La UPV elige ma?ana rector en la incertidumbre

La Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) se convertir¨¢ ma?ana en un inmenso laboratorio en el que las probetas ser¨¢n sustituidas por urnas electr¨®nicas. Por primera vez, toda la comunidad universitaria, que suma algo m¨¢s de 59.000 personas entre estudiantes, profesores y Personal de Administraci¨®n y Servicios (PAS), tiene derecho a decidir de manera directa, aunque el valor de sus votos var¨ªa en funci¨®n de su categor¨ªa acad¨¦mica, qui¨¦n de los siete candidatos en liza ser¨¢ el rector que guiar¨¢ el trabajo de la universidad p¨²blica los pr¨®ximos cuatro a?os. ?sta es la ¨²nica certeza que rodea a las elecciones que se celebran ma?ana en los tres campus y treinta centros de la UPV. Fuera de ella, reinan la incertidumbre y las inc¨®gnitas.

Nadie sabe ni se atreve a pronosticar cu¨¢l ser¨¢ la respuesta de los electores debutantes a la llamada al voto. Los precedentes que existen de consultas celebradas en otras universidades reflejan un alto porcentaje de participaci¨®n en el caso del profesorado y del PAS -alrededor de un 80% en ambos estamentos- y una escasa respuesta por parte de los estudiantes, con un 20% en los mejores casos. Esta tendencia refuerza el poder de decisi¨®n que los Estatutos de la UPV, de acuerdo con lo establecido en la Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU), conceden al profesorado en el sistema de sufragio universal ponderado. Los cerca de 4.000 docentes cuentan con una cuota del 69% (el 51% para los funcionarios doctores y el 18% para el resto de personal docente e investigador), mientras que el PAS, algo m¨¢s de 1.400 personas, dispone de un 11% y los 53.000 alumnos censados, un 20%.

Tampoco nadie se aventura a hacer un c¨¢lculo de c¨®mo se repartir¨¢n los sufragios entre las diferentes listas. Distintas fuentes recalcan que no hay ninguna referencia fiable y que supondr¨ªa un error hacer un an¨¢lisis de las posibilidades de unos y otros basado en los criterios de anteriores comicios en los que el censo electoral apenas superaba las 300 personas.

A excepci¨®n de la Escuela de Ingenieros, donde podr¨ªa producirse, seg¨²n estas mismas fuentes, una coincidencia mayoritaria en el sentido del voto hacia la lista encabezada por su director, Javier Muniozguren, el resultado en el resto no alcanza ni la categor¨ªa de conjetura. "No hay nadie m¨ªnimamente sensato que lance un simulacro de resultados. Adem¨¢s, demasiados tienden a dar previsiones generadas a partir de razonamientos antiguos", se?alan.

No obstante, lo que suceda en los grandes centros -Ingenieros, Facultad de Ciencias, Medicina, Econ¨®micas y Ciencias Sociales y de la Comunicaci¨®n en Vizcaya y la Facultad de Filolog¨ªa, Geograf¨ªa e Historia en ?lava- ser¨¢ determinante en el resultado.

Las siete candidaturas dan por hecho que ser¨¢ necesaria una segunda vuelta, el pr¨®ximo 1 de abril, entre los dos aspirantes que resulten m¨¢s votados ma?ana. Parece imposible que cualquiera de ellos pueda lograr ma?ana un respaldo igual o superior al 51%. Es m¨¢s, los aspirantes tienen asumido que su elevado n¨²mero y la novedad del sistema de votaci¨®n va a redundar en un reparto muy amplio de los apoyos. Por ello, al menos uno de los dos candidatos que obtengan mayor respaldo pasar¨¢ probablemente a la segunta vuelta con menos del 20% de las papeletas.

Campa?a respetuosa

Los siete candidatos -el vicerrector del campus de ?lava, Antonio Rivera; el anterior viceconsejero de Universidades, Ander Gurrutxaga, el citado Javier Muniozguren, el ex vicerrector de Euskera Juan Ignacio P¨¦rez, la ex secretaria general de la UPV Marisol Esteban, el catedr¨¢tico de Neurociencia Francisco Do?ate y el catedr¨¢tico de Hidrogeolog¨ªa y ex parlamentario de Batasuna I?aki Antig¨¹edad- aguardan con expectaci¨®n y esperanzas la decisi¨®n de los votantes tras una campa?a de guante blanco, en la que el buen tono y la ausencia de pol¨¦micas han sido la nota predominante, lejos de los temores iniciales sobre la entrada en el debate acad¨¦mico de las luchas pol¨ªticas.

Pese a este clima de respeto y normalidad, buena parte de los equipos han echado en falta, adem¨¢s de m¨¢s eco social, un mayor ambiente electoral dentro de la comunidad universitaria, sobre todo entre los estudiantes, cuya pasividad y desinter¨¦s, incluso de conocimiento, en estos comicios no augura una alta participaci¨®n. "En el caso de los alumnos, el inter¨¦s ha sido de cero bajo cero. A las convocatorias electorales destinadas para ellos no ha ido nadie. De hecho, no son pocos los que no s¨®lo desconocen qui¨¦nes son los candidatos, sino que no saben siquiera que se celebran estos comicios", se quejan varios de los contendientes.

Tambi¨¦n resulta una opini¨®n generalizada el que la falta de experiencia ha pesado mucho en el dise?o de la campa?a, tanto desde el punto de vista de la propia instituci¨®n como desde el de los participantes. "Ha sido una campa?a pobre. No hemos sido capaces de despegarnos del esquema del claustro. Hemos pagado la novatada. Hemos hecho mal la campa?a. Deber¨ªamos haber utilizado otro procedimiento, con m¨¢s debates, bien sobre el programa general, bien sobre aspectos concretos, y menos visiteo a centros donde s¨®lo acuden los que ya tienen decidido a qui¨¦n van a votar", se lamentan en m¨¢s de una candidatura.