Gobierno en funciones

Desde el 14 de marzo, el Gobierno del PP que dirige Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no es representativo de la voluntad mayoritaria del pueblo espa?ol libre y masivamente expresada en las urnas. Como en situaciones similares que se dan con frecuencia en los pa¨ªses democr¨¢ticos, el Gobierno del PP est¨¢ en funciones, a la espera de que le sustituyan los ganadores de los comicios. Su ¨²nica tarea deber¨ªa ser la de gestionar los asuntos corrientes. Ser¨ªa l¨®gico que no tomara ninguna decisi¨®n que pueda hipotecar, en el ¨¢mbito interno, pero tambi¨¦n en el internacional, la acci¨®n de quienes han logrado leg¨ªtimamente en las urnas el encargo de los espa?oles para dirigir sus asuntos los pr¨®ximos cuatro a?os.

El Gobierno en funciones, no obstante, est¨¢ dando signos preocupantes de no entender la situaci¨®n. Ha solicitado un informe a sus servicios jur¨ªdicos para ver si, antes de traspasar oficialmente los poderes, puede nombrar dos plazas vacantes de magistrados del Tribunal Constitucional. El sentido com¨²n, que a la postre es la base de la democracia junto con la soberan¨ªa popular, anticipa que esos nombramientos ser¨ªan de dudosa legitimidad, aunque fueran legales. Lo mismo ocurre con la pretensi¨®n del fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, de designar antes de irse a m¨¢s de una decena de fiscales jefes. El Gobierno del PP ha dispuesto de ocho a?os para hacer su pol¨ªtica, incluida la de personal, y en los ¨²ltimos cuatro con un evidente desprecio de la oposici¨®n y de la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica. Ahora no deber¨ªa dar la impresi¨®n de que quiere dejarlo todo atado y bien atado antes de pasar a la oposici¨®n.

Otra iniciativa de dudosa correcci¨®n democr¨¢tica fue la desclasificaci¨®n, y adem¨¢s parcial, seg¨²n todos los indicios, de documentos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los posibles autores de los atentados del 11-M. Esa desclasificaci¨®n no fue negociada con el PSOE, ni tampoco lo ha sido el plan de seguridad aprobado tras esos atentados. En estos casos de seguridad nacional, el Gobierno en funciones s¨®lo deber¨ªa actuar en concertaci¨®n plena con el que podr¨ªamos llamar Gobierno electo de la naci¨®n. Ese criterio es asimismo de plena aplicaci¨®n para asuntos tan trascendentes, y que tanto dividen a los espa?oles, como el Plan Hidrol¨®gico, que deber¨ªa quedar suspendido temporalmente, sin ning¨²n tipo de contrataci¨®n. Por no hablar de nuestras tropas en Irak. Cualquier relevo, redespliegue o atribuci¨®n de nuevas misiones a esas fuerzas tiene que ser negociado con los nuevos representantes de la voluntad nacional. Al igual que la participaci¨®n de nuestro pa¨ªs en la cumbre europea sobre seguridad del pr¨®ximo fin de semana.

Zapatero no podr¨¢ ser investido presidente y formar Gobierno hasta despu¨¦s de Semana Santa. Los plazos y los procedimientos han de ser respetados, como una prueba m¨¢s de que nuestra democracia funciona sin que nada ni nadie le imponga su agenda. Pero del mismo modo, el Gobierno en funciones debe aceptar y respetar escrupulosamente su condici¨®n de mera provisionalidad. Su tarea consiste en hacer que la maquinaria del Estado siga funcionando, facilitar la rapidez, eficacia y transparencia de la alternancia e ir recogiendo sus trastos. Todo lo dem¨¢s debe ser consensuado con aquellos en quienes los electores han depositado mayoritariamente su confianza.