El juez pide que declaren las personas que dijeron que Cogul hab¨ªa muerto
El magistrado reclama los atestados policiales y judiciales de la muerte
Un juez de Barcelona ha solicitado de la justicia de Manila que tome declaraci¨®n "a las personas que afirmen" haber visto muerto a Joan Cogul, el principal inculpado en el llamado caso Turismo, sobre supuesta desviaci¨®n de fondos p¨²blicos procedentes del Consorcio de Turismo que ¨¦l dirig¨ªa. El magistrado solicita tambi¨¦n que le env¨ªen copia certificada de todas las actuaciones judiciales y policiales realizadas en Filipinas sobre esta muerte.
La muerte de Joan Cogul sigue siendo m¨¢s misteriosa cada d¨ªa que pasa. La Interpol no ha remitido todav¨ªa al magistrado Francisco Gonz¨¢lez Maillo los resultados de sus pesquisas para que la justicia constate de manera oficial que Joan Cogul muri¨® el 17 de diciembre del a?o pasado, justo el mismo d¨ªa que deb¨ªa regresar a Espa?a y afrontar un juicio en el que el fiscal ped¨ªa para ¨¦l penas que sumaban 12 a?os de prisi¨®n. La polic¨ªa espa?ola ha urgido a la de Manila que acelere esas investigaciones, pero hasta ahora no ha obtenido resultados positivos.
La defensa de Cogul sostiene que ¨¦ste se suicid¨® dispar¨¢ndose un tiro y aport¨® unos documentos sobre la incineraci¨®n del cad¨¢ver y sobre la defunci¨®n que el juez ha considerado insuficientes. La familia tambi¨¦n llev¨® al juzgado unas cenizas que fueron analizadas sin poder concretar si correspond¨ªan o no a Cogul.
Por todo ello, el juez dict¨® ayer una nueva resoluci¨®n en la que recuerda que "lo que interesa es constatar, con el necesario y exigible rigor, si Joan Cogul ha fallecido". Por todo ello y a la vista de la demora en la respuesta judicial, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Barcelona, reiter¨® ayer que mantiene la petici¨®n que curs¨® el 19 de diciembre a la Interpol, pero que la investigaci¨®n policial no es incompatible con la judicial.
Comisi¨®n rogatoria
A la vista de la situaci¨®n, el juez acuerda solicitar una comisi¨®n rogatoria a la justicia de Manila. Es decir, que los jueces de aquella ciudad realicen las diligencias que ¨¦l considera necesarias para esclarecer los hechos. Por ello, el juez acuerda que la justicia filipina le remita una copia certificada de todas las actuaciones judiciales y policiales que se han realizado en aquel pa¨ªs "como consecuencia de la afirmada muerte de Joan Cogul". El juez precisa que estas averiguaciones deben tener "especial referencia" a todo lo que pueda contribuir a identificar el cad¨¢ver. En caso contrario, el magistrado Gonz¨¢lez Ma¨ªllo ordena que se se tome declaraci¨®n a las personas que afirman haber visto muerto a Cogul.
Entre estos supuestos testigos figura Alfredo Roca, empleado de Fibarcel¨® Hoteles, la empresa para la que trabajaba Cogul en Manila y quien atestigu¨® en su d¨ªa ante la polic¨ªa de aquella ciudad que el cad¨¢ver descubierto aquel d¨ªa era el de Cogul. Alfredo Roca es, adem¨¢s, la persona que declara para expedir el certificado de defunci¨®n. Otros presuntos testigos de aquellos hechos ante la polic¨ªa de Manila fueron la esposa de Cogul, Carme Fargas, tambi¨¦n imputada en el caso y para la que el fiscal pide penas que suman nueve a?os de prisi¨®n, as¨ª como la hija mayor de la pareja y su novio, seg¨²n se explica en un informe remitido al juez por Interpol de Madrid.
En caso de que todo esto "fuese insuficente", explica el juez de Barcelona, tambi¨¦n reclama que le env¨ªen "debidamente conservadas" las muestras biol¨®gicas que se obtuvieron de la autopsia del cad¨¢ver para, "si fuera necesario", realizar an¨¢lisis comparativos de ADN con otros familiares. La polic¨ªa espa?ola, que se refiere al caso como "presunto suicidio", reclam¨® en su d¨ªa que se conserven estas muestras "para futuros an¨¢lisis".
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