Mucho plan para tan pocos medios
Un crimin¨®logo, el SUP y la AUGC cuestionan la pol¨ªtica de Interior contra la delincuencia
El miedo es libre y no sabe de estad¨ªsticas. Aunque los ¨²ltimos datos indican que los delitos dejaron de crecer en 2003, los andaluces siguen preocupados por su seguridad. En una encuesta de la Junta, los malos tratos, el tr¨¢fico de drogas y la delincuencia organizada aparecen como los cr¨ªmenes que producen m¨¢s inquietud. El director del Instituto Andaluz de Criminolog¨ªa, Jes¨²s Barqu¨ªn; el secretario de organizaci¨®n del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) en Andaluc¨ªa, Gonzalo Pel¨¢ez; y el delegado en Granada de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Antonio Valderas, discuten sobre la delincuencia y el plan del Gobierno para barrerla de las calles.
Pregunta. Un 72% de los andaluces cree que la seguridad es mala o regular. ?Tan mal estamos?
A. VALDERAS "Nos dan 'sprays' para reducir detenidos, pero no nos explican que eso puede matar"
JES?S BARQU?N "Es sospechoso que la seguridad privada crezca cuando bajan las plantillas policiales"
GONZALO PEL?EZ "Est¨¢n acelerando la entrada de polic¨ªas pero a costa de su formaci¨®n"
JES?S BARQU?N "En pol¨ªtica criminal se opera a impulsos y sin un estudio riguroso del problema"
Antonio Valderas (A.V.). Es cierto que la inseguridad es palpable. Se ha incrementado en todos los sitios, pero m¨¢s en el campo que en las ciudades. Los agentes tenemos escasos medios para luchar contra el principal reto, que es la delincuencia organizada.
Gonzalo Pel¨¢ez (G.P.). Parece que en 2003 se han estancado, pero en los dos a?os anteriores crecieron mucho los delitos contra el patrimonio y la libertad sexual as¨ª como el crimen organizado. El problema es que no somos suficientes.
Jes¨²s Barqu¨ªn (J.B.). Hay una mayor percepci¨®n de inseguridad por el crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os, pero no creo que el riesgo de sufrir delitos haya aumentado. El incremento de la delincuencia es objetivo aunque es escandalosa la falta de datos oficiales. En 2001 y 2002 hubo un incremento significativo. Otro dato real es la poblaci¨®n penitenciaria. En 1999 hab¨ªa 45.000 reclusos en las c¨¢rceles que ahora son 57.000. Pero la situaci¨®n no es cr¨ªtica.
A.V. Es cierto que la percepci¨®n de inseguridad y la criminalidad son cosas distintas, pero el aumento de los delitos hace que la gente los perciba m¨¢s.
J.B. El aumento de los delitos se debe a la mejora de la econom¨ªa y al incremento de la poblaci¨®n. Los hijos del baby boom de los 70 ya est¨¢n produciendo y la inmigraci¨®n ha crecido. Si aumenta la poblaci¨®n y los intercambios econ¨®micos lo normal es que la delincuencia tambi¨¦n lo haga.
G.P. S¨ª, pero el Gobierno lo ha negado durante mucho tiempo hasta que ha tenido que reconocer que la inseguridad es un problema.
J.B. Hay que tener en cuenta que el C¨®digo Penal de 1995 y sus reformas han creado nuevos delitos que antes no exist¨ªan. El a?o pasado hubo un incremento del 33% de casos relacionados con la violencia dom¨¦stica. ?Es que ahora se maltrata m¨¢s que antes? Seguro que no, pero esos delitos se persiguen mucho m¨¢s.
G.P. Tambi¨¦n se ha culpabilizado a los extranjeros. Yo trabajo en extranjer¨ªa y os puedo asegurar que aqu¨ª en Granada s¨®lo un 10% de los presos son inmigrantes. Lo que hace falta es m¨¢s voluntad pol¨ªtica para hacer bajar los delitos.
A.V. S¨ª, pero en vez de voluntad lo que hay es dejadez.
J.B. Se comenten chapuzas continuamente. Se opera a impulsos que son poco serios. Ahora va a desaparecer el arresto de fin de semana que fue un desastre. Si uno crea nuevos castigos, tiene que poner los medios para que se cumplan. En octubre entrar¨¢ en funcionamiento la pena de localizaci¨®n permanente. Pero ?qui¨¦n va a controlar eso? Supongo que ser¨¢ la Polic¨ªa y la Guardia Civil, que, para hacer eso, tendr¨¢ que quitarse de otras ocupaciones. Hace falta estudiar la situaci¨®n. Deber¨ªa existir personal que analizara las estad¨ªsticas e hiciera seguimiento de las medidas que se adopten.
G.P. Pero ese organismo tendr¨ªa que ser independiente, porque el Gobierno no va a tirar piedras contra su propio tejado.
J.B. Las estad¨ªsticas de todos los pa¨ªses muestran un baj¨®n de los delitos en periodo electoral. Pero hay que tener en cuenta que seg¨²n qu¨¦ gobierno, le conviene o no que suba la criminalidad. No es lo mismo ver el tema desde el compromiso social que desde el punto de vista de m¨¢s polic¨ªa, m¨¢s tiempo en la c¨¢rcel, etc¨¦tera.
