Suelos contaminados
La Agencia del Medio Ambiente norteamericana (EPA), al tomar conciencia de la magnitud del desastre ambiental que hab¨ªa supuesto la contaminaci¨®n qu¨ªmica de los suelos de su pa¨ªs, afirm¨® que las pr¨¢cticas de dep¨®sito de materiales t¨®xicos y peligrosos hab¨ªa sido "el m¨¢s grave error de enjuiciamiento que la naci¨®n jam¨¢s hab¨ªa cometido, una bomba de tiempo puesta en marcha" (citado en el Avance del Plan Director de la Pol¨ªtica de Protecci¨®n del Suelo de la CAPV, 1994). Las 5.000 toneladas del pesticida lindane que la empresa Bilbao Chemicals ten¨ªa "almacenadas" en su factor¨ªa de Barakaldo en el a?o de su cierre, 1988, pueden considerarse la punta del iceberg de contaminaci¨®n qu¨ªmica que durante siglo y medio inund¨® el suelo del Pa¨ªs Vasco, produciendo proporcionalmente el mismo grave impacto ambiental al que se refer¨ªa la EPA.
La formaci¨®n de una capa de suelo de 30 cent¨ªmetros requiere entre 1.000 y 10.000 a?os
El suelo es un sistema complejo que desempe?a funciones cr¨ªticas en el funcionamiento de la biosfera
Si bien desde hace a?os instituciones p¨²blicas del Gobierno vasco como IHOBE han desarrollado un importante labor haciendo frente a los casos m¨¢s graves de contaminaci¨®n de suelos como el mencionado del lindane, esas actuaciones han adolecido de la ausencia de un marco jur¨ªdico espec¨ªfico con rango de ley que diese cobertura sistem¨¢tica y exhaustiva a un tema tan delicado y complejo como el de los suelos contaminados. Enfrentar de una vez por todas con una visi¨®n a largo plazo y con los recursos adecuados ese grave pasivo ambiental, es el principal objetivo de la Ley de Prevenci¨®n y Correcci¨®n de la Contaminaci¨®n del Suelo cuyo proyecto acaba de ser presentado por el Gobierno vasco.
El inventario de suelos potencialmente contaminados del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco muestra que nuestra comunidad aut¨®noma cuenta con m¨¢s de 8.500 actividades potencialmente contaminantes del suelo. Dichas actividades se desarrollan sobre una superficie de 7.900 hect¨¢reas, equivalente a otros tantos campos de f¨²tbol. La descontaminaci¨®n de esos suelos ha sido evaluada en 970 millones.
No deja de ser sorprendente que, dada la magnitud del problema y tras una generaci¨®n de instituciones democr¨¢ticas, el Pa¨ªs Vasco no cuente todav¨ªa con una ley especialmente dirigida a enfrentar el tema, teniendo en cuenta, adem¨¢s, que hace ya una d¨¦cada IHOBE ten¨ªa preparado un Plan Director espec¨ªfico para abordarlo. Es, sin duda, un lamentable ejemplo del escaso peso pol¨ªtico que las consideraciones ambientales han tenido en nuestro pa¨ªs hasta hace poco tiempo. No fue sino en 1998 cuando el Parlamento vasco aprob¨® la Ley General de Protecci¨®n del Medio Ambiente de la CAPV, ley que comenz¨® a sentar las bases para una pol¨ªtica ambiental de suelos contaminados. Posteriormente, la Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible aprobada en junio de 2002, formulaba el compromiso de recuperar el 20% de los suelos contaminados de la CAPV de titularidad p¨²blica para el a?o 2006. Sin embargo, la inexistencia de una ley espec¨ªfica que proporcione la cobertura jur¨ªdica adecuada ha sido una importante r¨¦mora para desarrollar una pol¨ªtica ambiental ambiciosa en el tema de los suelos contaminados.
El suelo es un sistema complejo que desempe?a una serie de funciones cr¨ªticas en el funcionamiento de la biosfera. Proporciona el h¨¢bitat a la vida biol¨®gica; forma parte esencial en los ciclos biogeoqu¨ªmicos que permiten el desarrollo de la vida; cumple una funci¨®n de filtro de contaminantes y amortiguador de impactos. Aporta, adem¨¢s, el soporte f¨ªsico sobre el que se desarrollan pr¨¢cticamente todas las actividades humanas.
