Un juez investiga si ocho guardias del metro apalearon a cuatro usuarios

Un juez de Madrid investiga si ocho vigilantes del metro -de las compa?¨ªas Prosegur y Eulen- propinaron una brutal paliza a cuatro j¨®venes de un grupo de cinco, vecinos de Fuenlabrada, tras un cruce de palabras entre ellos. El hecho ocurri¨® sobre las once de la noche del pasado 6 de febrero en la estaci¨®n de Portazgo (l¨ªnea 1). Adem¨¢s, el juez investiga tambi¨¦n si fruto de ese primer incidente -y del cruce de denuncias que se han interpuesto ambas partes- varios de los guardias implicados en esa agresi¨®n amedrentaron d¨ªas despu¨¦s a los j¨®venes, cuando les vieron de nuevo en el metro, y les amenazaron con represalias si les denunciaban.

Los j¨®venes aseguran que el pasado 6 de febrero, sobre las once de la noche, se dispon¨ªan a coger el metro en la estaci¨®n de Portazgo para regresar a Fuenlabrada, donde viven. Entraron por el acceso de la avenida de la Albufera tras pagar el billete. Fue cuando vieron, al otro lado del and¨¦n en el que ellos se hallaban, a varios vigilantes de la empresa Eulen que, seg¨²n ellos, "se burlaban de tres inmigrantes que estaban ebrios". Los vigilantes dijeron a los denunciantes, no sin sorna, que se llevaran con ellos a los inmigrantes que estaban borrachos. "Hacedlo vosotros, que es vuestra obligaci¨®n, y dejadnos en paz", replicaron ¨¦stos.

A la fuerza

Al llegar el metro, se subieron a un vag¨®n. Pero no hab¨ªa arrancado el tren cuando otros vigilantes, que viajaban dentro del convoy y que al parecer hab¨ªan sido avisados por los otros desde el and¨¦n, se acercaron a ellos y les obligaron a salir del vag¨®n. Cuatro de los j¨®venes -Ricardo, Iv¨¢n, Juan Pedro y Eduardo- fueron puestos contra la pared y con las piernas abiertas. A la chica que iba con ellos la separaron del grupo. Fue entonces cuando comenzaron a golpearles. Instantes despu¨¦s los guardias de la empresa Eulen que estaban en el and¨¦n contrario

llegaron adonde les ten¨ªan contra la pared.

Juan Pedro recibi¨® un pu?etazo en la cara del guardia con el que hab¨ªa cruzado palabras sobre el estado ebrio de los inmigrantes. La chica, al ver la paliza que recib¨ªan su novio y los amigos, sufri¨® una crisis nerviosa. Por ello, al final permitieron que el novio se quedase con ella, "para que se tranquilizase y dejase de gritar", seg¨²n fuentes de las pesquisas.

Uno de los guardias de Eulen lleg¨® a partir su porra en la espalda de Eduardo, tras pegarle repetidas veces con ella. Adem¨¢s de los golpes, supuestamente sufrieron insultos, vejaciones y amenazas. Uno de los agresores, seg¨²n los denunciantes, llevaba una braga militar que s¨®lo permit¨ªa verle los ojos; los dem¨¢s iban con la cara descubierta, aunque no les dejaban que les mirasen mucho, ya que les obligaban a estar mirando hacia la pared. Cada vez que giraba uno la cabeza, recib¨ªa un golpe en la cara. El guardia de la empresa Eulen que inici¨® la agresi¨®n fingi¨® luego haber sufrido una lesi¨®n para justificar la paliza que, junto a sus compa?eros, propin¨® a los denunciantes. Ese d¨ªa intervino el Samur para curar a los heridos.