"No estamos todos, faltan 200"
Los militantes socialistas celebraron la victoria en Ferraz pero el recuerdo de las v¨ªctimas del atentado impidi¨® que la fiesta fuera total
Los socialistas pudieron por fin salir anoche a la calle y cantar su canci¨®n de la victoria, pero en Ferraz, justo cuando el resultado era ya irreversible, son¨® un estribillo fuerte y rotundo, emocionante, el mismo que se oy¨® la madrugada del domingo en la Gran V¨ªa, en la Plaza de Atocha, frente al Congreso, un estribillo que coreaban una y otra vez y que dec¨ªa: "?No estamos todos, faltan 200!".
Con esa pena, y con la duda de que el vuelco se produjera finalmente, hab¨ªa empezado la noche. A las puertas de la sede central del PSOE acudieron a las ocho en punto los incondicionales, los de infanter¨ªa, los que vinieron siempre. Por ejemplo, don Domingo, que fue profesor de F¨ªsica y habla franc¨¦s, y que nada m¨¢s llegar se sac¨® de un bolsillo del abrigo un transistor Sanyo de los de antes, extendi¨® la antena, se lo peg¨® a la oreja y se puso a escuchar los primeros sondeos. Otros simpatizantes socialistas se arremolinaron junto a ¨¦l y los camar¨®grafos de las televisiones extranjeras recogieron el momento:
-A lo mejor no han visto nunca un transistor-, se quejaba Marina Yarza, inc¨®moda, apartando de s¨ª los objetivos.
Pero s¨ª conoc¨ªan el transistor. Lo que no les sonaba de nada era una alegr¨ªa tan triste. Por la cat¨¢strofe tan reciente, tambi¨¦n por la noche cercana en que empezaron ganando y terminaron perdiendo. "Los del PP pueden ponernos la miel en los labios, tenernos en vilo toda la noche y luego lanzarnos un jarro de agua fr¨ªa", dec¨ªa Sensi Molero. Pero anoche, por primera vez en mucho tiempo, la historia no se torci¨®. Conforme el escrutinio se iba haciendo grande, m¨¢s esca?os ca¨ªan y m¨¢s gente llegaba a Ferraz.
Lleg¨® Paloma, que es socialista y se trajo a sus dos hijos, Javier y Guillermo. "He venido aqu¨ª", dec¨ªa feliz, "porque Javier, el pobre, s¨®lo tiene siete a?os y no conoce m¨¢s que al PP, ?verdad Javier?". El chaval miraba a la madre como si estuviera loca, y las c¨¢maras enfocaban, y la gente segu¨ªa cantando, y de pronto sali¨® Alfredo Urdaci en la pantalla gigante instalada en medio de la calle y la pitada fue monumental. ?se era uno de los momentos m¨¢s esperados de la noche porque a lo largo de toda la campa?a, durante los m¨ªtines del PSOE, a Zapatero le gustaba deleitar al personal dici¨¦ndole: "Imaginaos el d¨ªa 14 a las nueve de la noche y a Urdaci anunciando la victoria del PSOE". El sue?o se hab¨ªa cumplido y all¨ª estaban ellos grit¨¢ndole: "?Mentiroso, mentiroso...".
Y all¨ª, entre toda esa algarab¨ªa, estaba Puri Verde, con un ramillete de flores rojas que se hab¨ªa tra¨ªdo de su casa, se?alando al cielo y diciendo: "Esta victoria es para ellos, se la debemos a todos los que hubieran votado socialista pero iban en ese tren. Por eso esta noche, aunque todos vengamos de estar tan tristes, tenemos que celebrar esta fiesta. Por eso y porque estamos hartos de mentiras". A su lado, Isabel ?lvarez, una mujer llegada de Per¨², tambi¨¦n exhib¨ªa su esperanza en los nuevos tiempos. "Es que ese se?or del bigote", dec¨ªa, "para lo ¨²nico que sirve es para hacernos la vida m¨¢s dif¨ªcil".
Ya a las once de la noche, a la hora en que la gente imaginaba al PP en la calle de G¨¦nova haci¨¦ndose cruces y buscando una raz¨®n para su derrota, don Domingo y su esposa; Sensi y sus amigas; Paloma y sus hijos; y todos esos a los que ni Gonz¨¢lez ni Zapatero llegaron ni llegar¨¢n nunca a conocer pero que siempre han estado ah¨ª, segu¨ªan all¨ª en Ferraz, transitando ese pasillo tan extra?o que iba del dolor a la alegr¨ªa. Dec¨ªan que nunca olvidar¨¢n estos d¨ªas, las im¨¢genes de las v¨ªctimas, los esfuerzos de un Gobierno por ponerle una cortina a la verdad..., pero que tambi¨¦n ten¨ªan razones para estar all¨ª y dejarse llevar por la euforia. "Qu¨¦ pena de noche tan hermosa", se lamentaba el viejo profesor, "qu¨¦ noche tan hermosa si la hubi¨¦ramos podido disfrutar plena".
