La voluntad de permanecer
Los Molins retoman el control al adquirir la participaci¨®n de Lafarge
La familia Molins retoma el control de Cementos Molins al recomprar el 40,9% a Lafarge Asland. La multinacional francesa entr¨® en Molins en plena fiebre de los noventa, cuando desembarcaron las Cemex, Holderbank o Italcementi.
Molins es una pieza codiciada para las multinacionales, que han retirado de la circulaci¨®n a los Serratosa, G¨®mez Acebo, Garnica o Bertrand
Muy lejos de la irrupci¨®n 'troyana' que realiz¨® en los a?os noventa, la francesa Lafarge ofrece ahora una salida de guante blanco
Depu¨¦s de siete a?os de permanencia en el capital de Cementos Molins, el grupo Lafarge, que protagoniz¨® una entrada troyana en el capital de la cementera catalana, propone una salida de guante blanco. Se desprender¨¢ del 40% de Molins en una operaci¨®n evaluada en 265 millones de euros (60,5 euros por acci¨®n). Y, por su parte, los accionistas de Cementos Molins financiar¨¢n la compra con fondos provenientes de desinversiones de activos no operativos, entre los cuales se encuentra la venta de su participaci¨®n del 2,64% en Cimpor SGPS, al mismo grupo Lafarge, por 70 millones.
La salida de Lafarge de la empresa espa?ola se producir¨¢ en el marco de una reducci¨®n de capital de Cementos Molins, que comprar¨¢ acciones propias para su amortizaci¨®n. Joan Molins, vicepresidente de la empresa, expres¨® su satisfacci¨®n por el cierre de este acuerdo, en el que se han cruzado el "inter¨¦s por vender de Lafarge y nuestro inter¨¦s por comprar". La operaci¨®n es compatible con los nuevos planes de inversi¨®n de Cementos Molins -tiene presencia en en toda Espa?a, Argentina, Uruguay y M¨¦xico-, entre los que destacan la finalizaci¨®n de nuevas l¨ªneas de producci¨®n en Cerritos ( M¨¦xico) y la instalaci¨®n de una hormigonera en Bangladesh, que contar¨¢ tambi¨¦n con el concurso de inversores locales.
Al final de los noventa, Lafarge acept¨® adquirir la participaci¨®n del 40% del capital de Cementos Molins a Ciments Fran?ais, un partenaire que hab¨ªa perdido la consideraci¨®n de amistoso. Acerada por su nueva matriz italiana, Ciments Fran?ais -fue comprada por Italcementi- quer¨ªa incrementar su presencia en el mercado espa?ol empezando por una mayor penetraci¨®n en la cementera catalana. Los Molins, encabezados por el presidente del grupo familiar, Casimiro Molins, defendieron su mayor¨ªa y en respuesta Ciments Fran?ais , sin conocimiento de los Molins, puso en venta su paquete, que acab¨® comprando Lafarge. Finalmente, Molins y Lafarge iniciaron una andadura de paz empezando por ajustar el cintur¨®n cementero del litoral catal¨¢n a base de un lifting que reduc¨ªa capacidad y, al mismo tiempo, mejoraba el impacto medioambiental.
La pieza codiciada
Lafarge hab¨ªa entrado en Espa?a en 1991 al adquirir Asland en una operaci¨®n de aut¨¦ntico raider -as¨ª la calific¨® el propio Frederich Lecerf, ex presidente del grupo franc¨¦s, en su libro Le risque de gagner- y ademas, en el momento de comprar la participaci¨®n de Cimets Fran?aise, present¨® una OP? sobre la totalidad de Molins, calificada de amistosa. pero que los accionistas familiares de la cementera se encargaron de neutralizar. Qued¨® claro entonces que Molins era la ¨²ltima y m¨¢s codiciada pieza para las multinacionales que entraron a saco y retiraron de la circulaci¨®n a las familias cementeras, como los Serratosa, G¨®mez Acebo, Garnica o Bertrand.
Molins quiere seguir en Bolsa
En un hecho relevante comunicado el pasado diciembre, Cementos Molins manifest¨® a la Comis¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su voluntad de seguir en Bolsa, a pesar del bajo free float (capital flotante) del que dispone el valor. Para sus competidores, Molins ha sido seimpre un objetivo industrial mucho m¨¢s que financiero y la prueba de que Lafarge no encontr¨® la cementera brujuleando por el mercado espa?ol, y de que sab¨ªa lo que quer¨ªa, est¨¢ en los resultados del grupo espa?ol. En 2002, sobre una cifra de negocio de 485 millones de euros, la cementera gener¨® un resultado de explotaci¨®n de 112 millones y en 2003 el resultado creci¨® un 18%, para situarse en 90 millones de euros.
Lafarge ha suscrito un acuerdo con las sociedades vinculadas a la familia Molins, actual propietaria de un 55% del capital, seg¨²n el cual la empresa efectuar¨¢ una reducci¨®n de capital y al mismo tiempo una oferta p¨²blica a todos sus accionistas, permitiendo a las participaciones del n¨²cleo familiar que refuercen su mayor¨ªa. Al margen de Lafarge, los principales accionistas de Molins son Noumea (19,7%), Cartera de Inversiones (14,7%), Inversiones Pedralbes (10,4%) y Otinix (9,7%), todas ellas participadas por la familia Molins.
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