Todo un pueblo contra la violencia dom¨¦stica

El pueblo de Fuentes de Ebro llora por sus vecinas. Nunca hab¨ªa pasado nada igual. Es m¨¢s, el equipo de baloncesto de la localidad se hab¨ªa fotografiado desnudo para un calendario y dio parte de la recaudaci¨®n a una asociaci¨®n de mujeres maltratadas. Pero entonces estaban lejos los sucesos del s¨¢bado, el asesinato de una mujer y su madre por el compa?ero sentimental de la primera.

"Llora todo el d¨ªa y, con todo, se ha tomado el biber¨®n esta ma?ana". Angelines Hern¨¢ndez apenas puede hablar. Habla de Ainhoa, el beb¨¦ de cuatro meses de Esmeralda Claver¨ªa, de 22 a?os, que ha tenido con ella desde que la madre muri¨® apu?alada, igual que ha estado con Jennifer, Jenni (su ahijada de 11 a?os), hija de la otra mujer apu?alada en la localidad, que a su vez era la abuela de Ainhoa. Esmeralda Claver¨ªa y su madre, Rosa Baz¨¢n, murieron el s¨¢bado apu?aladas por David Morado, compa?ero de Esmeralda.

En Fuentes de Ebro -el pueblo de 4.000 habitantes a 28 kil¨®metros de Zaragoza-, los vecinos se levantaron de duelo, acudieron al pleno extraordinario convocado por el Ayuntamiento y guardan desde el s¨¢bado tres d¨ªas de luto oficial por la muerte de sus dos vecinas, madre e hija.

"Rosa ha muerto como vivi¨®, defendiendo y luchando por sus hijas", recuerda Angelines. Fue compa?era de Rosa en la empresa Agrimasa, una deshidratadora de frutos, hasta que hace 11 a?os naci¨® Jenni y dej¨® de trabajar. Ayer por la tarde, la iglesia parroquial de San Miguel se qued¨® peque?a.Todos los vecinos acudieron al funeral y al entierro de las asesinadas.

Mientras Fuentes de Ebro llora a Esmeralda y Rosa, David Morado sigue custodiado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza por la Guardia Civil. Ingres¨® el s¨¢bado porque se autolesion¨®, pero sus heridas son leves. Antes, a la una de la tarde, hab¨ªa matado a Esmeralda y a su madre. Lleg¨® a la casa de la familia de su ex compa?era y le dijo a Rosa que quer¨ªa verlas a ella y a la hija com¨²n, Ainhoa. Le pidi¨® que les dejasen solos. Ni Rosa ni Jenni se hab¨ªan ido cuando comenz¨® a apu?alar a Esmeralda. Rosa se abalanz¨® sobre ¨¦l y la degoll¨®. Mar¨ªa, una vecina, sali¨® a la escalera del bloque de viviendas de la calle Paco Rabal y las encontr¨® en medio de un gran charco de sangre. ?l se atrincher¨® con Ainhoa. Tambi¨¦n hab¨ªa herido a Jenni. La Guardia Civil del pueblo lleg¨®, tir¨® la puerta abajo y le detuvo. Mar¨ªa tiene moratones y cortes en los brazos. El beb¨¦ est¨¢ sano.

La alcaldesa de Fuentes de Ebro, Mar¨ªa Pilar Palac¨ªn, lo tuvo claro: decretar tres d¨ªas de luto era imprescindible "para terminar con un grav¨ªsimo problema que soportan las mujeres cuando deciden elegir sobre su vida". "Esto es la violencia de g¨¦nero, cuando un mal nacido corta la vida a las mujeres que la damos", dice la alcaldesa.

Angelines Hern¨¢ndez llora. Recuerda cuando Rosa lleg¨® de Zaragoza para casarse con Rafael, un brigada del Ayuntamiento, que los vecinos definen como trabajador, callado y "buen¨ªsimo". Esmeralda comenz¨® a salir con David hace a?o y medio. A sus padres no les gustaba. Pero aquella chica callada y t¨ªmida se encaprich¨® con ¨¦l. Se qued¨® embarazada. Hace unos meses volvi¨® a casa de sus padres porque las cosas iban mal.

David tiene 22 a?os y algunos cuentan que Ainhoa no es su ¨²nica hija. Esmeralda le quer¨ªa. Lleg¨® con las obras del AVE desde Barcelona y se qued¨®. Dicen que no le iban bien las cosas pero casi nadie parece conocerle mucho. Ahora su nombre no se olvidar¨¢. El Ayuntamiento de Fuentes de Ebro ha puesto a disposici¨®n de la familia todo lo que necesiten. Les buscar¨¢ un abogado si quieren. Angelines no sabe c¨®mo consolar a Jenni. "Primero le dijimos que su madre estaba muerta, porque la vio; ayer, que su hermana tambi¨¦n hab¨ªa muerto. ?Se?or, qu¨¦ haremos con todo esto!". En Fuentes de Ebro, de momento, en el pr¨®ximo pleno se votar¨¢ la creaci¨®n de una concejal¨ªa de la mujer. Mientras, el juzgado n¨²mero 9 de Zaragoza tramita las diligencias de un crimen que sacudi¨® de arriba abajo a los fuenteros.

Esmeralda y Rosa son las dos primeras v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica en Arag¨®n y en lo que va de a?o han muerto ya 11 mujeres por este tipo de violencia en Espa?a.