Energ¨ªa e¨®lica, plan e¨®lico valenciano y paisaje
El paisaje es creaci¨®n humana. Forma parte de nuestro imaginario colectivo y en este sentido resulta ¨²nico. Para el resto de seres vivos el concepto de paisaje no existe. Los seres humanos nos hemos habituado a vivir rodeados de paisajes, ente los cuales el paisaje natural primigenio ser¨ªa aquel no alterado por el hombre. El paisaje cultural ser¨ªa el intervenido por los humanos.
Con el actual paradigma ambiental el paisaje ha pasado a ser elemento fundamental en la valorizaci¨®n del territorio como obra natural y humana de extrema delicadeza y fragilidad. La Revoluci¨®n Industrial y la tecnolog¨ªa que posteriormente se deriv¨® de ella nos ha llevado a momentos de inflexi¨®n en el paisaje desconocidos en tiempos hist¨®ricos anteriores. Ello se da con la aparici¨®n de herramientas que permiten introducir en la naturaleza y en nuestros paisajes culturales, formas, materiales, colores y vol¨²menes absolutamente desvinculados de los materiales cercanos y los recursos con los que a lo largo de siglos se hab¨ªa construido en nuestro entorno.
Ya no tendremos la opci¨®n de contar con paisajes sin el decorado de los aerogeneradores
Percibido el paisaje como un bien a proteger, nuestra sociedad decidi¨® incluirlo en las leyes ambientales, junto a la fauna, la flora, las formaciones geol¨®gicas... Desde la d¨¦cada de los a?os sesenta y setenta, la Comunidad Valenciana ha sufrido un deterioro de sus paisajes naturales y culturales sin parang¨®n en toda su historia. En tan solo 40 a?os hemos arruinado gran parte de nuestro patrimonio paisaj¨ªstico cultural y natural, los cuales eran generadores de salud psicol¨®gica, y hemos construido un sinf¨ªn de paisajes desprovistos de armon¨ªa y respeto (entornos de pol¨ªgonos industriales, centrales nucleares, l¨ªneas a¨¦reas de alta tensi¨®n, carreteras, autopistas...). Estos nuevos paisajes han creado rechazos por sus impactos sobre los paisajes naturales y culturales tradicionales heredados a lo largo de siglos.
Y con esta pesada carga degradativa de nuestros paisajes culturales m¨¢s ¨ªntimos y armoniosos hemos alcanzado el siglo XXI, el cual anuncia energ¨ªas renovables frente a las crisis energ¨¦ticas. Y sin contaminaci¨®n ni residuos.
En este contexto, tenemos ahora en exposici¨®n p¨²blica el Plan E¨®lico Valenciano. Como energ¨ªa renovable que es, ha estado aceptada, como punto de partida, incluso por los movimientos sociales ecologistas. Pero de pronto, cuando entramos en el detalle de qu¨¦ tipo de instalaciones propone nuestro Gobierno aut¨®nomo, suena la voz de alarma entre ciertos sectores sociales por el impacto ambiental y paisaj¨ªstico que estos parques e¨®licos van a provocar.
Tal como est¨¢ planteado el Plan E¨®lico Valenciano los parques se extienden sobre todo el conjunto del territorio, de tal manera que ya no tendremos la opci¨®n de contar con paisajes valencianos sin el decorado de los aerogeneradores. Es decir, que aparece un nuevo tipo de paisaje que podr¨ªamos llamar "paisaje de generaci¨®n de energ¨ªa e¨®lica" o "paisaje e¨®lico". Si el perfil y las cimas de nuestras monta?as se van a convertir en receptoras masivas de los parque e¨®licos y vamos a convertir nuestros paisajes en una especie de monocultivo de paisaje e¨®lico, si esto es as¨ª, el cambio en la percepci¨®n del paisaje va a resultar tan brutal y radical que pienso que los valencianos y valencianas nos merecemos un debate en profundidad m¨¢s all¨¢ de unas exposiciones p¨²blicas de los proyectos de parques e¨®licos que pasan desapercibidas para la mayor parte de la poblaci¨®n. El tema es tan grave y de tal calado que habr¨ªa que preguntar a la sociedad valenciana si est¨¢ dispuesta a sacrificar sus paisajes naturales y culturales m¨¢s inalterados (los de las monta?as) por la generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica que no va a significar ni tan s¨®lo el 5 % de la consumida y que no va a llevar al cierre de la central nuclear de Cofrentes, de la central t¨¦rmica de Castell¨®, y ni tan solo a paralizar el proyecto de la central t¨¦rmica de Catadau en la Ribera Alta. Porque estamos hablando no s¨®lo de que los parques cubren todo el conjunto del territorio valenciano, sino que adem¨¢s muchos de los aerogeneradores ser¨¢n torres de m¨¢s de 100 metros de altura que llevar¨¢n a un impacto paisaj¨ªstico de dimensiones desconocidas en el territorio valenciano. Pero no s¨®lo se va a ver afectado el paisaje ?Puede el ciudadano imaginar la contaminaci¨®n ac¨²stica que se genera en el entorno rural m¨¢s pr¨®ximo a los parques e¨®licos?
