Indignaci¨®n en el coraz¨®n de Catalu?a
"Aqu¨ª todo el mundo lo tiene bastante claro. Acabo de llegar de la tertulia de los s¨¢bados y, desde luego, no pensamos ni por asomo que haya sido ETA". Antoni Pladevall, historiador rom¨¢nico, sacerdote, medalla de oro de la Generalitat, no oculta su irritaci¨®n cuando irrumpe en una sala del Consistorio de Vic (Barcelona) que comunica con el balc¨®n que mira a la plaza Mayor, hoy llena de las paradas del mercado del s¨¢bado, que rebosan verduras, frutas, cestos y flores.
La bandera municipal, con un lazo negro, ondea a media asta. "La impresi¨®n que tenemos es que las elecciones deber¨ªan retrasarse como m¨ªnimo una semana. La gente est¨¢ demasiado conmocionada", dice el mos¨¦n. "Hay mujeres que se han pasado dos d¨ªas llorando delante de la televisi¨®n y no han venido a la parroquia ni a ensayar los c¨¢nticos de Semana Santa. Y yo les digo: '?Por qu¨¦ no dej¨¢is de llorar y pens¨¢is en la manipulaci¨®n que sufrimos?".
La tertulia re¨²ne, entre otros, a un doctor en farmacia y a uno de los primeros empresarios catalanes de curtidos. Pero no s¨®lo la intelectualidad de esta activa ciudad comercial y ferial est¨¢ indignada en la v¨ªspera de la cita electoral con la falta de informaci¨®n del Gobierno. El jueves, los universitarios se manifestaron dos veces protestando contra ETA y contra la guerra, como recuerda el estudiante Jaume Vila. El viernes, 10.000 personas de una poblaci¨®n de 36.000 se concentraron 15 minutos en la plaza Mayor en medio de un escrupuloso silencio. Vic ya sabe lo que es eso: en 1991, ETA la golpe¨® brutalmente cuando desliz¨® un coche bomba por una rampa de la casa cuartel de la Guardia Civil y mat¨® a nueve personas, cuatro de ellas ni?os.
La plaza Mayor, con tierra en el suelo y cuyos colores evocan a las de la Toscana, desprende bullicio. Y bajo ¨¦l se esconde un ¨²nico tema de conversaci¨®n. "Ha sido una barbaridad. Una salvajada", dice un vecino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.