Triunfalismo a favor de corriente
Fracturada la corrida de Algarra en el reconocimiento, la otra mitad fue del Puerto de San Lorenzo. Entre unos toros y otros, pocas diferencias. Si acaso, s¨®lo matices. Muy por igual de presencia. Muy justos. Tan al l¨ªmite como un buen n¨²mero de toros que se han lidiado estas Fallas, donde el nivel en general ha bajado bastante respecto a otros a?os.
Tanto los de la ganader¨ªa titular como los de la suplente caminaron de fuerzas sobre el alambre. No se rompi¨® la tarde, a mal por supuesto, por dos razones: primero, porque Ponce gobern¨® a su antojo las limitaciones f¨ªsicas de sus oponentes, y segundo, porque el triunfalismo se dej¨® ver en un festejo de p¨²blico sin exigencias. No se entiende de otra forma que se cortaran cinco orejas y que alg¨²n toro no se protestara con la vehemencia de otras veces.
Algarra, San Lorenzo / Ponce, Conde, Jim¨¦nez
Tres toros de Luis Algarra y otros tantos, 1?, 3? y 5?, de Puerto de San Lorenzo. Justos de presentaci¨®n, manejables, nobles y al l¨ªmite de fuerzas. Enrique Ponce: estocada (dos orejas); dos pinchazos -aviso- y descabello (oreja); Javier Conde: estocada baja (palmas); un pinchazo que basta (bronca); C¨¦sar Jim¨¦nez: pinchazo y estocada baja (oreja); una entera (oreja). Plaza de Valencia, 20 de marzo. 7? de feria. Lleno.
De esas cinco orejas sobran dos o, si me apuran, hasta tres. Justas las que Ponce logr¨® del primero, y de premio global a unas Fallas incontestables la que se llev¨® del cuarto. Mientras las dos de C¨¦sar Jim¨¦nez, seguramente un premio por caer tan bien. Quiz¨¢s, s¨®lo y nada m¨¢s que por eso.
Con aire y hasta un punto molesto en el remate del muletazo, el primero del Puerto. Sin castigar en varas, Ponce no tard¨® en gobernar la situaci¨®n. Marcando siempre los tiempos de cada serie, nivel¨® el ritmo de la faena por cada pit¨®n del toro. Por la derecha m¨¢s arrogante, dejando claro qui¨¦n mandaba y limpiando asperezas; por la izquierda, m¨¢s generoso. Tambi¨¦n m¨¢s profundo. Bien reunido con la muleta en la zurda, hubo naturales dibujados con punta fina. La parte final, m¨¢s florida y gustosa. Y la estocada, tan contundente como bien ejecutada.
El cuarto, de Algarra, salt¨® flojo y reparti¨® nobleza: d¨®cil toro. En la apuesta sobre qui¨¦n iba a poner m¨¢s no hab¨ªa dudas. Poco pod¨ªa aportar el toro, bondad al margen. El resto, es decir, el mayor peso si aquello pretend¨ªa tener nivel, era cosa de Ponce. Lo que resultaba imposible era inyectar una dosis de emoci¨®n suficiente para que enfrentamiento tan desigual no interesara m¨¢s. Por eso, quiz¨¢s, en el tramo final de la faena, Ponce provoc¨® al marmolillo en que se hab¨ªa convertido el toro para llamar la atenci¨®n de un p¨²blico que no acababa de reaccionar.
C¨¦sar Jim¨¦nez no disimul¨®. Se march¨® recto y sin complejos hacia lo m¨¢s sencillo. Sus intenciones no las escondi¨®: busc¨® el aplauso f¨¢cil y lo encontr¨® con esfuerzo relativo. Ligero, como con prisas, rectil¨ªneo y distante en el del Puerto que mat¨® en tercer lugar. A la defensiva por el lado izquierdo, tambi¨¦n notablemente rebrincado ese toro, le sirvi¨® a C¨¦sar Jim¨¦nez para encimarse y poner de su lado a bote pronto a p¨²blico tan f¨¢cil de contentar.
El de Algarra que cerr¨® la corrida pareci¨® durante el primer tercio el m¨¢s d¨¦bil de todos los toros que salieron. Sorprendi¨® su buen aire en banderillas, incluso su cierta alegr¨ªa al tomar los primeros muletazos. Jim¨¦nez, que comenz¨® su faena con una serie combinada de pases por alto y cambiados por la espalda, se mentaliz¨® pronto para montar un escaparate muy vistoso pero barato. Una labor de "todo a cien", de "vale cualquier cosa". Acab¨® de nuevo encimista, ahogando al toro, pero sus alardes de rodillas surtieron el efecto que buscaba. Suerte para ¨¦l.
De puntillas pas¨® Javier Conde. ?l y su primero fueron como dos l¨ªneas paralelas, que por mucho que intentaron juntarse nunca se llegaron a encontrar. Al quinto le rob¨® consciente m¨¢s de media vida en varas. Luego, con la muleta, le quit¨® las moscas de la cara, en pat¨¦tica actitud de desconfianza e impotencia.
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