"Kafkiano, pero correcto"
Aventuras de un funcionario espa?ol del FMI con la seguridad en EE UU
Hasta ayer, ?lex Segura, de 33 a?os y funcionario del Fondo Monetario Internacional, no ten¨ªa ni idea de por qu¨¦ fue esposado y detenido durante m¨¢s de tres horas el s¨¢bado pasado, en el aeropuerto de Washington. Las autoridades del Fondo -que podr¨ªa dirigir, a corto plazo, el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato- se han quejado a Seguridad Interior y lo mismo ha hecho Luis Mart¨ª, representante de Espa?a en el FMI. "Lo que fue molesto es que me fui sin saber qu¨¦ hab¨ªa pasado. Les dije que entend¨ªa que me interrogaran, pero no que me esposaran ni que me dejaran sin ninguna explicaci¨®n".
Segura, que estudi¨® Econom¨ªa y Ciencias Pol¨ªticas en la Aut¨®noma de Barcelona y se doctor¨® en la Columbia de Nueva York, trabaja en el Departamento de Asuntos Fiscalesdel Fondo. El s¨¢bado llegaba a Washington desde Par¨ªs en el vuelo de Air France 028 con otros dos compa?eros, procedentes de una misi¨®n en Senegal. "Nos levantamos para salir del avi¨®n y la azafata dice: no, vuelvan a sus asientos, que Inmigraci¨®n va a subir a bordo". Segura vio a los dos polic¨ªas. "Vinieron a mi asiento. Me pidieron el pasaporte; les di los dos que tengo: el espa?ol y el de la ONU. Me pidieron que les acompa?ara. Salimos del avi¨®n y me dijeron que me ten¨ªan que esposar".
Tras pedirle el pasaporte en el avi¨®n, los polic¨ªas le dijeron: "Le vamos a esposar, no lo dude".
Alex Segura explic¨® que estaba en una misi¨®n oficial, ense?¨® su visado G-4, su pasaporte diplom¨¢tico internacional... "No vamos a discutir esto con usted. Le vamos a esposar, no lo dude". Segura a¨²n lo dudaba, e insisti¨® dos veces: in¨²til. "No me levantaron la voz. Fue todo kafkiano, pero correcto". Esposado, baj¨® a la pista y se meti¨® en un veh¨ªculo. "Incl¨ªnese un poco para entrar en el coche y mant¨¦ngase inclinado, porque si no las mu?ecas le van a doler", le dijeron, mientras se excusaban por el procedimiento.
Segura fue conducido a una sala y un polic¨ªa le interrog¨®: "Me pregunt¨® de d¨®nde ven¨ªa, por qu¨¦ hab¨ªa ido, en qu¨¦ trabajaba. Una vez explicado, me dijo que qu¨¦ ven¨ªa a hacer en EE UU. Quiso saber en d¨®nde hab¨ªa estado en los ¨²ltimos meses; Senegal, Per¨², Espa?a. ?Y no ha estado en Turqu¨ªa? No, se?or. ?Y en Rusia? Tampoco".
A todo esto, la mujer de Alex Segura, embarazada de ocho meses y con un ni?o de dos a?os, le esperaba fuera. El economista quiso hacer una llamada de tel¨¦fono; en vano. Media hora despu¨¦s, "lleg¨® un supervisor con m¨¢s preguntas: d¨®nde hab¨ªa estudiado, c¨®mo era Nueva York... Luego me tom¨® una foto con una c¨¢mara digital y estuvo un buen rato estudiando mi cara. Nunca malos modos, no me levantaron la voz".
Veinte minutos de preguntas despu¨¦s, "me revisaron los documentos, p¨¢gina por p¨¢gina. Hab¨ªa algunos confidenciales, del Gobierno de Senegal, y el supervisor dice: 'Pero, bueno, esto es confidencial'. '?Co?o, le digo yo, por eso no deber¨ªa usted estar ley¨¦ndolo!", cuenta ahora riendo. "Un aut¨¦ntico di¨¢logo para besugos. Kafkiano, pero correcto".
Tres horas despu¨¦s le dejaron irse. Para no bajar el list¨®n, la conversaci¨®n final: "Bueno, ?me puede decir qu¨¦ ha pasado?". Y un polic¨ªa me dice: "Quiz¨¢ ser¨ªa bueno que se consiguiera otro pasaporte. Y el otro polic¨ªa me dice: 'No, no, otro pasaporte mejor no, porque a¨²n ser¨ªa m¨¢s sospechoso. Y yo: '?pero, co?o!, ?sospechoso de qu¨¦?".
Christiana Halsey, del Departamento de Seguridad Nacional, explic¨® ayer a EL PA?S lo que a¨²n no sab¨ªa Alex Segura: "El sistema inform¨¢tico detect¨® una coincidencia entre el nombre y la fecha de nacimiento del se?or Segura y los datos de un individuo peligroso y posiblemente armado. Los inspectores ten¨ªan que verificar la identidad y siguieron las normas de seguridad propias de un caso as¨ª. El se?or Segura cooper¨® en todo momento. Por desgracia, estos errores ocurren a veces".
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