JUAN PABLO MORIS CRESPO / Pasi¨®n por las presas

Estudiante de Caminos y traductor t¨¦cnico de 32 a?os. Le entusiasmaban las presas, fotografiarlas, analizarlas, adivinar su secreto, el coraz¨®n de su estructura... Con un compa?ero de carrera, Jos¨¦, se recorri¨® media Espa?a de una a otra, de pantano en pantano. Por pura devoci¨®n. Estaba fascinado por las obras de ingenier¨ªa, los puentes, las carreteras, las escaleras... Todo aquello que tuviera que ver con el dominio del hombre sobre la naturaleza, con las infraestructuras. "Nos contagi¨® a todos su pasi¨®n", asegura Julio, junto a Natalia, uno de sus m¨¢s fieles, "hasta el punto de que siempre que ve¨ªamos alguna presa, le tom¨¢bamos fotos para que ¨¦l la disfrutara y nos desvelara detalles t¨¦cnicos de su construcci¨®n".

Ambos compartieron con Juan Pablo muchas horas de instituto (en el Complutense, de Alcal¨¢ de Henares) y de diversi¨®n, casi toda la adolescencia. Y lo retratan como un tipo brillante y l¨²cido al que le interesaban tantas cosas y tanto en la vida, que ten¨ªa muy claro en cu¨¢les deseaba invertir su tiempo y en cu¨¢les no. Juan Pablo rebosaba conocimientos y un humor fino, disfrutaba con la charla y los viajes, con el ingl¨¦s (vivi¨® en Estados Unidos), con la comida (siempre se citaba con los amigos ante una tabla de patatas con salsas), y planeaba, junto a Julio, entrenarse y correr este a?o la San Silvestre vallecana. "?bamos a empezar a entrenarnos en verano".

Viv¨ªa apegado a sus padres y a sus dos hermanos en el barrio Juan de Austria, de Alcal¨¢, y despu¨¦s de muchos trabajos basura, hab¨ªa encontrado uno interesante en una empresa de traducci¨®n t¨¦cnica cerca de la calle Maudes, en Madrid. "Era estupendo para ¨¦l; dec¨ªa que aprend¨ªa mucho y que se le pasaba el tiempo volando". Quiz¨¢ porque all¨ª se fund¨ªan su inter¨¦s por el ingl¨¦s y la obra civil.-