A.V. El problema es que las reformas se han hecho sin tener en cuenta al personal. Los t¨¦cnicos proponen medidas desde sus despachos sin conocer de primera mano la situaci¨®n. Otro problema que afecta sobre todo a los guardias civiles es la falta de formaci¨®n. Por ejemplo, ahora nos han dado los sprays para reducir detenidos, pero sin ninguna formaci¨®n. Y con un spray t¨² puedes matar a personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.
P. Hace casi dos a?os del Plan contra la delincuencia, ? funciona?
A.V. Dijeron que iban a barrer las calles de delincuentes. Se han hecho cosas, pero no nos han dotado de los medios necesarios y los de los delincuentes son m¨¢s sofisticados que los nuestros. Pedir una orden de registro o una escucha es inimaginable. Falta preparaci¨®n, faltan medios y luego est¨¢ nuestra propia estructura: hay un mont¨®n de gente que no se dedica a la seguridad. Guardias civiles que trabajan en los despachos, fontaneros, carpinteros... Los juicios r¨¢pidos son una chapuza que nos ha dado much¨ªsimo trabajo. Ahora somos nosotros los que citamos, cuando podr¨ªa hacerlo un administrativo. Adem¨¢s, mientras preparas el juicio no hay nadie en la calle.
G.P. El plan no ha contado con los trabajadores. Desde que se puso en marcha entran m¨¢s polic¨ªas pero con menos formaci¨®n. Tenemos agentes en pr¨¢cticas y alumnos que a los seis meses de academia ya est¨¢n en las comisar¨ªas (antes era un a?o). La academia de ?vila no es suficiente. Para los juicios r¨¢pidos tampoco se ha hablado con nosotros. Si detienes a alguien a las 4.00 te encuentras con el juicio al d¨ªa siguiente. Y sin cobrar ni un duro por ello.
J.B. En realidad el plan del Gobierno es puro marketing. Un conjunto de medidas heterog¨¦neas. El endurecimiento de penas no es nada nuevo. El nuevo C¨®digo Penal ya lo hizo en 1995. La prueba es que los que cometieron delitos antes de su aparici¨®n se acogieron al viejo porque les era m¨¢s favorable. Las reformas penales del a?o pasado van en la misma direcci¨®n. Y han funcionado; si no, que se lo digan a los 57.000 presos que hay en las c¨¢rceles. Lo del aumento de plantillas es s¨®lo un proyecto porque, por el momento, no hay m¨¢s agentes. Y los juicios r¨¢pidos no tienen repercusi¨®n directa en la delincuencia sino en la administraci¨®n de justicia.
P. ?Ser¨ªa bueno unir Polic¨ªa y Guardia Civil?
A.V. Espa?a es el pa¨ªs con m¨¢s polic¨ªas por habitante de Europa, pero hay que coordinarlos. Por ejemplo, no tenemos una base de datos ¨²nica ni hay voluntad de crearla, lo que fomenta la competencia entre los cuerpos. Se han dado casos como el de Tony Alexander King que son flagrantes. La Polic¨ªa ten¨ªa unos datos, la Guardia Civil otros, y mientras el t¨ªo mata a dos ni?as. La unificaci¨®n es la soluci¨®n a esta descoordinaci¨®n. Tampoco hay razones para que sigamos siendo militares, algo que s¨®lo sirve para tener un 15% de par¨¢sitos que no hacen nada. Un comisario de Polic¨ªa no est¨¢ en la calle, pero hace al d¨ªa cuatro atestados y es ¨²til a la sociedad. En la Guardia Civil, de oficial para arriba, nadie hace unas diligencias.
G.P. Es cierto que hay competencia. Cada cuerpo defiende su parcela y eso es de juzgado de guardia. Si los cuerpos estuvieran unificados, no ocurrir¨ªa. En el d¨ªa a d¨ªa entre agentes s¨ª nos pasamos informaci¨®n. Pero estamos hablando de compa?eros, no de cuerpos.
P. ?Los ciudadanos recurren m¨¢s a la seguridad privada?
G.P. En toda Espa?a y concretamente aqu¨ª en Granada han crecido much¨ªsimo este tipo de empresas. No sabemos si hay intereses partidistas. Ese aumento no contribuye a combatir la delincuencia. Son personas sin preparaci¨®n y las empresas act¨²an s¨®lo en su beneficio. Hay m¨¢s vigilantes de seguridad porque no podemos llegar a todos los sitios, pero tambi¨¦n ha habido mucha permisividad desde el Gobierno.
J.B. La lucha contra la delincuencia debe atenderse con medios p¨²blicos, pero hay ¨¢mbitos que la seguridad p¨²blica no deber¨ªa cubrir. Por ejemplo los dispositivos para partidos de f¨²tbol, que benefician a una empresa privada pero se pagan con fondos p¨²blicos. Seguridad privada tiene que haber, pero con m¨¢s control. Es cuanto menos sospechoso que su boom haya coincidido con el descenso en las plantillas policiales.
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