-Yo no s¨®lo quiero que el PP pierda, quiero que se vaya humillado- a?ad¨ªa, y su mujer le afeaba una opini¨®n tan tajante d¨¢ndole un golpecito cari?oso en el brazo.
"Es que es verdad", segu¨ªa diciendo, "que se vayan humillados por meternos en la guerra, por mentir; ?ustedes creen que un presidente del Gobierno puede coger el tel¨¦fono, llamar a un director del peri¨®dico y mentirle de esa manera?". Todos los interpelados cre¨ªan que no, que de ninguna manera, pero que el PP -y ah¨ª, en la puerta de la sede de Ferraz, no fue posible encontrar a nadie que lo desmintiera- es capaz de eso y de m¨¢s.
Y as¨ª fue entrando la madrugada, a retales de sentimientos encontrados. La presencia all¨ª en Ferraz de una cantidad de gente joven sin precedentes llevaba a los mayores a comentar que as¨ª ser¨ªan, tan vitales, los muchachos y las muchachas que murieron en el tren. En eso estaba la conversaci¨®n cuando lleg¨® Roc¨ªo Mu?oz y dijo que ella, siendo tan del PSOE como es, hasta lleg¨® a pensar el otro d¨ªa en votar a Izquierda Unida. "Y fue porque...".
Lo empez¨® a contar y se puso a llorar. Pero no una l¨¢grima suelta de las que a todos se les han escapado estos d¨ªas. Roc¨ªo lloraba y lloraba, y los periodistas extranjeros volv¨ªan a ponerse al hombro sus c¨¢maras, y encend¨ªan los focos, y ya Roc¨ªo no sab¨ªa d¨®nde esconderse cuando consigui¨® hilvanar el motivo de su pena:
-Pues que cog¨ª el peri¨®dico y vi la cara tan joven y tan bonita de uno de los muertos en el atentado. Y su hermano dec¨ªa que iba a votar por primera vez, y que iba a votar a Izquierda Unida. Y f¨ªjate, yo, con lo que soy, he estado a punto de ir esta ma?ana, coger su papeleta y votar por ¨¦l...
Y entonces, por fin, sali¨® Zapatero a la calle, y dijo unas palabras con el mismo tono que antes del vuelco electoral. Les pidi¨® que guardaran un minuto de silencio y durante 60 segundos exactos s¨®lo se oy¨® el murmullo de los coches que circulaban lejos. Luego un aplauso, y gritos de "?ZP, ZP...!"
?l les dijo a ellos que a ¨¦l el poder no lo cambiar¨¢.
Y ellos lo despidieron con un grito: "?No nos falles, no nos falles!".
[El ex presidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez, advirti¨® de que "lo m¨¢s urgente es enfrentar el desaf¨ªo" del terrorismo "con todas las implicaciones que tiene" y con "un esfuerzo de unidad", declar¨® en la Cadena SER.
"Los espa?oles han dado un vuelco para que el futuro Gobierno haga un gran esfuerzo en cohesi¨®n territorial, que recupere la posici¨®n internacional y que afronte los temas extraordinariamente delicados que tenemos por delante, como el terrorismo, y que lo afronte con claridad, transparencia y seriedad". Seg¨²n una nota de la Cadena SER, Felipe Gonz¨¢lez declar¨® que en la lucha contra el terrorismo "hay que saber marcar una raya entre los dem¨®cratas, piensen lo que piensen, y los violentos y terroristas, que no respetan la democracia".
"La convivencia en paz, respetando la opini¨®n del otro, es un esfuerzo que a veces dura generaciones pero que se estropea muy pronto, y hemos padecido una regresi¨®n en la convivencia y hemos vivido un exceso de arrogancia y crispaci¨®n", a?adi¨®.
Felipe Gonz¨¢lez dijo tambi¨¦n que Espa?a debe recuperar la "pol¨ªtica exterior", y "dar un paso adelante en I+D, en fin, hay muchas cosas que recuperar", pero lo que m¨¢s le preocupa son "las fracturas [sociales] y ojal¨¢ podamos recomponerlas, porque son el mayor peligro para la convivencia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.