"Que no se mire mal a los marroqu¨ªes"
Zahira, una espa?ola de 21 a?os herida muy grave en el atentado, pide tolerancia
Zahira tiene 21 a?os, es tarife?a, lleg¨® a Madrid hace a?o y medio para vivir con su novio Julio y trabaja en una tienda de ropa. Su horario es de tarde, pero aquel fat¨ªdico 11 de marzo ten¨ªa el turno cambiado. Entraba a las 8 de la ma?ana y llegaba con retraso. Despu¨¦s de una carrer¨®n por la estaci¨®n de Entrev¨ªas para no perder el tren que ya sal¨ªa se subi¨® de chiripa en el primer vag¨®n del cercan¨ªas rumbo a Atocha. Ese primer vag¨®n fue uno de los que vol¨® en pedazos en la calle de T¨¦llez.
Est¨¢ ingresada en el Hospital Cl¨ªnico San Carlos con traumatismo facial despu¨¦s de dos d¨ªas en la UVI. "No recuerdo nada, un borr¨®n. S¨®lo que estaba todo oscuro. Pens¨¦ que el tren hab¨ªa descarrilado". En realidad, pens¨® eso durante los primeros tres d¨ªas. Luego, sus padres le dijeron que hab¨ªa sido un atentado.
Zahira no tiene rencor. "Me ha tocado a m¨ª, pero no tengo rabia. Hay cosas que una nunca piensa que le van a tocar y le tocan. Lo ¨²nico que quiero es que no se mire mal a los marroqu¨ªes, porque s¨¦ que mucha gente lo est¨¢ haciendo. Y no podemos lavar una cosa con el odio de otra", asegura desde su habitaci¨®n en el hospital con un aplomo que estremece. Y a?ade: "Es muy f¨¢cil escudarnos diciendo que los malos son los talibanes. Yo conozco a muchos marroqu¨ªes y s¨¦ que son buena gente. No son todos Bin Laden", asegura.
Desde Tarifa se ve la costa africana. Sus padres tienen all¨ª un restaurante y el plato estrella es el cuscus. Mohamed, un amigo marroqu¨ª de la familia, visita todos los d¨ªas a Zahira en el hospital. "Cada d¨ªa que pasa viene el pobre m¨¢s doblado. Nota el peso, el recelo de la calle", cuenta Manolo, su padre. Una de las cosas que m¨¢s lamenta Zahira es no haber podido votar el 14 de marzo. Su padre se present¨® a primera hora de la tarde en el colegio electoral Nuestra Se?ora del Pilar con el DNI de su hija y con certificado m¨¦dico para depositar el voto de ¨¦sta, pero el interventor del PP no le dej¨®.
Zahira busca ahora al hombre que despu¨¦s del bombazo la sac¨® de aquel primer vag¨®n. "Me cogi¨® de la mano y me dec¨ªa: 'No te preocupes que te vamos a sacar". Para encontrarle Zahira da algunas pistas: "Iba vestido con un mono verde, era muy bajito y ten¨ªa la barba blanca". Mientras, ella se recupera en el hospital. Dice que el personal del Cl¨ªnico la trata como una reina. El nombre de Zahira es ¨¢rabe. Significa la que florece.
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