un sue?o adecuado en cantidad y calidad es fundamental para un desarrollo sano en los ni?os. Entre otros trastornos, la alteraciones del sue?o podr¨ªan comprometer la segregaci¨®n de la hormona del crecimiento y condicionar la talla.
"El ni?o debe tener su propio espacio vital tambi¨¦n para dormir y descansar. Necesita ciertas condiciones de aislamiento, lum¨ªnicas, t¨¦rmicas y ac¨²sticas que le ayuden a conciliar el sue?o. Todo lo que sea perturbar su sue?o, como los ronquidos o los contactos por movimientos al compartir la cama, puede favorecer con el tiempo la aparici¨®n de trastornos, sobre todo insomnio. Incluso la costumbre de que el ni?o duerma con los mayores puede propiciar la pr¨¢ctica de abusos sexuales a los menores", afirma Peraita.
Para Mar¨ªa Jes¨²s Mardomingo, jefa de Psiquiatr¨ªa Infantil del hospital Gregorio Mara?¨®n, es aconsejable que el peque?o duerma en su cuna y fuera de la habitaci¨®n de los padres a partir del cuarto o quinto mes de vida.
"Cuando el beb¨¦ llora", dice, "y no sabe expresar por qu¨¦ se altera su sue?o, los padres y responsables de su cuidado deben indagar primero la causa y, si ¨¦sta existe, corregirla, como pudiera ser cambiarle el pa?al o darle el biber¨®n si tiene hambre. Lo peor que puede hacerse es llevarle a la cama de los padres para que se calle y les deje dormir. Acabar¨¢ convirti¨¦ndose en una costumbre por ambas partes".
Entre los tres y los cinco a?os los ni?os pueden sufrir pesadillas y terrores nocturnos. Este hecho forma parte de su paulatino descubrimiento del mundo y de su maduraci¨®n emocional. A juicio de Mardomingo, no hay que infravalorar el sufrimiento que esto causa en el ni?o. Es necesario escucharle, tranquilizarle, hacer que se sienta comprendido y apoyado, pero mostrar firmeza para que siga durmiendo en su cama.
Seg¨²n esta psiquiatra, cada vez son m¨¢s frecuentes las consultas en los ni?os por miedo a dormir solos. Cualquier acontecimiento vital que para ellos sea traum¨¢tico puede generar miedo a dormir solos, ya sea por temor a la oscuridad, a que aparezcan monstruos, a los ruidos. Y este temor se traduce en un estado de ansiedad y angustia que representa un gran sufrimiento para el peque?o.
"En estos casos", explica Mardomingo, "hablamos de una reacci¨®n de estr¨¦s postraum¨¢tico que perturba el sue?o. Es frecuente hallar estas conductas cuando los ni?os han vivido cat¨¢strofes naturales y accidentes o cuando han presenciado actos de violencia, o han sufrido la p¨¦rdida de un ser querido. Tambi¨¦n los problemas en el colegio pueden conducir a serias alteraciones del sue?o y al miedo a dormir solo".
Para esta especialista, escuchar al ni?o e indagar la causa es la primera actitud que han de adoptar los adultos y, si la situaci¨®n se perpet¨²a y altera notablemente la calidad de vida del peque?o, tal vez sea necesario consultar con un profesional.
Dec¨¢logo para la buena higiene del sue?o infantil
- 1. El sue?o es un h¨¢bito que requiere un aprendizaje y el respeto de un horario, as¨ª como unas condiciones favorables de temperatura, silencio y luz.
- 2. A partir del cuarto o quinto mes de vida el beb¨¦, siempre que sea posible, debe salir de la habitaci¨®n de sus padres.
- 3. Desde que es muy peque?o es importante ense?ar al ni?o a dormirse solo, no en brazos ni en el sof¨¢ o en la cama de los padres aunque luego sea trasladado a la suya. Se le puede ayudar con la lectura de un cuento y dej¨¢ndole una luz tenue.
- 4. No es conveniente acostarse en la cama del ni?o hasta que se duerma. Con esta actitud se merma el desarrollo de su autonom¨ªa. Los fines de semana se le puede permitir que vaya un ratito por la ma?ana a la cama de los padres.
- 5. Es importante respetar un ritual al acostarse e inculcarle que hay que ir a dormir porque todos necesitamos descansar.
- 6. Si el cr¨ªo se despierta a medianoche asustado e inquieto, es necesario tranquilizarle, mimarle un poquito, pero sin dar demasiadas explicaciones y mostrando firmeza para que contin¨²e durmiendo solo.
- 7. No es recomendable permitir que a media noche se vaya a la cama de los padres, abuelos, hermanos u otros. En algunas familias se produce tal trasiego, que ninguno de los miembros amanece en su cama.
- 8. Es importante ense?arle a no molestar a los dem¨¢s cuando ¨¦l madruga demasiado. Conviene no ponerle la televisi¨®n y ayudarle con suavidad y firmeza a volverse a dormir.
- 9. No hay que premiar al ni?o por dormir bien, sino ense?arle que eso es lo normal. Es aconsejable reducir el exceso de gratificaciones a los que se acostumbra ahora a los ni?os cuando cumplen con su deber.
- 10.El padre y la madre tienen que compartir los mismos criterios y la misma autoridad ante la hora de ir a acostarse y respetar las normas del sue?o.
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