En el fondo, a la izquierda

Las mayor¨ªas absolutas son la materializaci¨®n parlamentaria de la voluntad popular ejercida en las urnas, por consiguiente, no son ni malas ni buenas sino que est¨¢n sometidas a un proceso din¨¢mico de valoraci¨®n a lo largo de una legislatura. Otra cosa es que las mayor¨ªas se consideren beneficiosas para el que la tiene o perjudiciales para el que no, seg¨²n donde est¨¢ cada uno, pero en ning¨²n caso nacen viciadas en origen ya que son el resultado del voto democr¨¢tico.

Por lo tanto, todo depende de que el titular de la mayor¨ªa absoluta sepa administrarla, es decir, Manuel Chaves. El primer efecto de las elecciones conjuntas es que ha desaparecido la confrontaci¨®n; ya no hay excusas y tiene el presidente la v¨ªa libre para terminar la segunda modernizaci¨®n y empezar la tercera e incluso llegar a la cuarta y quinta, ?qui¨¦n se lo impide?; lo malo es que cuando empiece la tercera no tengamos un nuevo Estatuto, no haya AVE a Granada, ni polic¨ªa aut¨®noma, ni transferencias hidrogr¨¢ficas, ni deuda hist¨®rica, ni c¨¦lulas madre, ni fusi¨®n de las cajas, ni autov¨ªas, ni consejo audiovisual, ni una cama por enfermo. Es decir, la utilidad de la mayor¨ªa absoluta se ver¨¢ en sus obras durante toda una legislatura y las disculpas en los incumplimientos ser¨¢n, en todo caso, sus verg¨¹enzas. Tambi¨¦n ser¨¢ la verg¨¹enza de los pacientes de amnesia, porque en una democracia madura los electores tambi¨¦n son responsables y no s¨®lo los partidos. Los trabajadores, y sus familias, de Astilleros, Altadis, Acerinox, por ejemplo, ser¨¢n protagonistas inexcusables por parte de la sociedad civil, as¨ª como los corifeos medi¨¢ticos del partido triunfante.

La mayor¨ªa absoluta deber¨¢ demostrar, adem¨¢s, su eficacia en una relaci¨®n constructiva con el Gobierno de Espa?a. Los intereses de Andaluc¨ªa en la articulaci¨®n del nuevo Estado a la luz de los acuerdos que, bajo o sobre la mesa, llevar¨¢ a cabo Zapatero con catalanes y vascos, tienen que ser salvaguardados y, no es admisible, en ning¨²n caso, que el PSOE pretenda anestesiar ahora al pueblo andaluz. Todo eso se espera de un Chaves absoluto, as¨ª como tambi¨¦n una concepci¨®n clara del papel de Andaluc¨ªa y Espa?a en un mundo que exige una interpretaci¨®n progresista y generosa de las relaciones multilaterales Si aciertan lo aplaudiremos y celebraremos, por ejemplo, en una gran fiesta, cuando vuelvan los soldados de Irak, por cierto ?cu¨¢ndo?

Desde el PA esperamos la mayor¨ªa absoluta convencidos de que dejar¨¢ de serlo y que no hay m¨¢s alternativa al socialcentralismo que el nacionalismo andaluz, fuerte, riguroso, progresista y renovado en liderazgo, fuerzas e ideas, que representa el andalucismo que resurge hoy. En el Parlamento andaluz nos encontrar¨¢n, en el fondo, a la izquierda.

Javier Aroca es secretario de Comunicaci¨®n e Imagen del PA