Durante siglos las funciones del suelo se mantuvieron sin grandes problemas. Con la era industrial la situaci¨®n comienza a cambiar de manera radical. El aumento de los asentamientos humanos, el incremento en el n¨²mero y tama?o de todo tipo de infraestructuras, el vertido generalizado de residuos, muchos de ellos altamente t¨®xicos y peligrosos, los procesos de extracci¨®n de minerales, las pr¨¢cticas intensivas agr¨ªcolas y ganaderas... han ido ejerciendo una enorme presi¨®n sobre el mismo.
Cuando la comunidad internacional comienza a formular las primeras bases del desarrollo sostenible a mediados de los a?os ochenta, los pa¨ªses altamente industrializados del mundo contemplan estupefactos que el suelo sobre el que viven est¨¢ severamente da?ado. El problema adquir¨ªa toda su significaci¨®n y alcance al conocer que la formaci¨®n de una capa de suelo de 30 cent¨ªmetros requiere entre 1.000 y 10.000 a?os.
Las pol¨ªticas desarrolladas estos a?os a nivel internacional han tenido como objetivo, en primer lugar, prevenir nuevos casos de contaminaci¨®n incorporando el concepto de calidad del suelo en el mismo rango de prioridad p¨²blica que el de calidad del aire o el de calidad del agua. En segundo lugar, actuar de manera inmediata sobre los casos m¨¢s graves de contaminaci¨®n que formaban parte del pasivo ambiental heredado. Finalmente, planificar y dotar de recursos a un tratamiento a largo plazo -en torno a 30 a?os- de los suelos qu¨ªmicamente contaminados, de manera que esa pesada herencia no fuese transferida indefinidamente a las sucesivas generaciones.
El fuerte desarrollo urban¨ªstico que en a?os recientes han conocido los pueblos y ciudades del Pa¨ªs Vasco ha reforzado la importancia del tema de los suelos contaminados. Hay un problema de inseguridad jur¨ªdica que afecta a promotores, inversores, propietarios, ayuntamientos y, en general, a las personas e instituciones implicadas en los diferentes aspectos de la gesti¨®n del suelo, que exige urgente soluci¨®n.
Instrumentos normativos como el registro de suelos contaminados, la existencia de est¨¢ndares de referencia, el procedimiento de declaraci¨®n de suelos contaminados, el listado de actividades e instalaciones potencialmente contaminantes... son algunos de los instrumentos jur¨ªdicos contemplados en el proyecto de ley, instrumentos necesarios para poder desplegar una pol¨ªtica de protecci¨®n y recuperaci¨®n de suelos contaminados propia del siglo XXI.
En el per¨ªodo comprendido entre 1990 y 2002 se han investigado en el Pa¨ªs Vasco 103 emplazamientos de suelo potencialmente contaminado, de los que se han recuperado 56, ocupaban 207 hect¨¢reas. Si se mantuviese ese ritmo en el futuro, nuestro pa¨ªs tardar¨ªa 180 a?os en finalizar las labores de recuperaci¨®n, es decir se pasar¨ªa el problema a las siguientes siete generaciones. Es, por tanto, imprescindible que los recursos normativos, humanos y econ¨®micos puestos a disposici¨®n de la pol¨ªtica de suelos contaminados en nuestro pa¨ªs se incrementen de forma cualitativa respecto al pasado
El Pa¨ªs Vasco ha alcanzado niveles de renta per capita superiores a la media comunitaria. Por tanto, el objetivo de convergencia de la CAPV con la Uni¨®n Europea es ya, en t¨¦rminos de renta, una realidad. Eso significa que existen recursos econ¨®micos suficientes para una pol¨ªtica ambiental ambiciosa de recuperaci¨®n de suelos contaminados. El Pa¨ªs Vasco cuenta, tambi¨¦n, con una muy importante base tecnol¨®gica y de saber hacer en el tema de suelos contaminados, fruto de un avanzado trabajo t¨¦cnico de m¨¢s de 15 a?os. Ahora se requiere una fuerte voluntad pol¨ªtica a nivel del Parlamento y del Gobierno vascos que cristalice en una adecuada dotaci¨®n econ¨®mica a lo largo de los pr¨®ximos a?os.
Es de esperar que, en un tema como ¨¦ste, las fuerzas parlamentarias puedan aparcar sus leg¨ªtimas diferencias y alcanzar los necesarios acuerdos que permitan que el Pa¨ªs Vasco disponga, finalmente, de una Ley de Prevenci¨®n y Correcci¨®n de la Contaminaci¨®n del Suelo a la altura de la importancia que este tema ha tenido y tiene en este pa¨ªs.
Antxon Olabe es economista ambiental.
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