"?Que no encuentro a mi hija y debo estar con ella!"
Tiene un tatuaje de color verde en la pierna izquierda: una rosa. Lleva unos pendientes que son unos ositos con una piedrecita azul. El abrigo que viste es de color burdeos y ¨²ltimamente le hab¨ªan salido unos granitos. Son los datos que ayer por la tarde aportaba Mar¨ªa Jos¨¦ Campos en el mostrador de familiares que no est¨¢n en las listas del hospital Gregorio Mara?¨®n para que encontraran a su hija, Sonia Cano Campos.
Sonia sali¨® de su casa en el municipio de Coslada a las 7.05, como todos los d¨ªas, para coger el tren de las 7.15, que la llevaba hasta la c¨¦ntrica estaci¨®n de Nuevos Ministerios. A sus 26 a?os, trabajaba en la recepci¨®n de un centro geri¨¢trico en la zona de Cuatro Caminos. A las 18.00 y tras un cu¨¢druple atentado en la l¨ªnea de tren en la que ella viajaba, todav¨ªa nadie sab¨ªa nada de la joven.
Su madre la llam¨® al m¨®vil tras conocer la noticia: nadie contest¨®. Llam¨® despu¨¦s al trabajo: no hab¨ªa llegado. Llam¨® a los tel¨¦fonos de emergencia que repet¨ªan en la radio y la televisi¨®n: comunicaban. Llam¨® a los hospitales: no sab¨ªan nada. Llam¨® a su marido y su hijo y se repartieron por los centros sanitarios en busca de "la ni?a".
As¨ª lleg¨® al Gregorio Mara?¨®n. Se dirigi¨®, como otros vecinos de Coslada y cientos de familiares de v¨ªctimas, al aula magna del pabell¨®n docente, donde numerosos facultativos del hospital trataban de calmar el desconsuelo y la ansiedad de cientos de personas a las que nada, salvo saber algo de los suyos, pod¨ªa salvarlas de aquello.
A Mar¨ªa Jos¨¦ Campos le temblaba todo el cuerpo, apenas lograba sostener un vaso de agua de pl¨¢stico entre sus manos para tomarse un sedante. Ni las palabras de consuelo del pr¨ªncipe Felipe y de su prometida, Letizia Ortiz, pudieron apaciguar su desasosiego, que se incrementaba a medida que se hac¨ªan p¨²blicas, y se actualizaban cada 15 minutos, las listas de atendidos y el nombre de Sonia no aparec¨ªa por ninguna parte. Todos sus sentimientos se concentraban en un quejido: "?Que no encuentro a mi hija y tengo que verla. Tengo que estar con ella!". Su ¨²ltimo destino fue el recinto ferial de Ifema, donde la esperaban su marido y su hijo, a¨²n sin noticias de Sonia.
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