El Celtic desquicia al Bar?a
El equipo escoc¨¦s sac¨® partido de su mayor poder¨ªo f¨ªsico y de las expulsiones de Motta y Saviola
El Para¨ªso del Celtic fue un infierno para el Barcelona. El liviano equipo azulgrana no aguant¨® la carga del batall¨®n escoc¨¦s y concedi¨® una derrota dolorosa y preocupante, porque el 1-0 es uno de los peores resultados que se dan en los torneos europeos. Los azulgrana cedieron a medida que fueron perdiendo futbolistas en un partido muy dif¨ªcil de jugar por la intimidaci¨®n escocesa, siempre avalada por el ¨¢rbitro, que por contra estuvo implacable con los catalanes. Muy superior en situaci¨®n de igualdad num¨¦rica, el Barcelona se destempl¨® a la que el Celtic se le tir¨® a la yugular y perdi¨® a Motta por una tonter¨ªa y a Saviola por mal justiciero. Los dos entraron en la reyerta propuesta por los escocesos y lo pagaron con sendas expulsiones que dejaron a su equipo en una posici¨®n extremadamente delicada.
CELTIC 1-BARCELONA 0
Celtic: Douglas; Agathe, Bald¨¦, Varga, McNamara; Thompson (Sylla, m.80), Lennon, Petrov, Pearson; Beattie (Marshall, m.45) y Larsson.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Reiziger (Gerard, m.63), Puyol, Oleguer, Gabri; Xavi, Cocu, Motta; Luis Garc¨ªa (Quaresma, m.71), Saviola y Ronaldinho (Overmars, m.87).
Gol: 1-0. M.59. Thompson remata en el ¨¢rea peque?a tras recibir de cabeza de Larsson en un centro largo desde la derecha de Petrov.
?rbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Expuls¨® a Motta (m.45), Douglas (m.45) y Saviola (m.48). Amonest¨® a Varga, Reiziger y Bald¨¦.
Celtic Park de Glasgow. Unos 60.000 espectadores. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en los atentados de ayer en Madrid.
El cuadro brit¨¢nico juega siempre al l¨ªmite del reglamento antes de encomendarse a Larsson
Al Celtic le interesa llevar los partidos al l¨ªmite porque su suerte en cualquier torneo pasa necesariamente por resolver la contienda que disputa en su guarida. Juega siempre hasta donde el reglamento le permite y el ¨¢rbitro le consiente y, una vez marcada la raya para hacerle saber al rival el l¨ªmite de su territorio, se encomienda al inevitable gol de Larsson. Le interesa un cuerpo a cuerpo para imponer su f¨ªsico.
El Barcelona no se espant¨® inicialmente ante la propuesta del Celtic. A¨²n cuando sufri¨® las repentinas embestidas escocesas, gobern¨® el primer acto del partido con criterio y lucidez. A la que Ronaldinho entr¨® en juego, combin¨® con acierto y encar¨® a Douglas. El brasile?o se descentr¨® en el arranque, intimidado por los diestros del Celtic, y el equipo perdi¨® el sitio por el flanco izquierdo, cerrado por Gabri como falso lateral y con Motta m¨¢s pendiente de ajustar cuentas con sus marcadores que de airear la banda. Los azulgrana aguantaron entonces al Celtic por su buena defensa, la jerarqu¨ªa de Xavi, que se ofreci¨® en cada jugada, y la actividad de Saviola.
Falto de juego de bandas, el peque?o Saviola se perfil¨® en cada llegada para tirar una pared o desafiar al portero sin atender a la envergadura de los dos centrales, que recurrieron al tackle en cada entrada y le tiraron de forma reiterada. Ronaldinho no tard¨® en asociarse con el argentino y el Barcelona gan¨® tanta presencia ofensiva que se le contaron unos cuantos remates de gol. Motta, sin embargo, no par¨® ni cuando el ¨¢rbitro dio el alto para el descanso, y el colegiado castig¨® con la expulsi¨®n la nueva ni?er¨ªa del medio azulgrana, que se las tuvo con todos, incluso con el portero rival, que fue igualmente sancionado con la tarjeta roja.
A los azulgrana les comenz¨® a hervir la sangre y Saviola respondi¨® tan malamente a Thompson que el ¨¢rbitro le mand¨® tambi¨¦n al vestuario. Pelearse con el Celtic en su campo con inferioridad num¨¦rica resulta, si no una heroicidad, s¨ª por lo menos una tarea tan desgastadora que dif¨ªcilmente permite otra cosa que no sea defenderse. Los azulgrana se ordenaron para resistir y se estiraron suficientemente para hacerle notar al adversario que m¨¢s le val¨ªa no descuidarse. Ocurri¨®, sin embargo, que justo cuando el f¨²tbol directo y agresivo del Celtic parec¨ªa haber perdido pegada por las ausencias de Sutton y Hartson, Larsson le gan¨® en el salto a Puyol y descolg¨® la pelota colgada por Petrov para la llegada de Thompson, que la cruz¨® a la red. Un gol marca de la casa.
Al Bar?a siempre le falt¨® un jugador para evitar al Celtic, moverle de un sito a otro, esconderle la pelota para darle velocidad en la transici¨®n. Apenas encontr¨® resuello para sobrevivir a una derrota m¨ªnima que acaba con su racha victoriosa (ocho encuentros) y encomendarse a una vuelta complicada.
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