El mismo Plan E¨®lico reconoce que se producir¨¢n impactos negativos sobre el paisaje y los ecosistemas por la intrusi¨®n visual ejercida por los aerogeneradores que integran en gran n¨²mero cada parque e¨®lico, por las l¨ªneas de evacuaci¨®n y transporte de la energ¨ªa producida hasta la red el¨¦ctrica, por la construcci¨®n de subestaciones, centros de transformaci¨®n y edificios de control, por la construcci¨®n de los caminos de acceso a los parques e¨®licos y edificios de servicio. Tambi¨¦n reconoce el plan impactos sobre la avifauna, derivados de la posibilidad de colisiones contra los aerogeneradores y las l¨ªneas de evacuaci¨®n y transporte de energ¨ªa; impactos sobre la vegetaci¨®n por los aerogeneradores y de los caminos de acceso a los parques e¨®licos. Y tambi¨¦n se reconocen impactos sobre el patrimonio cultural y arqueol¨®gico derivados de la construcci¨®n de los parques y los caminos de acceso. ?Como no van a producir impactos obras de acceso que tienen que permitir alcanzar las cimas de las monta?as a camiones cargados con piezas met¨¢licas prefabricadas de m¨¢s de 30 metros de longitud?
Cuando digo que el impacto paisaj¨ªstico se extender¨¢ por todo el territorio valenciano, causa dolor, tristeza y rabia, listar los municipios afectados, ya que da muchas pistas para reflexiones varias. Son en total 146 t¨¦rminos municipales en los que se localizan m¨¢s del 90 % del total de casas rurales ofertades al Pa¨ªs Valenciano. Un esfuerzo inversor p¨²blico y privado que echar¨¢n a perder en gran parte las aspas de los aereogeneradores.
Lo que deber¨ªan saber los ciudadanos de este pa¨ªs e ignoran profundamente es el hecho de que en estos municipios de la fat¨ªdica lista, restan (incluso en mejor estado que en muchos de los Parques Naturales oficiales), los m¨¢s maravillosos paisajes valencianos, las m¨¢s singulares villas medievales, los yacimientos arqueol¨®gicos m¨¢s emblem¨¢ticos, algunas de las mejores muestras de vegetaci¨®n aut¨®ctona, madrigueras y nidos de zorros, jabal¨ªes, cabras salvajes, serpientes, b¨²hos, rapaces, paredes de piedra seca, cultivos milenarios, ermitas, barrancos imposibles, cuevas, ¨¢rboles monumentales, corrales, mas¨ªas, aldeas... Todo resta ahora en silencio. Todo resulta todav¨ªa armonioso, todo el conjunto de elementos mencionados conforma nuestro mejor patrimonio cultural y natural. Son comarcas y pueblos demasiado sensibles para albergar las gigantescas torres de los aereogeneradors.
El trato a nuestros paisajes naturales y culturales no merece tanto desinformaci¨®n. Est¨¢ en juego bastante m¨¢s que el silencio de una puesta de sol colorista detr¨¢s del perfil de nuestras monta?as m¨¢s queridas. ?Y ahora el Gobierno valenciano nos anuncia una Ley del Paisaje que proteger¨¢ nuestras cimas de monta?as! Trabajo tienen si quieren hacer compatible la protecci¨®n de nuestros paisajes de monta?aa con el Plan E¨®lico.
a.
Paco Tortosa es doctor en Geograf¨ªa por la Universitat de Val¨¨nci
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