Petici¨®n a Zapatero

Quiero hacer llegar al se?or Zapatero una humilde opini¨®n que creo que compartimos algunos de los votantes del PSOE.

Durante estos ¨²ltimos a?os hemos estado casi privados de la plat¨®nicamente admirada y deseada imparcialidad de la informaci¨®n, convertidos los grandes medios en grandes partidarios.

La lectura, la escucha o la visualizaci¨®n de informaci¨®n constituye un quehacer especial en el transcurrir diario, forma parte de nuestro ocio; aprovechamos el desayuno o el tiempo libre en el trabajo, el recreo en mi caso, para hojear los peri¨®dicos; la comida para ver los telediarios; las ma?anas domingueras para disfrutar, adem¨¢s, de los dominicales. Hemos aprendido que el conocimiento y la informaci¨®n nos abren la mente, ampl¨ªan nuestro ¨¢ngulo de visi¨®n y nos ense?an a profundizar en nuestros an¨¢lisis del mundo, necesarios para vivir sin la angustia de que hemos perdido el norte.

Durante estos ¨²ltimos a?os, los que somos lo suficientemente inteligentes como para sacar nuestras propias conclusiones sin que nadie nos dirija los procesos, nos hemos visto buscando desesperadamente la veracidad y la totalidad de la informaci¨®n, a veces, interpretando entre l¨ªneas.

A la hora de la comida, Los Simpsons, en los hogares en que hay ni?os, obligan a los padres -a m¨ª, en este caso- a tener que prescindir de los telediarios de Tele 5 y Canal Plus. Las ¨²nicas opciones que me quedaban eran la Primera y Antena 3; dos telediarios con el mismo sumario y el mismo gui¨®n; con las conclusiones de cada media-noticia no s¨®lo impl¨ªcitas sino machaconamente recalcadas, dispuestas para el aprendizaje y la memorizaci¨®n (hasta con moraleja, si cabe), y obviando todo aquello que no afecta a la buena imagen del Partido Popular. Se siente impotencia, desaliento, rabia... Me gustar¨ªa que esto no volviera a suceder -aunque ahora el signo pol¨ªtico sea de mi agrado-; no ayuda a mejorar, no enriquece, no soluciona, nos hace homog¨¦neos y nos ata menguando nuestra libertad.

Quiero una informaci¨®n de valientes profesionales sin definici¨®n pol¨ªtica en el trabajo, que amen su profesi¨®n y no el poder, que difundan la verdad y la defiendan (como en el caso Couso) y que se dediquen a lo suyo. De los juicios de valor nos encargamos cada uno seg¨²n la propia conciencia y de la pol¨ªtica los pol¨ªticos No somos tontos ni borregos, lo acabamos de demostrar en las elecciones.

Se?or Zapatero, enhorabuena, y como dijo usted: ?Que el poder no le cambie!, tras la obvia destituci¨®n, ganada a pulso, de Urdaci y su equipo, d¨¦ una lecci¨®n de c¨®mo se puede hacer una televisi¨®n p¨²blica de calidad y para todos.